Chávez hace del Ejército su 'guardia pretoriana'.

“Las Fuerzas Armadas (FAN) no tienen lealtades a medias sino completas hacia un pueblo, un proyecto de vida y un comandante en jefe (Hugo Chávez). Nos casamos con este proyecto de país”. Estas palabras las pronunció el jefe del Comando Operacional de las Fuerzas Armadas venezolanas, general Henry Rangel Silva, el segundo hombre más importante dentro del estamento militar del país. Y remató su declaración de lealtad hacia Chávez: “La hipótesis [de un Gobierno de la oposición] es difícil, sería vender al país; eso no lo va a aceptar la gente; la FAN no, y el pueblo menos”.

Las expresiones del oficial provocaron un gran revuelo dentro y fuera de Venezuela. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, las calificó de “inaceptables” por ser “una insubordinación al poder civil”.

Y es que el uniformado se colocó al margen de la Constitución. La Carta establece en su artículo 322 que la institución castrense “está al servicio exclusivo de la nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna” y que “sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación”. Sin embargo, Chávez no vio ningún problema y lejos de remover a Rangel Silva lo ascendió al grado de general en jefe, con lo cual lo colocó a la par del libertador latinoamericano Simón Bolívar.

“Milicias golpistas”
La decisión presidencial es la confirmación de que el líder del socialismo del siglo XXI ha conseguido “politizar” a la FAN, según confirmó a LA GACETA Rocío San Miguel, directora de la Organización Control Ciudadano para la Seguridad, Defensa y la Fuerza Armada.

“La declaración de Rangel Silva es el reflejo más evidente de la pretorización de la FAN. Es un proceso que comenzó con la desprofesionalización de los efectivos, al destinarlos a tareas distintas para las que fueron formados; siguió con la creación de las milicias, las cuales sólo responden a Chávez; y continuó con el registro de militares activos en el partido de Gobierno”, apuntó la experta.

San Miguel recalcó: “En cualquier país democrático este general habría sido destituido y procesado por sus extremadamente graves palabras. Pero la respuesta de Chávez es igualmente grave porque ha puesto de manifiesto que no dejará el poder por la vía pacífica”. “La FAN hoy está dividida en dos: los constitucionales y los golpistas, y las palabras de Rangel sólo tienen acogida entre las milicias”, apostilló.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)