Míchel se rehabilita ante un Sevilla que pierde los papeles.

El partido terminó con Martín Cáceres corriendo como un pollo sin cabeza. Con Kanouté repartiendo empujones de poco estilo. Y con una bronca notable de la afición, que ya no sabe a quién señalar. (¿Era Jiménez el único culpable?) El Sevilla no se siente bien en su casa desde hace tiempo. Juega con la sensación de que no le quieren. Y la enfermedad le está matando. Anoche no sólo perdió un partido. Perdió los papeles.

El Sevilla se hizo el hara-kiri en tres minutos y quien rió fue el Getafe. Albricias para Míchel, que salió rehabilitado del Pizjuán. Y sintiéndose querido. Pedro Ríos marcó el 1-3 con un zapatazo de esos que le dieron fama en el Xerez y corrió a abrazarse a su entrenador. El Getafe daba la sensación de haberse congelado en los últimos tiempos. No transmitía y parecía estar perdiendo ángel. Pero ayer se exhibió. Se levantó del 1-0 de Kanouté con un intervalo de juego estupendo entre los minutos 45 y 60 y sepultó a su rival. La crisis de este Sevilla no es superficial, requiere cirugía. Y a Manzano, que ya adelantó que no era el mago de Oz, le toca actuar.



Fuente: AS (www.as.com)