Rubalcaba rechaza condecorar a las policías humilladas por Marruecos en Melilla.

La entrega de la Cruz al Mérito Policial a las agentes del cuerpo insultadas el pasado verano en la frontera de Melilla por agitadores marroquíes es cada vez más una utopía. El Gobierno evita pronunciarse públicamente y esquiva las preguntas que le hace la oposición.

Precisamente el pasado 28 de febrero el Ejecutivo respondió sin resolver las dudas a la pregunta planteada por el PP sobre la posibilidad de condecorar a las mencionadas policías. El Gobierno se limitó a remitirse a la ley sin pronunciarse, ni positiva ni negativamente, sobre una virtual concesión de medallas. “El ingreso en la Orden del Mérito Policial está regulado por la Ley 5/1964, que establece los requisitos que deben reunir los funcionarios, así como la competencia y procedimiento a seguir en las propuestas”, rezaba la respuesta parlamentaria.
Al diputado del PP que realizó la pregunta, Antonio Gutiérrez, no le convenció en absoluto la contestación del Gobierno. “Demuestra frialdad, falta de sensibilidad y desprecio a las agentes que han sido vejadas”, valoró en declaraciones a LA GACETA. “Con esa respuesta yo entiendo que no le van a conceder las medallas; tácitamente lo están diciendo”, afirmó.

Gutiérrez anunció que su grupo parlamentario formulará mañana una nueva pregunta ante la Mesa del Congreso pidiendo que el Ejecutivo aclare su respuesta y solicitando que diga explícitamente si va a dar la condecoración a las agentes o no. Las mujeres fueron insultadas durante las protestas promovidas por la Coordinadora de la Sociedad Civil del Norte de Marruecos y el Comité para la Liberación de Ceuta y Melilla el pasado verano en la frontera.

Las polémicas manifestaciones frente a la ciudad autónoma duraron varios días y se llevaron con la permisividad del Gobierno marroquí, que no zanjó las protestas hasta que el Ejecutivo español no viajó a Rabat. Las protestas tuvieron su punto álgido en el bloqueo de camiones que entraban en España promovido por las dos citadas asociaciones, que trataban de impedir el transporte de frutas, verduras, pescado y marisco en Melilla.

El origen de los insultos a las mujeres policías fue el conflicto que tuvo lugar el 16 de julio en el puesto fronterizo de Beni Enzar, cuando cuatro marroquíes con pasaporte belga intentaron acceder a Melilla en un coche descapotable. Según la versión dada desde el otro lado de la línea, los ciudadanos marroquíes portaban una bandera y dos mujeres policía les pidieron que la retiraran. Cuando ellos se negaron, las agentes llamaron a los antidisturbios, que llegaron pronto y comenzaron a dar golpes a los marroquíes, hasta que estos lograron huir.

La visión dada por las mujeres policía era distinta. Aseguraron que ellos se negaron a mostrarles la documentación. Alegaron que no tenían por qué hacerlo, ya que Melilla pertenece a Marruecos y comenzaron a burlarse de ellas e insultarlas. Una de las agentes era musulmana y hablaba perfectamente árabe, con lo que entendió lo que decían. Cuando comenzaron a lanzar improperios más soeces las policías llamaron a los antidisturbios.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)