Cansancio mental.

En estos días pensaba publicar una nueva entrada, pero un problema producido en el aparato donde almaceno las futuras publicaciones lo ha impedido, y lo peor de todo, ha borrado para siempre muchas horas de trabajo pensando, investigando y escribiendo sobre los más diversos temas.
Para algunos solo seria un desafortunado contratiempo…pero para mi no.
Escribir para este espacio es una de las pocas cosas que alegra mi vida en medio de la rutina del mundo moderno. Este espacio ya forma parte de mi ser.
Últimamente estoy muy pesimista y desganado. Me siento un inútil y un estorbo para mi Patria. Siento decepcionar a los que son mis camaradas y se pensaban que era una persona con un carácter mas seguro.
Os pido perdón por haceros perder el tiempo en leer las sugerencias y opiniones de alguien que no sabe que rumbo dar a su vida y que se siente incapaz de enfrentarse al mundo.
Antes quería ser abogado, lo veía la mejor manera de hacer algo por España. Ahora solo quiero que llegue el verano para poder tener tiempo para mí y relajarme antes de hacer frente a la situación de turno.
Siento que me desmorono interiormente. No paro de suspender exámenes uno tras otro (excepto los de Historia de España), mi entorno no me comprende ni jamás lo hará…y no me encuentro con fuerzas para cambiar la situación.
Cuando pueda conectarme a algún ordenador con Internet os daré a conocer una de las sorpresas que os tenia reservadas, la única que conseguí salvar de aquellas entradas escritas y sin publicar. El resto, ensayos sobre nacionalsocialismo, historia, política y sociedad se han perdido para siempre. Y no es por ser prepotente, pero había algunas que eran magnificas, podría decirse que la culminación de todo lo que he escrito hasta la fecha.
¿Adonde debe recurrir un joven español cuando ni la Bandera rojigualda de la Patria ni la Cruz de Dios logran darle un mínimo apoyo emocional?. Esto último me duele tanto o más que suspender: el sentir que Dios y España han dejado de inspirarme fuerza.
No estoy abandonando mi fe y mis ideas. Solo pido tiempo para recuperar la confianza en mi mismo. Un tiempo para volver a recuperar la alegría por escribir y el ánimo de alzar mi voz ante la mentira y la injusticia. Quiero dejar atrás estos dos meses horribles e intentar comenzar de mejor manera el año a partir de este mes de Marzo.
En todo este tiempo que he estado sin internet en mi domicilio he podido sentir y comprobar el veneno que el Sistema nos inyecta sin que apenas lo percibamos.
Antes, podía conectarme un rato cada día y conseguir el antídoto que me daba valor para seguir afrontando el día a día y que eliminaba de mí cualquier rastro del Sistema.
Pese a todo, he podido aguantar sus embestidas lo mejor que he podido. Por eso el Sistema ha comenzado a combatirme mediante la injuria, tildándome de mentiroso únicamente por defender una determinada forma de pensar.
Por todo eso, ya he perdido la fe en las personas. Antes creía en el pueblo español y en especial en nuestra juventud. Ahora he terminado de comprender que para ellos siempre seré un “facha malo y genocida”, “un trasnochado anclado en el pasado”, “un tipo chapado a la antigua”. Hace unos días me di cuenta de que jamás comprenderán el nacionalsindicalismo por que no están capacitados para ello.
Hace ya un año que camino por este sendero. Un año en el que he aprendido muchas cosas. Sin embargo, aun me queda mucho por aprender, como nacionalsindicalista y como persona. Y se que todavía me queda mucho por sufrir.
Recorrer el sendero del nacionalsindicalismo es como luchar al borde de un abismo. A la derecha está el precipicio al que tengo riesgo de caer si no ando con cuidado. Y a la izquierda está el filo de la navaja de mis enemigos.
El camino es muy complicado y solo está destinado para unos pocos. Espero poder ser uno de ellos.