“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas. Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios” (Evangelio de San Juan, capítulo 3, versículos 16-21).
Más que nunca, en las fechas cercanas a la Navidad debemos sacar tiempo para leer el Nuevo Testamento. Y en los tiempos actuales, la espiritualidad y la fe son más necesarias que nunca. Y el que no lo crea, que mire a todos los individuos que están a su alrededor. La gente cada vez está más destrozada mentalmente a causa de la crisis económica provocada por los flujos temporales del capitalismo, el “vigoroso” sistema de la democracia liberal. ¿Qué tiene que ver esto con la Navidad?.
Los lectores de este blog no son ajenos a lo que pasa. En los últimos días, un servidor y otro camarada han sido blanco de los ataques de determinados individuos de una bitácora liberal. En dicho espacio, se presume de ser amantes de la libertad, tolerantes y católicos de pro. ¿Es necesario recordar que en su día la Iglesia atacó al liberalismo, y que incluso en España resucitó la Santa Inquisición para perseguir a esa gente tras la Guerra de la Independencia?.
Quizá lo más hipócrita de todo sean verles presumir de cristianos a la vez que justifican la esclavitud. Personalmente, y a pesar de las muchas etiquetas en las que se me mete de manera gratuita, jamás he justificado la esclavitud, por considerarla anticristiana y contra la dignidad del ser humano, uno de los valores eternos del hombre que defiende el nacionalsindicalismo.
El capitalismo…instrumento al servicio de las oligarquías judías que tanto odian a los cristianos. Los judíos…individuos que piensan que los cristianos nos pudriremos en el infierno en medio de excrementos…Y el nexo de unión, los liberales…creadores de un sistema creador de desigualdades sociales impulsoras del marxismo…también fomentado por judíos. ¡Que bonita relación entre colectivos tan dispares en un principio!. ¡Y que luego digan que son mentiras conspiranoicas de locos!...
El caso es que dichos liberales quieren dar por sentado el tema. Por mí estupendo. Yo jamás tuve intención de entrar en su página si no me hubieran insultado de manera gratuita poniendo un enlace a mi blog. El colmo es que digan que han sufrido ataques verbales de “neonazis”. Vamos a ver, señores. ¿Entrar a decir que son unos hipócritas por declararse amantes de la libertad mientras se insulta a personas diferentes ideológicamente hablando es amenazarles?.
En su día, durante los primeros meses de la II República, cuando Azaña censuró a la prensa contraria al gobierno republicano-socialista (entre esa prensa se encontraba el diario de Ramiro Ledesma, “La conquista del Estado”) le dijeron: “En un sistema medianamente liberal cabe hacer, dentro del respeto a las leyes, la apología de sistemas contrarios al que prevalece, y si no admitimos esto, no queda ni recuerdo de la libertad”. Ideológicamente, los hay que dicen ser defensores de la libertad de expresión, pero únicamente para expresar la suya. Podrán reprocharme el ser totalitario. De acuerdo. Pero eso está en mi ideología. Y aunque esté en mi ideología, puedo afirmar haber hablado de política con individuos de corte anarquista y comunista de muy buenos modos, al contrario que con los liberales (tanto del PP como del PSOE, que por si alguien no se ha enterado, hace mucho que dejó de ser socialista). Como digo muchas veces, al final voy a representar los principios de la democracia mejor que los propios “demócratas”.
No quiero saber nada de bitácoras liberales. A partir de ahora, ni me voy a preocupar por lo que pongan. Tan solo voy a terminar con ellos diciendo que lo de que somos enviados de Satanás es una de las mayores chorradas que he podido leer.
¿Acaso los liberales no quemaron iglesias en su momento? (Francia, Revolución Francesa, quema de iglesias en nombre de la “libertad”). ¿Cuántas veces han sido quemadas las iglesias por los simpatizantes de Falange Española?. Lo digo ahora y cuantas veces sea necesario: la existencia a día de hoy del cristianismo se debe a los regímenes fascistas. De no ser por Mussolini, el comunismo italiano habría extirpado el cristianismo de raíz y arrasado a cenizas la plaza de San Pedro. De no ser por el Alzamiento Nacional, los republicanos del Frente Popular (donde estaban desde liberales hasta comunistas) habrían matado a todos los religiosos, quemado todas las iglesias y borrado cualquier rastro de cristianismo en España para siempre. Y, pese a que no era cristiano, de no ser por Hitler, no se hubiera podido hacer frente a la bestia comunista que amenazaba con expandirse por toda Europa y que amenazaba a toda nuestra civilización (luego, “curiosamente”, los liberales de Estados Unidos se repartieron el mundo con el comunismo).
Así que, por mi parte liberales, adiós, hasta nunca y…¡pudriros en el infierno!.
Pero no solo de liberales vive esta bitácora…
Había comenzado con el Evangelio de San Juan, en mi opinión, el mejor de todos los testamentos. Dios vino al mundo para salvar al hombre. En teoría, cualquiera puede ser salvado. Pero está claro que el llanto y crujir de dientes será grande. Y mucho.
¡Que mal me sienta que en una época en la que tenemos que sacar lo mejor de nosotros se me ponga de mal humor!...En fin, menos mal que Dios nos ama, que si no, prefiero no pensar en que sería de nosotros, los hombres. Por que si fuera por un servidor, a estas horas el Infierno estaría a rebosar.
Ya es hora de terminar. Quiero felicitar la Navidad a todos mis camaradas y gente de bien. Que Jesucristo nuestro Señor os proteja y que paséis una muy feliz Navidad rodeados de vuestros seres queridos. Recordar que en la madrugada del 24 al 25 tenemos que estar de testigos del nacimiento de Dios. Esa noche, debemos decir claramente que somos católicos y orgullosos de ello. Ojala la Iglesia comience a defender sus posturas de una manera más firme y no se deje pisotear más. Ya va siendo hora de poner en su lugar a mucho hipócrita.
¡Feliz Navidad a todos!. ¡Viva Cristo Rey!. ¡Arriba España, Una, Grande y Libre!.
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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