El rey Alberto II urge a los partidos a poner fin a la crisis política belga.

El monarca utilizó su discurso navideño para hacer un llamamiento solemne a todos los partidos, a los que pidió que den muestra de "valor" en una intervención mucho más política de lo habitual.

"Todos los elementos están sobre la mesa para llevar a cabo una profunda reforma del Estado", subrayó Alberto II, que consideró que todas las fuerzas deberán "hacer concesiones" y "afrontar sus responsabilidades".

El rey recibirá el próximo 3 de enero de manos del actual responsable de las negociaciones políticas, el socialistas flamenco Johan Vande Lanotte, el informe definitivo sobre la reforma del Estado que se discute desde las elecciones del pasado mes de junio.

Un acuerdo sobre ese documento -acerca del cual los partidos tendrán dos días para pronunciarse- es la clave para permitir que fructifiquen las negociaciones para formar una nueva coalición gubernamental.

El rey recordó hoy que la reforma supondrá una transferencia de competncias a las regiones, una mayor autonomía fiscal para estas y un pacto para la financiación de Bruselas, siempre manteniendo "una solidaridad real" en el país.

Entre los asuntos por resolver quedaría, admitió el monarca, el problema de Bruselas-Halle-Vilvoorde (BHV), el distrito electoral de la periferia de la capital símbolo de las tensiones entre flamencos y francófonos.

Las fuerzas del norte del país exigen acabar con la excepción que representan los municipios de los alrededores de Bruselas, situados en Flandes pero donde residen miles de francófonos, a los que se permite votar listas en su lengua como se hace en la capital, que es oficialmente la única región bilingüe del país.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)