El Tribunal Supremo se inclina por juzgar a Garzón en octubre a raíz de las escuchas ilegales.

“La Sala Penal del Tribunal Supremo se inclina por señalar un día del mes de octubre para celebrar el juicio a Baltasar Garzón por las escuchas ilegales del Gürtel”, según han manifestado fuentes judiciales del Alto Tribunal. Y es que los magistrados ya han resuelto todos los recursos que la defensa ha interpuesto contra la decisión del instructor, Alberto Jorge Barreiro, de sentar al juez suspendido en el banquillo por un presunto delito de prevaricación y contra las garantías de la intimidad.

Las mismas fuentes explican: “Sólo falta que el presidente de la Sala Penal, Juan Saavedra, se reúna con los siete magistrados para señalar el día de la vista. Es muy probable que esto suceda después de la celebración solemne de la apertura del año judicial, prevista para el día 15 de septiembre. Esa decisión se notificará a las partes mediante una providencia”.

Lo que tiene muy claro la Sala es que “el juicio a Garzón debe celebrarse antes del comienzo de la campaña electoral”. Hay que recordar que es práctica habitual en el Tribunal Supremo paralizar las investigaciones y decisiones jurídico-procesales que afectan a personas aforadas, pues no se quiere influir en los resultados electorales.

Ahora bien, estos plazos de tiempo se cumplirán siempre y cuando el juez suspendido no recuse a los magistrados, Juan Saavedra, José Manuel Maza, Julián Sánchez Melgar, Perfecto Andrés Ibáñez y José Ramón Soriano, por haber participado en la instrucción de la causa. En otras palabras, el imputado se acogerá a lo establecido en el apartado 11 del artículo 219 de la LOPJ que dice: “Son causas de abstención y, en su caso, recusación, haber participado en la instrucción de la causa penal o haber resuelto el pleito o causa en anterior instancia”.

Este mismo argumento ya fue utilizado por Garzón para recusar a los cinco magistrados que iban a juzgarle por el caso de la Memoria Histórica. En ese caso, la Sala del 61 del Tribunal Supremo dio la razón a Garzón al argumentar que los magistrados carecerían de imparcialidad para resolver este caso. Ahora, se está pendiente de la formación de un nuevo tribunal para que juzgue al acusado en este asunto.

Ojo a otra maniobra

Sin duda alguna, “si finalmente el juez imputado decide recusar estaríamos en presencia de una nueva maniobra dilatoria para retrasar su juicio”, señala un miembro de la judicatura. En este sentido, “los magistrados del Alto Tribunal están convencidos de que en el caso de las escuchas ilegales del Gürtel no existen motivos para ser recusados, pues de lo contrario se hubieran abstenido desde el principio”, subrayan fuentes del Tribunal Supremo.

En cualquier caso, “la vista oral durará dos o tres días y la sentencia se dictará inmediatamente, de tal manera que este asunto quede resuelto cuanto antes”, explican. Esto confirmaría la otra hipótesis que circula por los pasillos del Alto Tribunal. Esto es, que el juicio de las escuchas del Gürtel se celebrará antes que el de las fosas del franquismo, que tiene mayor connotación y trascendencia política.

A la espera para que comience uno de los juicios más mediáticos de los últimos años, las partes tienen muy definidas su posición. Así, el Ministerio Fiscal, representante de la defensa de la legalidad, está aliado con el abogado del juez. Ambos piden la libre absolución de Garzón. En su opinión, la grabación de las conversaciones entre el abogado y su cliente en la prisión está bien hecha.

Por el contrario, la acusación particular, representada por el abogado y fiscal en excedencia Ignacio Peláez, pedirá para Garzón una pena de inhabilitación especial para empleo y cargo público por 10 años. En este sentido, el abogado de Francisco Correa, José Antonio Choclán, solicitará en la vista oral una inhabilitación de 17 años por los mismos hechos.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)