Me paso al carlismo.

Estimados amigos y camaradas:


No me ha sido muy fácil tomar esta decisión. Tras todo este tiempo defendiendo una doctrina, la nacionalsindicalista, que cambió mi vida y su rumbo para siempre, veo que es el momento de abandonarla. Siempre tendré simpatía hacia personajes como José Antonio Primo de Rivera, Ramiro Ledesma Ramos, Onésimo Redondo Ortega, Rafael Sánchez Mazas…y tendré muy en cuenta como me han marcado y me han mejorado como ser humano.
Pero tras varias dudas y debates interiores, he comprendido que en nuestra tradición católica reside la más pura esencia de la idea de hispanidad. La tradición católica nos permitió evangelizar medio mundo y crear un imperio gracias a la unión de la Cruz y la espada. Me veo en la obligación moral de defender y recuperar nuestra bella tradición católica, la que nunca debimos abandonar. Por eso quiero anunciar que dejo el nacionalsindicalismo, si, pero para enrolar las filas del carlismo.
Quizá algunos no entiendan este cambio. Para ser sinceros, me cuesta entenderlo a mí. Pero la causa carlista es algo que puede cambiarme en la misma medida que lo hizo el nacionalsindicalismo. Sin un monarca que defienda los principios católicos tradicionales se ha visto que España no es nada. La tradición católica, representada hoy en la figura de Sixto Enrique de Borbón, debe de ser salvada, fomentada e instaurada de nuevo.
Reconozco que este cambio ha podido darse gracias a las tensiones provocadas por ciertos elementos de una bitácora liberal y protestante. Como hombre de honor y católico temeroso de Dios, no puedo mentir. Pero creo que al igual que hizo el nacionalsindicalismo, el carlismo transformará mi odio actual hacia ciertos personajes en amor hacia una doctrina. Además, pienso que defender la tradición católica purgara los pecados cometidos de obra y omisión durante mi etapa de liberal radical.
Quiero terminar este comunicado poniéndome al servicio de su Alteza Real, don Sixto Enrique de Borbón.
¡Viva Cristo Rey!. ¡Arriba España!. ¡Viva el carlismo y la tradición católica!.