Reflexiones navideñas. - La Nación Digital

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lunes, 27 de diciembre de 2010

Reflexiones navideñas.

No me canso de decir que el tiempo de Navidad es, junto con la Semana Santa, la época del año en la que más debemos reflexionar los cristianos sobre nuestra fe y doctrina.
Reconozco que no soy asiduo a pisar la iglesia, al igual que la mayoría de mi familia. Pero al llegar fechas como el 24 de Diciembre y la procesión del Cristo de la localidad, somos los primeros en rendir honores a Dios. Lo sé, no tenemos excusa. Pero al menos nuestra actitud es más sincera que la de aquellos que presumen de ser socialistas y defensores del “matrimonio” homosexual y el aborto, y luego se presentan en una misa o procesión argumentando que lo hacen por “tradición” (“tradición” significa quedar bien ante los ojos de los demás).
Este año fui solo a la Misa del Gallo. El año anterior había ido con un buen amigo, que no es mala persona pero resulta muchas veces demasiado “progre” para entender lo que aquello significaba realmente (el muy gracioso suele decirme que cree en Dios y no en la Iglesia).
Antes de entrar al templo sagrado, había decidido colocarme una chapa de la bandera española con el Águila de San Juan en la camisa (negra, para que luciera mejor, además de que admito que me gusta vestirla por que ese era el color del uniforme del fascismo italiano). Al final de la ceremonia, noté que varios ojos miraban (o trataban de hacerlo disimuladamente) la chapa. Supe que los “progres” que acudían allí por quedar bien se sentían ofendidos por ello. Más me sentía yo de ofendido al ver su presencia allí.
El caso es que en la chapa reparó un familiar después de que le estrechara la mano deseándole una feliz Navidad. “Ten cuidado con eso, que te van a meter una paliza”, me dijo. “De no ser por esto no estaríamos aquí”, me limité a responderle. Y era cierto.
¿Acaso hubiéramos podido seguir siendo católicos y celebrando la Navidad si no fuera por los que se alzaron contra el marxismo disfrazado de democracia en 1936?. Al final los “progres” que hipócritamente celebran la Navidad y acuden a las misas después de haber intentado acabar con todo ello han conseguido acomplejar a los católicos. El católico se ha olvidado de defender su fe. El pacifismo castrante de la izquierda está convirtiendo al catolicismo en una farsa “hippie”. Jesús no traía paz, sino justicia. Y la justicia es donde se puede dar la verdadera paz. Una paz injusta, en la que somos esclavos del Sistema, no es digna de ser vivida. Una paz justa, aunque sea construida sobre cimientos de guerra, si lo es.
Pero la Misa únicamente no se limitó a las miradas hacia mi chapa. He de confesar que me encantó el sermón del sacerdote. El hombre necesita a Dios, y por eso Dios no le deja solo. Esto no quiere decir que Dios tenga que hacernos todo el trabajo. Eso solo nos atrofiaría como personas. Estas palabras van por aquellos que sueltan cosas como “si Dios existe, ¿por qué existen pobres, hambrientos y gente que sufre?”. Está claro que algunos exigen “ser libres” pero luego encima quieren que les hagan la vida más cómoda por que si. Es lo que tiene ver tanta MTV.
Lo que también pude notar es que a los sacerdotes les preocupa la falta de fe de los españoles, representada en mi localidad en la poca afluencia de fieles a la Misa del Gallo (si encima descontamos los muchos “progres” hipócritas, éramos menos aun los fieles verdaderos).
Algunos dirán que se puede ser de izquierdas y católico a la vez. No es así. Para empezar, el verdadero socialismo considera a la religión como “el opio de los pueblos”. Y la antinatural “teología de la liberación” no debe ser tenida en cuenta. Las diferencias sociales económicas son algo natural, lo que se debe combatir de ellas es la injusticia de que se basen sobre la explotación humana. Que un médico cobre más que un jardinero (con todos mis respetos hacia los jardineros) no puede considerarse igual que el hecho de que Belén Esteban cobre más que una profesora.
El PSOE actual no es socialista, sino liberal progresista. Pero aun así, no se puede apoyar el aborto y a los homosexuales mientras se dice amar a Dios. O estás con Dios o estás contra Él. Esto no es extremismo, es la realidad. El que tenga oído, que oiga.
El caso es que el día 25 volví a encontrarme con amigos a los que hacía tiempo que no veía. Tras estrecharles la mano deseándoles una feliz Navidad, nos marchamos a la Ciudad Imperial a pasar la noche. Como suele pasar siempre que estoy en medio, acabó saliendo el tema del aborto (otras veces ha sido la democracia o el feminismo). Por suerte, fue entre mi buen amigo antes mencionado y otro chaval, por que si llega a estar delante el sector “progre” más extremista de mi pandilla, no sé como hubiéramos podido acabar (seguramente, como en otra ocasión, con una representante del feminismo más puro y radical diciendo que yo tenía una mentalidad “prehistórica”).
Mi colega decía que con dos días apoyaba el aborto por qué era una célula sin alma y que antes de darlo en adopción, lo mejor era matarlo. A esto le respondí que en que momento exacto surgía el alma (si el alma es algo espiritual, es imposible científicamente demostrar su existencia, y menos en un feto) y que según estudios científicos, el genoma era el mismo que el de cualquier ser humano. Al final, la tensión llegó a tal extremo que le dije que “la célula era más humana y tenía más moral que él” (esto en referencia a lo de que era “preferible” acabar con él antes que darle en acogida), añadiendo que “como podía decir ser creyente y estar a favor del aborto a la vez”. Como siempre, me dijo que no tenía nada que ver, pero obviamente si que tiene que ver (no repetiré por qué ya que está explicado anteriormente). Desde el otro día, espero no tener que encontrarme a más amigos en la iglesia, ya que seguramente les reprocharía sus palabras o pensamientos.
Como todos los españoles, mis amistades dan prioridad a que un adolescente irresponsable se libre de una situación que ha provocado y al placer sexual como algo material antes que proteger la vida de un inocente.
Un nonato de dos semanas no tiene la culpa de que su madre sea una cría de 14 años mal influenciada por “Física o Química”. Igual que tampoco la tiene uno cuya madre ha sido violada. Lo que sucede es que es más fácil atacar a los inocentes que no se pueden defender. ¿Quieren prevenir embarazos por violaciones?. Pues que hagan leyes duras contra los violadores, que suelen ser enfermos mentales, o que se aplique la pena de muerte justificando la seguridad de nuestras mujeres. ¿Métodos para prevenir los embarazos no deseados?. Una educación sexual sana y correcta en lugar de incentivar al placer y al gozo como lo más importante del mundo. La vida sexual es algo personal y privado de cada persona y no debe de ser incentivada por terceros. ¿Acaso nos incentivan a que vayamos más a hacer nuestras necesidades al retrete, algo que es también natural en el ser humano?.
Me hace gracia que me digan que “si fuera yo el que estuviera en esa situación, seguro que estaría a favor”. Para empezar, el primero al que no le gustaría que dijeran que va a ser padre sin esperarlo es a un servidor. Espero no tener que verme nunca en situación. Pero cualquier persona con dos dedos de frente debería de pensar 40 o 50 veces si estaría preparada para hacerse cargo de la responsabilidad que puede originarse a partir de un acto que no solo es placer, sino de entrega amorosa a otra persona.
Como se puede ver, la crueldad de nuestro pueblo no tiene límites. Pero por desgracia, les necesitamos. Esos progresistas pertenecen a nuestro pueblo y raza y su sangre es como la nuestra. ¿Deberíamos rezar por su conversión?. Creo que no. Sería trabajo perdido. Lo mejor será rezar por nuestra alma y esperar a que, como dijo Ramiro de Maeztu, “sus hijos sean mejores que ellos” (cosa que, sinceramente dudo). Yo me estoy jugando el acabar o no en el infierno, y bastante tengo con salvarme yo como para estar tratando de convencer a quien se niega a escuchar y razonar. Quien se condena de antemano no puede ser salvado.
Obviamente, tampoco podemos quedarnos de brazos cruzados. Debemos estar expectantes al día en que el Sistema reviente. Las futuras generaciones de zánganos progresistas no podrán mantener el nivel productivo actual. Solo es cuestión de esperar a que autodestruyan su propio Sistema. Entonces, en medio de la anarquía que habrán provocado, se podrá tomar el mando. Y los más aptos para dirigir a la nación tendrán vía libre para acabar con el genocidio abortista.

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