La gestión de la Empresa Municipal de Urbanismo y Suelo (EMVS) de Madrid genera más sospechas cada día. Tras saberse durante la semana pasada que en sólo dos meses obtuvo permiso del Ayuntamiento para endeudarse por la astronómica cifra de 1.000 millones de euros, ahora se descubren las operaciones de auto – compra de suelo que el consistorio se hizo a sí mismo en los años 2008 y 2009.
Las operaciones, que superaron los 170 millones de euros de importe total, fueron compras de terrenos que, en algunos casos resultan bastante sorprendentes, aunque lo más llamativo es el propio método de compraventa: que la EMVS, cuyo máximo responsable es la concejal María Pilar Martínez López, compre terreno al Área de Gobierno de Urbanismo y Vivienda (AGUV), cuyo máximo responsable es la concejal María Pilar Martínez López.
Ventas sorprendentes
Varias de las operaciones resultan muy difíciles de explicar, en especial la compra de más de 500.000 metros cuadrados en Valdecarros, una zona de Vallecas cuyo plan de urbanización todavía no es definitivo, es decir, donde hasta dentro de varios años no será posible ni tan siquiera empezar a construir.
Sólo esta venta, realizada en 2008, supuso un coste de más de 100 millones de euros para la EMV, en un momento en el que la deuda de este organismo estaba ya creciendo a marchas forzadas y, como vemos, cuando para que esta “inversión” tenga sentido habrá que esperar varios años, entre cuatro y cinco como mínimo, aunque es previsible que finalmente sean todavía más.
Además, hay que recordar que en ese año 2008 ya estaba estallando la burbuja inmobiliaria y no parecía el mejor momento para proveerse de suelo de cara a un futuro en el que, como hemos visto, los precios tenían de bajar.
¿Terreno industrial para la EMVS?
Otro aspecto curioso de estas compras de terreno para la EMVS es que una entidad cuyo fin es, en teoría, la promoción de vivienda protegida para facilitar el acceso a la vivienda de los madrileños con menos recursos adquiera suelo cuyo uso es industrial.
Y esto es precisamente lo que hizo con dos parcelas de 5.300 y 4.300 metros cuadrados que la EMVS le compró en 2008 a la AGUV por un total de algo más de ocho millones de euros. Es decir, se gastaron ese dinero en algo que en teoría no pueden usar para nada.
¿Financiando el Ayuntamiento?
Se da la circunstancia de que las deudas de la EMVS, que a finales de 2009 ya se acercaban a los 900 millones de euros a los que es probable que haya que sumar los mil millones de nueva deuda que ha adquirido en los últimos meses, no computan a determinados efectos legales como deudas del Ayuntamiento de Madrid.
Así, tal y como denuncia el Grupo Municipal del PSOE en el consistorio madrileño, estas operaciones podrían encubrir una forma de la administración de Gallardón de conseguir liquidez en un momento en el que las cuentas municipales se encontraban, gracias al despilfarro del alcalde, al borde del colapso.
De hecho, la situación presupuestaria del Ayuntamiento es tan problemática que, precisamente en 2008, el Ministerio de Economía le prohibió endeudarse más, una prohibición que no afecta a la EMVS que es, en teoría, un organismo independiente. (Libertad Digital/C. Jordá)
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