Adolfo Suárez. El presidente. - La Nación Digital

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lunes, 8 de febrero de 2010

Adolfo Suárez. El presidente.

Hace unos días se pudo ver por Antena 3 la película “Adolfo Suárez. El presidente”.
Era una especie de homenaje al principal político de la transición y primer presidente de la democracia española.
La película mostraba a un joven Adolfo Suárez ambicioso, que soñaba con ser el más precoz en todos los cargos políticos del Gobierno español de la época.
Gracias a la ayuda de uno de sus profesores en la Universidad, que le recomienda a un amigo suyo que trabaja en el Gobierno Civil, consigue trabajo en este órgano gubernamental y puede seguir estudiando.
A lo largo de la película, Suárez niega haber sido falangista alguna vez (cosa que es cierta), sin embargo, el hombre que le introduce en la política española viste una camisa azul y en su despacho se encuentra la bandera rojinegra con el yugo y las flechas.
A medida que su protector asciende en cargos políticos, el joven Suárez va detrás.
Años más tarde, tras haberse estancado la carrera política con la que soñaba, consigue un cargo importante en Soria, llegando incluso a entrevistarse con Franco cuando este se encuentra pescando.
Con el descaro mas absoluto, cuando Franco le dice que es muy joven, él dice que “nunca se es joven para servir a la Patria, y usted lo sabe que fue el general mas joven de Europa”.
Estas palabras contrastan radicalmente con las que les dice a un grupo de izquierdistas cuando ya es presidente de Gobierno, antes de dimitir, ya que cuando estos le insultan él les provoca diciendo que si con Franco vivían mejor.
El cargo de su vida, una vez ha sido ya ministro y secretario general del Movimiento Nacional, es cuando Juan Carlos de Borbón, sucesor de Franco como jefe de Estado, le proclama Presidente de Gobierno para que dirija la transición hacia un estado democrático.
Con la ayuda de una joven feminista y con títulos nobiliarios, consigue entrevistarse con Felipe González, líder del PSOE, y con Santiago Carrillo, cabeza del PCE.
Felipe González critica que ha habido cuarenta años para organizar elecciones y que solo se presentara si están todos los partidos. Curiosamente, antes de la Guerra Civil, muchos socialistas tenían que sus amigos comunistas les quitaran votos y militantes.
La entrevista con Carrillo se realiza tras la tensión existente tras los asesinatos de Atocha, donde unos simpatizantes de la llamada “extrema derecha” habían disparado contra unos abogados comunistas. Después de esto se organizó una concentración silenciosa llevada a cabo por los comunistas y calificada como ejemplar por los libros de Historia actuales. Sin embargo, la venganza comunista llegó días después cuando los GRAPO secuestraron a un miembro del Gobierno.
Una cosa que me llamó la atención fue ver a Carrillo con traje y corbata, muy alejado de la apariencia proletaria de sus comienzos que tanto defendía, y más cercano a la burguesía capitalista que criticaba.
Tras legalizar el PCE, Suárez recibe muchas críticas por todos lados (y con razón). Incluso en la misa le niegan la paz a él y a su mujer. Algo que se debería hacer con Aznar, Rajoy, Aguirre o Cospedal por su actitud ante el aborto.
Cuando recibe los reproches de Armada, hombre de confianza del Rey, dice que los comunistas han aceptado la bandera y la monarquía. Esto es mentira, ya que en todas sus manifestaciones lucen la bandera tricolor y hace poco, en el último congreso federal del PCE, dijeron claramente que ha llegado la hora de jubilar al Borbón.
Mas adelante decide presentarse a las elecciones generales como líder de una coalición de partidos de centro. Su secretaria le abandona por que sueña con una España gobernada por los socialistas.
Tras ganar la elecciones, sufre un mandato agitado, por la tensión entre las facciones políticas y la ola de atentados llevada a cabo por organizaciones terroristas y comunistas como ETA y GRAPO.
Ni siquiera el ser amigo del Rey (aunque en ese momento las relaciones están algo enfriadas) le sirve para continuar.
Decide presentar su dimisión como Presidente de Gobierno y en el acto de investidura del nuevo presidente, su produce un golpe de Estado militar. Unos guardias civiles, con Antonio Tejero al mando, entran en el Congreso y encierran a Suárez en una habitación con un guardia civil custodiándole. Este le dice que le da igual la democracia, que cobra una miseria, tiene familiares en paro y cualquier día puede ser él al que le metan un tiro en la nuca.
Claramente se puede observar la similitud de la España de 1981 con la de hoy. La única excepción es que ETA no atenta día si y día también como en el 81, sino una vez cada mucho tiempo y hoy, en 2010, su doctrina está mucho mas arraigada en la mentalidad de los vascos que entonces.
Al terminar la película, sacan unos créditos diciendo que gracias a Suárez disfrutamos en España de libertad y democracia.
Sinceramente, podemos dudar de esto, ya que en un verdadero Estado donde haya libertad nunca se juzgaría ni encarcelaría a nadie por vender libros con contenido político determinado.
Actualmente, Suárez está desaparecido de la vida pública por el Alzheimer. No me alegro por ello, ya que es alguien que no fue un traidor, sino un aprovechado. Mas traidor fue Fraga, quien disfrutó de los privilegios que tenia con Franco y luego ha vivido de la democracia hasta entrado el siglo XXI.
De todas maneras, ambos serán juzgados en la otra vida por haber jurado sobre la Biblia una cosa y luego haber hecho otra.

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