Comienza en el Tribunal Supremo la batalla legal contra Sortu.

La Abogacía del Estado considera que Sortu es continuación de la ilegal Batasuna y, por ello, presentará hoy en el Tribunal Supremo su demanda para evitar que la nueva marca de la «izquierda abertzale» se inscriba en el Registro de Partidos del Ministerio del Interior. Medios consultados indicaron que los servicios jurídicos del Estado ven indicios de que dicha formación mantiene lazos con ETA.

Fuentes jurídicas han explicado a ABC que la Abogacía General del Estado, dirigida por Joaquín de Fuentes Bardají, recibió ayer mismo los informes complementarios de la Guardia Civil que quedaban pendientes. En ellos se añaden más elementos de prueba (a los que ya se contenían en los primeros informes) sobre la vinculación de los fundadores y representantes de Sortu con ETA/Batasuna. Los dictámenes de la Benemérita y de la Policía se adjuntarán al escrito de la demanda.

La vía procesal elegida por la Abogacía del Estado es la misma que ya anunciara hace días la Fiscalía General: el incidente de ejecución de sentencia. De hecho, se considera que la creación de Sortu incumple el fallo de la sentencia de ilegalización de Herri Batasuna, Euskal Herritarrok y Batasuna —dictada por la «Sala del 61» del Supremo en marzo de 2003— en la medida en que con esta nueva marca ETA pretende dar continuidad a las formaciones declaradas ilegales y participar en las municipales de mayo para colarse de nuevo en las instituciones democráticas.

Acumulación de pruebas
El Ministerio Público también está ultimando su demanda, que presentará con toda probabilidad a principios de la próxima semana ante la «Sala del 61». Fuentes jurídicas señalan que, aunque el Supremo no tiene límite de tiempo para resolver las demandas, lo más probable es que dicte su resolución antes de que concluya el plazo de presentación de las candidaturas para las elecciones, que va del 13 al 18 de abril.

Mientras, las Fuerzas de Seguridad mantienen abiertas sus investigaciones, que no hacen sino acumular pruebas que delatan a Sortu como sucesora de Batasuna al servicio de ETA. La Guardia Civil, por ejemplo, aporta en sus informes numerosos documentos internos y declaraciones de dirigentes de Batasuna-Ekin que confirman la conexión. Así, la ponencia «Zutil Euskal Herria» proclama que «la izquierda abertzale deberá disponer de una formación política legal para la intervención político-institucional, así como para participar en la mesa de partidos políticos donde se logre el acuerdo político resolutivo». Y el documento «Planificación del curso político 2010-2011» corrobora que «estas elecciones tienen que ser altavoz del proceso democrático y la resolución del conflicto» y, por ello, «planteamos presentarnos a las elecciones municipales con marca propia y al Parlamento Foral y Juntas Generales en coalición».

D Pero si hubiera alguna duda, el cabecilla de Ekin Egoitz Garmendia confesaba tras su detención, el pasado mes de septiembre, que «Batasuna tiene intención de obtener su legalización y poder presentarse a las elecciones municipales de 2011». Otro dirigente del mismo grupo, Gorka Zabala, quien precisamente acompañaba en sus comparecencias al portavoz Txelui Moreno, declaró en enero a la Benemérita que el objetivo de la «izquierda abertzale» es constituir «un partido legal que responda a la nueva línea política, para presentarse a las elecciones de 2011». A partir de ahí son un sinfín las declaraciones, también públicas, de dirigentes de la antigua Batasuna anunciando para principios de este año, como así ha ocurrido con Sortu, el alumbramiento de un partido con pretensión de ser legal. Resulta significativo, según se recoge en el informe de la Guardia Civil, el acto celebrado el 27 de noviembre pasado en un hotel de Pamplona, en el que se presentaron las bases del «nuevo proyecto organizativo de la izquierda abertzale».

Unas bases que en el aspecto organizativo coinciden con los estatutos de Sortu. Tras los portavoces Rufino Etxeberria y Maite Betialarrangoitia, se colocó un centenar de promotores. Pues bien, de ellos, 24 formaron parte con anterioridad de la mesa nacional; 4 fueron dirigentes internos de HB; 16 fueron cargos electos de Batasuna, PCTV, ANV o Askatasuna. Otros 34 ejercieron como candidatos de estos partidos; cuatro actuaron como interventores en procesos electorales, y 10 estaban vinculados con diferentes grupos del MLNV. Se da la circunstancia de que para el transporte de material utilizado en esta presentación se utilizó un vehículo usado en un acto de la plataforma ilegal D3M. Además, la escenografía desplegada fue calco de la utilizada un mes antes en Alsasua, donde comparecieron algunos de los fundadores de HB para aplaudir al futuro partido de la «izquierda abertzale». Esa misma escenografía se ha empleado en las posteriores campañas a favor de la legalización de la «izquierda abertzale». En la presentación de los estatutos de Sortu también se vio nutrida asistencia de dirigentes, viejos y nuevos, de HB.

La Benemérita aporta también documentos y pronunciamientos tanto de ETA como de Batasuna en los que se pone de manifiesto que, dada la urgencia vital de disponer de un partido legal, habrá que adaptarse a las condiciones del momento. Esto es, a cualquier precio. Y ahí encaja el «rechazo a la violencia, incluida la de ETA», que no es sino un trámite táctico para pasar la Ley de Partidos.



Fuente: ABC (www.abc.es)