Conclusión sobre los resultados electorales de las autonómicas catalanas de 2010.

Nuevamente, el sistema democrático ha vuelto a defraudarme…y a saber cuantas veces irán ya. Esta vez, al contrario de lo que pensaba hace unos días, no ha sido por la victoria en las urnas del PSOE (cosa que llegué a ver probable tras el antiespañolismo defendido por los socialistas en tierras catalanas y la reizquierdización de Zapatero en la elaboración de su último gobierno), sino por el pésimo nivel de participación (cerca del 60 % del total de la población con derecho a voto).
Del gran nivel de abstención se pueden sacar varias conclusiones; la primera, que la ignorancia del pueblo le hace creer que vive en un sistema democrático de verdad y libre, pero luego en realidad el ciudadano no quiere ejercer ese derecho, o simplemente, no le interesa. Ha sucedido lo mismo que en los cuestionados referéndums de independencia: han votado mayormente los preocupados por la situación, que precisamente no son aquellos a quienes les importa España, sino todo lo contrario.
La segunda conclusión es que los separatistas continúan al frente de Cataluña, esta vez bajo el nombre de Convergencia i Unióen lugar de coalición PSOE-Esquerra Republicana de Catalunya-Iniciativa per Catalunya. Por un lado, los convergencionistas han visto incrementados sus diputados de 48 a 62, seguramente por la pérdida de confianza de la población independentista en Esquerra Republicana por su nefasta gestión junto a sus colegas de coalición. Esto me permite sacar la conclusión de que muchos catalanes quieren la independencia al margen de que sea la izquierda o la derecha quien lleve el mando, algo similar a los que ocurre en el resto de España con PP y PSOE aplicándose al terreno de las elecciones generales.
El aumento del voto a Ciu también ha venido acompañado de una desfragmentación en el voto separatista, llegando al Parlamento la formación de Joan Laporta, Solidaritat per la Independencia, con 4 escaños. Por lo visto, a Laporta le ha salido bien el reclamo publicitario de esa mujerzuela llamada María Lapiedra. Ahora, Laporta afirma pactar con Ciu si proclaman la independencia de Cataluña. Está claro que ese tipo va a lo que va y hay que tener mucho cuidado con él.
Sinceramente, la cantidad de voto independentista es muy preocupante si pensamos en los intereses de España y en la posibilidad de que se hubiera contrarrestado con el voto de aquellos que se abstuvieron de acudir a las urnas.
La tercera conclusión es que el Partido Popular ha sido el más beneficiado. Seguramente, no le temblará la mano a la hora de apoyar a Ciu si estos devuelven el favor a los populares en las próximas elecciones generales. Recordemos que la popularidad de Zapatero lleva mucho tiempo por los suelos, y que una victoria de Rajoy únicamente sería por la mínima, por lo que necesitaría el apoyo de los convergencionistas y el del PNV (a estos les daría igual pactar con Zapatero o Rajoy mientras saquen una buena tajada).
Cerca de entrar en el Parlamento se quedó la Plataforma per Catalunya de Josep Anglada. En un principio se les pronosticó 3 escaños, pero a medida que avanzaba el recuento, fueron superados por los independentistas de Laporta. Al final, Plataforma per Catalunya obtuvo 75321 votos, convirtiéndose en la octava fuerza política de Cataluña y advirtiendo de que plantarán cara en las municipales de 2011.
Aunque afirmé claramente mi desconfianza hacia Anglada, no me agrada la idea de saber que la población musulmana residente en Cataluña va a sentirse aliviada. Queramos o no los defensores de otro tipo de formaciones más ideologizadas, Anglada metió el miedo en el cuerpo a uno de los colectivos que más dañan a España. Y a los musulmanes se les veía claramente alterados ante la probabilidad de que Anglada llegara al Parlamento autonómico catalán. Lo dicho, ahora estarán muy tranquilos y seguirán colaborando con los separatistas catalanes (preveo que lo harán especialmente con Laporta; ya que, sin ánimo de hacer acusaciones gratuitas, esa gente apoyará a Laporta al igual que todos los inmigrantes llegados a España en los últimos años y que para integrarse mejor se hicieron aficionados del Barcelona).
Cambiando de tema, hace unos días recomendé el voto para dos formaciones: Falange Española de las JONS y Movimiento Social Republicano. Seguramente, una parte del voto abstencionista podría haber ido para estos partidos de no ser por los partidismos (los militantes de Democracia Nacional no votarían al Movimiento Social Republicano y los de FE-La Falange tampoco lo harían con FE de las JONS).
Falange Española de las JONS ha obtenido 1781 votos y el Movimiento Social Republicano 778, una cantidad que ellos mismos afirman que esperaban, pero que un servidor preveía algo más alta. Sin duda, el MSR se ha visto perjudicado por la irrupción de Anglada y Plataforma per Catalunya, que por otro lado, nadó para morir en la orilla. De haber continuado el MSR su coalición con Partit per Catalunya (una escisión de la formación de Anglada) hubiese llegado a los 1000 votos.
Nuevamente, las formaciones autodeclaradas patriotas han vuelto a verse superadas por enemigos ideológicos como Reagrupament (independentistas escindidos de la Esquerra Republicana que obtuvieron 39922 votos), lo que demuestra que en la Cataluña de hoy nos encontramos a cerca de 20 catalanistas por cada falangista y 51 por cada nacionalrevolucionario (luego habrá quien “alerte” de lo “peligrosos” que son ciertos grupos). ¿Cuándo se dará cuenta la masa ignorante de que el peligro para nuestro pueblo son los secesionistas y no los falangistas o los nacionalrevolucionarios?.
Al menos, y para consolarnos con algo, FE de las JONS y el MSR han superado en votos a la formación sectaria que aspiraba representar a los homosexuales en el Parlamento (parece ser que el PSOE se les ha quedado pequeño). 499 votos ha sacado dicho partido. 499 homosexuales empeñados en imponernos sus “tendencias”. ¿Qué va a ser lo próximo?. ¿La exigencia de que el presidente de Gobierno tiene que ser homosexual, la de que se puedan casar por la Iglesia o la de que haya un número mínimo de homosexuales en el gobierno?. Podría jugarme el cuello (y no lo perdería) a que estos fueron los mismos que organizaron los ataques a Benedicto XVI en su visita a Barcelona.
Volviendo a los partidos patriotas, nuevamente ha quedado demostrado que sin unidad no se llega a ningún lado. Los hombres que dicen representarnos (me refiero a los jefes del Frente Nacional, Falange Española de las JONS, Democracia Nacional, Movimiento Social Republicano, Alianza Nacional, España 2000) tienen un camino largo por delante. Pero la unidad (aunque sea en coalición) será la única forma de que podamos acceder a los mecanismos del Sistema. ¿Qué importa más, quien manda sobre nosotros o los neonatos asesinados, los españoles en paro o el avance de los secesionismos?.