Berlusconi ataca de nuevo.

“Se ha juntado el hambre con las ganas de comer”. Esa es la conclusión que podemos sacar después de la que se ha montado en Italia tras unas palabras de Berlusconi hacia una ex ministra italiana.
De por si sabemos que Berlusconi políticamente podrá ser decente (sus medidas contra la inmigración ya nos gustaría tenerlas aquí en España) pero como persona podemos ver que es un tipo prepotente, mafioso y machista.
Y tras sus últimas palabras, la izquierda italiana y el movimiento feminista han aprovechado para atacar a su mayor enemigo político con esa excusa, por que saben que electoralmente no pueden con él.
Otra muestra más de cómo es la democracia: al ser la facción política con más miembros los conservadores de derecha siempre gana un sujeto cuya vida privada deja bastante que desear para un cargo tan importante.
Aunque también he de admitir que jamás he oído a Berlusconi criticar una cosa y hacer otra, como si hemos vista en España con el individuo que tenemos en la Moncloa.
Las palabras de ese señor no me parecen bien, pero me gustaría decirles a las feministas italianas que si estuvieran aquí solo estarían en el poder por que ciertos individuos las utilizan para presumir de progresismo y ganar votos, en lugar de valorarlas por su capacidad para realizar el trabajo.
Y ese es el verdadero machismo, el de la izquierda, el que rebaja a la mujer a condición de objeto.