No hubo sorpresas y el Racing superó al Sporting.

El Sardinero se llenó para tratar de dar alas al Racing ante el Sporting en un partido intrascendente para los asturianos y vital para los cántabros, después de haberse complicado la vida en la recta final del campeonato con cuatro derrotas consecutivas.

Con cinco equipos implicados en la lucha por el descenso y un amplio abanico de posibilidades, los racinguistas podían descender ganando y mantenerse perdiendo en función de los resultados de Xerez, Tenerife, Málaga y Valladolid. Tarde de transistores más que nunca en Santander.

Finalmente, Miguel Ángel Portugal no pudo contar con los veteranos Gonzalo Colsa y Pedro Munitis, al no estar recuperados de sus respectivas lesiones; y presentó un equipo inicial netamente ofensivo, con Tchité y Bolado en punta. Por su parte, Manolo Preciado salió con una alineación de circunstancias, plagada de suplentes.

Con estos mimbres, el Racing salió buscando superar por las bandas a un rival bien plantado en su campo, pero que apenas pasaba del centro del campo. En la primera media hora dominio absoluto de los locales sin que se tradujera en jugadas de peligro más allá de un balón que no llegó a rematar Tchité en el área pequeña y una volea del delantero burundiano que detuvo Juan Pablo.

El Racing lo intentaba, pero la ansiedad le hacía precipitarse en los últimos metros e incluso cometer errores en defensa como el que propició que el Sporting pudiera adelantarse con una contra de Carmelo, cuyo disparo final salió rozando la base del poste.

Sin embargo, en el minuto 35 Canales protagonizó una gran internada por el flanco izquierdo, que cortó el Sporting con una falta junto a la línea de fondo. Arana la sacó al palo corto para que Tchité cabeceara a las mallas.

Con el marcador a favor el Racing jugó mejor y pudo aumentar su ventaja con un buen remate de volea de Oriol, que despejó con apuros a córner el meta sportinguista. Tras el descanso, el Racing dispuso de tres ocasiones consecutivas en cinco minutos, la primera de Tchité, que a punto estuvo de adelantarse a Juan Pablo; y las otras dos de Bolado, con un disparo que a la escuadra que desvió el portero y con otro balón que cruzó en exceso ante la desesperada salida del guardameta.

Poco después llegó el segundo gol del Racing, obra de Mohammed Tchité, que le quitó el balón del pie a su compañero Bolado, para anotar sin oposición.

El gol tranquilizó a la afición que, al ver al equipo prácticamente salvado, aprovechó para demostrar su malestar con gritos pidiendo la dimisión tanto del presidente del club, Francisco Pernía como del técnico, Miguel Ángel Portugal.

A partir de ahí el partido transcurrió sin sobresaltos, con el Racing sin el hambre de gol del primer periodo pero manteniendo el control del centro del campo para dejar pasar el tiempo. No obstante, en los últimos minutos el Sporting fue mejor y si no acortó distancias fue porque Toño se lució con dos buenas intervenciones.



Fuente: AS (www.as.com)