Discutidísima actuación arbitral en Mestalla.

Los partidos están vivos. Como la energía, ni se crean ni se destruyen, se transforman. Por eso nunca hay que verse derrotado, no hay que dejarse llevar cuando vienen mal dadas y, en las malas tesituras, cuando el rival te arrolla, hay que saber sufrir porque siempre hay oportunidad de recuperarse y cambiar el guión. Ése fue el mérito del Valencia anoche, el de no irse al descanso con cuatro goles (merecidos) en su casillero, primero, y el de creer hasta el último suspiro en que podían anotar el victorioso cuarto gol. También los de Pellegrini hicieron suya esa fe, para no hundirse cuando se vieron perdiendo con nueve hombres sobre el césped. Pese a ello, no se derrumbaron y lograron empatar en una gran acción de Baptista. Al final no tuvieron premio, pero por imagen, fútbol y conceptos, no hay duda de que este Málaga tirará para arriba de inmediato.

Eso si no se cruza con otro arbitraje como el de Rubinos Pérez, del que es obligado hablar por la segunda expulsión andaluza, la de Helder. El zaguero reclamó al asistente un córner, en el acta se apunta a un corte de manga, pero hay que hilar muy fino y tener poca mano izquierda para dejar a un equipo con nueve por eso. Es una opinión, como la de Rubinos fue que eso merecía el castigo de la roja.

El Málaga dio una lección en la primera parte. Con once y con diez. Una lección en toda regla de saber a qué jugar y cómo hacerlo. Al cuarto de hora el partido le puso una prueba de grandeza a Pellegrini cuando los suyos se quedaron con uno menos y ahí el chileno demostró su categoría. No se inmutó, retocó el once para tapar el agujero atrás pero no cambió de apuesta, siguió al ataque y continuó creándole muchos problemas al Valencia y sólo Guaita evitó una mayor derrota local al descanso.

Reacción y roja.
La entrada de Soldado fue el click que necesitaban los ches, el ariete activó el interruptor de la reacción y los suyos le dieron la vuelta al partido. Pero un Málaga heroico fue capaz de reponerse a su segunda expulsión y empató con un gran Baptista, aunque el cuento malaguista no tuvo final feliz porque Aduriz lo impidió sobre la bocina.

Pellegrini: "El peor arbitraje que he tenido"
"Ha sido el peor arbitraje que he tenido desde que estoy en España y no analizo más el tema del arbitraje porque ya está bastante incendiado el fútbol español. El colegiado demostró una gran personalidad. Hicimos un gran primer tiempo en el que pudimos haber asegurado el marcador, pero llegó el penalti que cambió el partido. Con diez, seguimos siendo superiores en el juego y en el marcador y, cuando nos quedamos con nueve, nos costó un poquito más".

Emery: "Este Valencia tiene fe"
"Fue un partido raro, difícil y con muchas situaciones del juego que lo han condicionado. Es una victoria para estar satisfechos que nos deja la sensación de no haber hecho un buen partido y de que hay cosas que corregir. El Málaga ha sido superior en el primer tiempo, en el segundo fuimos mejores, pero es preocupante que con nueve nos hicieran un gol. No encontramos el camino que queremos, pero el equipo tiene fe y apura los últimos minutos".




Fuente: AS (www.as.com)