1. Impuesto a pymes: extensión del primer tramo del Impuesto de Sociedades que tributa al tipo reducido, pasando de 120.000 euros a 300.000.
El MSR considera que el primer tramo, en el que se concentra un alto número de PYMES, debe ser el más ayudado. En este tramo se concentran las PYMES de menor tamaño, las más necesitadas, por lo que toda medida en su ayuda para la recuperación económica es positiva. Podemos admitirlo sin rubor: es una medida aceptable y necesaria. Aunque la consideramos insuficiente por no beneficiarse los trabajadores autónomos y todas aquellas PYMES con pérdidas económicas, cuyo abandono por parte del Gobierno es evidente.
2. Definición de pequeña empresa: ampliación del concepto de empresa de tamaño reducido según el volumen de facturación. Se pasa de 8 millones de euros a 10 millones. Se podrán beneficiar 40.000 empresas, según las primeras estimaciones.
El MSR ve en esta medida una aportación de justicia y de ayuda a las pequeñas empresas. De esta forma, podrán acogerse más empresas pequeñas a incentivos fiscales que permitan recuperar la actividad económica.
3. Cuotas: eliminación de la obligación de todas las empresas a pagar cuotas a las Cámaras de Comercio.
El MSR no está de acuerdo con una medida que afecta por igual a PYMES y a grandes empresas. Las cuotas deberían de ser progresivas, empezando por la exención de pago de cuotas a las PYMES hasta el segundo tramo del Impuesto de Sociedades, y a partir de esa línea cuotas progresivas; cuanto más grande sea la empresa, más habrá de pagar, porque le cuesta menos hacerlo.
4. Amortización de impuestos: generalización de la libertad de amortización en el Impuesto de Sociedades hasta 2015 para todas las empresas. Hasta el momento estaba permitido únicamente a las pymes. Además se facilita la creación de empresas mediante la adaptación de las medidas contempladas en la Ley de Economía Sostenible sobre la reducción de plazos y costes.
El MSR sigue diciendo lo mismo: ¿por qué empresas colosales, como Repsol o el Banco Santander, se pueden beneficiar de estas medidas, si ya obtienen beneficios anuales tremendos? Las empresas que deben beneficiarse de esta amortización deben de ser las PYMES y en casos excepcionales empresas grandes con pérdidas que operen en sectores estratégicos de la economía española. A las grandes empresas que no invierten tanto en nuestro país como en otros para mayor beneficio, ni agua. A las que levantan el país cada día, toda ayuda es poca.
5. Regulación de las agencias privadas de colocación: es consecuencia de la reforma laboral que obliga al Gobierno a fijar el papel que podrán tener las empresas de colocación privadas.
No consideramos justo que tantos trabajadores buscando empleo sean víctimas del juego de las agencias privadas de colocación, tipo ETT, que buscan antes su beneficio propio de empresa privada que el del trabajador en sí, destinatario de su actividad. Es, por tanto, una medida que cuenta con nuestro rechazo por incidir en el proceso de mercantilización del desempleo. Este tipo de medidas transformará el desempleo en una actividad lucrativa más, proporcionando al paro una lógica de existir; generar un beneficio económico.
En el MSR creemos que se debe mejorar la eficiencia de los servicios públicos de empleo.
El trabajo no es una mercancía, el MSR piensa que es un derecho y un deber de los españoles. Por ello debe incentivarse la contratación de españoles frente a inmigrantes, ya que la mayoría de parados son españoles y no hay ningún tipo de incentivación para su contratación, algo que si ocurre con la contratación de inmigrantes. Ya existen, además, ayudas para el retorno a sus países de origen para los inmigrantes que estén en mala situación en nuestro país.
6. Paga a los desempleados: supresión de la ayuda de 426 euros a los parados sin prestación. Esta medida finalizará en febrero.
“Santa Rita, Rita…”. El Gobierno ha visto la inviabilidad de esta paga, que se hace insostenible. Pero si se empieza a ofrecer, se debe mantener. Esta medida no debe ser entendida como mera caridad, sino como un derecho adquirido por el desempleado al haber estado trabajando anteriormente por el bien común nacional. El Gobierno debe garantizar la subsistencia de todo trabajador, ocupado o no. Recortando, si hiciera falta, gastos en ministerios, reduciendo un 5% o mejor un 10% el sueldo de todos los políticos y destinando esos recursos a tratar de alargar este subsidio, bajo estrictas normas que aseguren que el que lo recibe no encuentra un trabajo realmente. Además, se deberían ofertar cursos reales para la reubicación laboral basados en el análisis de los sectores con mayor demanda de personal.
Asimismo proponemos la realización de tareas sociales por parte de estos parados, para lograr cumplir la ayuda a dependientes, que no se ha desarrollado según los plazos previstos, y lo poco puesto en práctica se ha reducido por culpa de la situación económica. Esto ayudaría a forjar un sano espíritu de comunidad y mantendría en buen estado la autoestima de los parados que sentirían que son parte de la fuerza trabajadora que hace moverse y fortalecerse a su país.
7. Servicios Públicos de Empleo: 1.500 orientadores laborales más con el objetivo de favorecer la creación de empleo.
El MSR espera que sean reales, y no simples cargos propuestos y escogidos “a dedo” por los responsables de la Administración afines al partido del Gobierno. Nos parce en el fondo algo superfluo e inútil, y aplicando nuestras anteriores propuestas estos orientadores no serían necesarios.
8. Aeropuertos: privatización del 49% de AENA. Se permite la entrada a capital privado en la gestión de los aeropuertos del Prat y Barajas mediante un régimen concesional.
¿Otra nueva creación de monstruos empresariales privados? Estas medidas son el primer paso para la gestión privada de la mayoría de AENA y los aeropuertos. Como siempre, medidas neoliberales aplicadas por los que se proclaman “socialistas”. Empresas y sectores estratégicos que gestionan servicios o productos fundamentales, como en este caso el transporte, controlan demasiados capitales como para ser privatizados. De lo contrario, se crean trusts y tendencias monopolísticas que concentran demasiado poder económico en sus manos, alterando a su gusto precios y condiciones que afectarían negativamente a la capacidad de consumo de los españoles.
El MSR no puede aprobar esta medida en absoluto.
9. Loterías: privatización del 30% la sociedad estatal de las loterías y apuestas del estado.
Exactamente, el mismo problema que con los aeropuertos. Con el añadido de posibles fraudes en los premios. Nos oponemos a ello desde el MSR.
10. Funcionarios: los empleados públicos de nuevo ingreso se integrarán en el Régimen General y que el Régimen de Clases Pasivas "quedará a extinguir".
Otra forma de ir reduciendo beneficios e incentivos al funcionariado más básico, el “mileurista”, como la mayoría de trabajadores españoles, que somos los que nos hacen pagar la crisis. ¿Por qué no afectan estas medidas a los altos directivos de la Administración, con sueldos desorbitados? ¿O a las millonarias subvenciones en el extranjero a Gobiernos y ONGs?
Sec. Nac. de Comunicación del Movimiento Social republicano
Fuente: Web del Movimiento Social Republicano (www.msr.org.es)
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