Los patrones del barco Febel III, de Mariscos Rodríguez y del Alfonso Riera I, José Fernández y José Vaz, respectivamente, apresados junto al buque Sierra de Huelva desde la madrugada del pasado 9 de octubre en Guinea Bissau acusados de repostar gasóleo en alta mar, aseguraron hoy que echan en falta la ayuda del Gobierno de la Nación y lamentaron que "las negociaciones para salvar la situación han retrocedido".
En declaraciones a Europa Press, Fernández indicó que "no entiende este apresamiento ni esta sanción, ya que todo lo ocurrido se ha realizado dentro de lo legal", a lo que añadió que el repostaje "tuvo lugar el 23 de septiembre y el barco fue asaltado por las autoridades a las 03,00 horas del 9 de octubre", por lo que quedaron "incomunicados durante las 24 horas siguientes".
Asimismo, el patrón de Febel III reclamó al Gobierno central que "se preocupe más por los españoles y no ofrezca tantas ayudas al exterior", a lo que añadió Vaz, único español en el buque Alfonso Riera I, que "no llega suficiente información al barco y que los armadores están haciendo todo lo posible para solucionar la situación".
En este sentido, según precisó Fernández, la tripulación del barco, formada por un mauritano, seis senegaleses, cuatro guineanos y cuatro españoles, se encuentra "bien y el trato con las autoridades del país es bueno", aunque temen "las tormentas al encontrarse a bordo y coger enfermedades porque hay muchos insectos, apenas tenemos agua para ducharse diariamente y además se trata de un país con muy poca estabilidad".
EL CÓNSUL EN GUINEA NO SE HA PREOCUPADO
En cuanto a las empresas armadoras onubenses, ambos señalaron que "se están portando bien y se comunican todos los días", aunque Fernández se mostró "en desacuerdo" con la actuación del Gobierno de España, ya que el cónsul español en Guinea, "no se ha preocupado por la situación de los españoles apresados, sin razón porque todo está en regla". Respecto a la vuelta a casa, indicaron que la desconocen porque todo depende de la retirada o del pago de la sanción.
Por su parte, familiares de Fernández explicaron que "la comunicación es buena porque hablan todos los días", a lo que añadieron que esperan que "se solucione la situación porque las multas son muy altas". Al igual que José Fernández, su familia insistió en que "no ha aparecido nadie del Gobierno español, que ni siquiera se han preocupado por su situación actual".
Los armadores de los tres barcos apresados se encuentran reunidos en la Asociación Nacional de Armadores de Buques Congeladores de Pesca de Marisco (Anamar) en Huelva para "analizar la situación y buscar una solución para que se rebajen las sanciones". Del mismo modo, fuentes de la asociación insistieron que los armadores están realizando gestiones con el Gobierno central, la Unión Europea y las autoridades del país africano.
La sanción, que asciende a 100.000 euros por embarcación, fue interpuesta el pasado 13 de octubre y su plazo finaliza el próximo 28. (EP)
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