Suspendido de empleo y sueldo por enfrentarse a un cliente, que se negaba a pronunciar su nombre en catalán.

Un camarero de un restaurante del puerto de El Masnou, en la provincia de Barcelona, fue suspendido de empleo y sueldo durante una semana, por enfrentarse dialécticamente a un cliente.
La polémica estalló cuando el cliente -según el camarero, amigo del propietario del negocio y con alguna que otra copa de más-, se dirigió al camarero traduciendo su nombre al español, llamándole “Jaime” en lugar de “Jaume”.
El camarero se sintió ofendido, hasta tal punto que considera que se dirigió a él de forma “desagradable” y pese a que intentó que el cliente le llamara “Jaume”, el cliente le contestó diciéndole que le llamaba “Jaime”, porque “le salía de los huevos”.
En lugar de dar por zanjado el asunto, el camarerole pidió al cliente que midiera sus palabras, puesto que le estaba ofendiendo, a lo que éste le respondió con que era un “catalán de mierda” y un “gilipollas”.
Al negarse días después el camarero a disculparse con el cliente, la dueña del restaurante, le sancionó con la suspensión de empleo y sueldo durante una semana, como consecuencia del mal comportamiento del camarero hacia al cliente. Jaume entiende que no debería haber entrado al trapo, pero no duda en afirmar que se siente incomprendido, dado que no entiende que “la empresa no defienda al trabajador”.


Fuente: El Nuevo Alcazar (www.elnuevoalcazar.es)