Interior 'premia' al asesino de Ordóñez y Múgica con su traslado al País Vasco.

El Gobierno ha trasladado a la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava) a Valentín Lasarte, uno de los etarras que participó en el asesinato del concejal del PP en San Sebastián Gregorio Ordóñez y del dirigente de los socialistas vascos Fernando Múgica. Lo hizo la pasada semana, pocos días antes de que se cumplieran 16 años de la muerte del edil donostiarra, tiroteado el 23 de enero de 1995.

Según informó ayer Europa Press, el Ministerio del Interior justifica el traslado diciendo que Lasarte –hasta el momento interno en la prisión de El Dueso (Cantabria)– ya no pertenecía a ETA desde hace años.

Lasarte se une así a uno de los penales laboratorio que el Ministerio del Interior utiliza para premiar a los presos de ETA que se han distanciado de la banda terrorista y que supuestamente han pedido perdón a las víctimas.

Sin embargo, estas siguen sin escuchar ese arrepentimiento. Tanto Rubén Múgica, hermano del dirigente socialista asesinado, como Consuelo Ordóñez, hermana del concejal popular muerto, niegan haber recibido carta alguna de petición de perdón remitida por el etarra. Ni tan siquiera el Ministerio del Interior se ha puesto en contacto con ellos. “No nos han llamado, nos hemos enterado por la prensa”, explica Consuelo Ordóñez. “No nos han dicho nada”, confirma Rubén Múgica.

Para la hermana de Goyo, como le llamaban sus amigos, lo peor de estas decisiones penitenciarias es que “son legales”. “Con la legislación que tenemos se puede hacer, pero también se puede hacer lo contrario”, añade Consuelo, que no se resiste a alzar la voz contra el Ministerio del Interior, al que acusa de anteponer sus intereses a los de las víctimas. “Está primando más el supuesto daño que estos disidentes hacen a ETA que nuestro dolor”, subraya. “¿Qué pasa con el daño que hacen a las víctimas?”, se pregunta. Además, insiste, el Gobierno no “explica los motivos ni muestra las pruebas de esa supuesta disidencia ni del daño que se hace a ETA”.

Para Ordóñez, esto es una estrategia de Interior, que desde hace tres años trata de dividir así a la banda. “No tiene que ver con una negociación, es una estrategia”, asegura la hermana del edil.

La visión de Rubén Múgica es aún más directa. “Valentín Lasarte jamás obtendrá el perdón de la viuda y de los hijos de Fernando Múgica”, apuntó ayer a LA GACETA. “Seguiremos combatiendo para denostar públicamente el nombre del asesino”, añadió.

La Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Lasarte –por aquel entonces miembro del comando Donosti– a 30 años de prisión por el asesinato de Gregorio Ordóñez. Desde la cárcel, fue uno de los primeros presos que rechazó la violencia de ETA. Llegó incluso a aceptar un puesto en el economato de la prisión, lo que representa un gesto de rebeldía para con la banda terrorista, que prohibió a sus presos trabajar en cargos como el citado. Además de Nanclares, los reclusos críticos con ETA se agrupan en Villabona (Asturias) y Zuera (Zaragoza).



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)