Como introducción a esta cuestión se proyectó un documental sobre el Imperio Romano que sirviera de prólogo a los argumentos que a continuación fueran expuestos.
Nuestro colaborador Julio De la Cruz, Licenciado y Master Doctorado en Filosofía y Letras, comenzó su exposición haciendo una rápida síntesis de la evolución de la Historia de Roma a lo largo de sus mil años de existencia para centrar enseguida su atención en la propia “idea de Imperio”, idea exaltada en versos famosos de Virgilio “Tu regere populos Romane memento” y poniéndolos en conexión con otros no menos nobles de un poeta nuestro, Hernando de Acuña, que así cantaba en el auge del Imperio Español del César Carlos “un monarca, un imperio y una espada”.
Se repasaron y comentaron el auge y la caída de diverso imperios, el británico de la Reina Victoria, el portugués de Don Sebastián y Enrique el navegante, el ruso de Pedro el Grande, el otomano de Kemal Atatürk, el propio nuestro glorioso español, el austrohúngaro etc…para llegar a nuestra época y plantearse el tema de la descolonización en casos como la Guinea española, la Argelia francesa o la India británica, con la conclusión unánime de poder afirmar que son los pueblos europeos, herederos de la Grecia clásica y la Roma eterna, los que como depositarios de la idea de Estado y de Administración –“Tu regere populos Europa memento”-, diremos ahora, han sido señalados por el destino histórico para regir los pueblos.
Idea esta de imperio que desemboca entre nosotros en los años de la guerra civil, contienda ciertamente enfrentada entre dos místicas contrapuestas, la “mística de la patria y el imperio” frente a la “mística del pueblo”.
Carlos I, Hernán Cortés, Felipe II, el Gran Duque de Alba, el Conde-Duque de Olivares en una visión política con vocación de unidad e imperio, Don Quijote –obra absoluta del espíritu- y Don Juan –gran drama católico de la redención en el amor- con la misma vocación universal en la mitología literaria, Lope de Vega y Zorrilla y Rubén Darío como portadores en las letras de una idea cabal de España, son puestos frente a los modernos vendedores de nuestra patria rendidos al oro, unos ayer de Moscú, hoy otros de Rabat, mañana todos de Estambul – aspirante a Europa- y todos siempre del tío Sam… o, en otros ámbitos, frente a personajes en la literatura como Juan Goytisolo o Antonio Gala nostálgicos de una España patio de mezquita y jardín de Sefarad tocada de turbante y de kipá.
El legado de Roma en las obras públicas –Mérida, Alcántara-, en la lengua –con la geografía lingüística de “la Romania” y la gran creación, frente al idioma inglés, del modo subjuntivo o del pensamiento, el legado romano en el derecho como corpus de razón frente al derecho iletrado de raíz anglosajona, son puestos de relieve en su honda significación para nuestro ser esencial de españoles y romanos.
La segunda parte de esta charla se dedicó a las variadísimas teorías sobre la decadencia de Roma, con aplicación extraordinaria a nuestros días, algunas de ellas muy conocidas, otras no tanto, y las más de ellas lejos del conocimiento inmediato y general.
Se repasan estas teorías ordenándolas en teorías puramente militares: presión de los pueblos bárbaros sobre un edificio ya podrido, abandono de las antiguas formas de organización de las legiones..; teorías naturalistas: cambios climáticos, cosechas, plagas, pestes..; teorías políticas: burocratización, corrupción administrativa, inseguridad jurídica..; teorías económicas: manipulación de la moneda, precios, presión fiscal..; teorías raciales: desaparición de las élites debilitadas por mezclas continuas..; teorías culturales expansión de religiones orientales que se superponen a la vieja religión de los antepasados, selección al revés con manumisión de esclavos, matrimonios de libres y libertos, mentalidad servil.. ; teorías filosóficas: teoría del derrumbe de sociedades complejas que han de desembocar necesariamente en una sociedad más simple..; teorías aristocráticas: la minoría dirigente pierde su creatividad, caída de la capacidad y el mérito, desaparición de la “virtus” romana de la vieja clase gobernante ruda y viril que construyó el Imperio, vulgarización, barbarización, promiscuidad artística y religiosa, proletariados que se apiñan alrededor de la civilización para rematarla.
Como punto final se insertan estas teorías en la actualidad y se comprueba cómo desgraciadamente están vivas y presentes en nuestra propia decadencia de Occidente, donde como hoy el grito de ¡Roma, Roma, Roma¡ alude tan sólo a un equipo de fútbol, al grito de ¡España, España, España¡ y para satisfacción del enemigo, simplemente se celebra un gol.
Tras la exposición de Julio De la Cruz se cierra la tarde con las preguntas, el diálogo y el debate de todos los asistentes en esta nueva jornada de los “Sábados Culturales DN”
Fuente: Web de Democracia Nacional (www.democracianacional.org)
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