20 de Noviembre de 2010.

Se dice que las cosas cambian mucho de un año para otro. Sin embargo, tal día como hoy hace exactamente un año, escribía mi primera entrada sobre un 20 de Noviembre, deseando la unión del patriotismo del que desde hace unos meses antes me consideraba defensor. No sé como verán los demás la situación de un año hasta el día de hoy, pero yo la sigo viendo igual.
Podríamos empezar mirando las polémicas y confrontaciones de aquellos que consideran que las figuras de José Antonio Primo de Rivera y Francisco Franco son incompatibles. No es así (aunque pienso que sus modelos de ver el mundo tampoco son complementarios). A decir verdad, los dos son grandes hombres que deben de ser respetados. Uno, por fundar una formación cuyo objetivo era acabar con la política partidista y la gran vida de los políticos profesionales. El otro, por liderar a la España que no se iba a dejar convertir en el paraíso soviético con el que soñaban los anteriores mandatarios de las siglas del partido que está hoy en el poder.
Muchas veces he oído acusaciones a Franco de que fue responsable de la muerte de José Antonio. Que yo sepa, Franco no fue quien ordenó su ejecución; sino el Frente Popular de Alicante, que no dejó más alternativa a los jueces que la de condenarle a muerte (para que luego digan que los tribunales populares eran democráticos y no se dejaban llevar hacia la orgía de sangre).
También se le suele culpar a Franco de la “muerte” de la Falange original. Recordemos los incidentes de la zona republicana, donde los comunistas y los socialistas se llegaron a matar con los anarquistas. ¿Es que acaso era mejor la pluralidad política y la confrontaciones en el mismo bando que una única formación para todos?. Más que Franco, los culpables de la “muerte” de Falange fueron los conservadores oportunistas, y esos hoy no simpatizan con Falange, sino con el Partido Popular. Por lo tanto, Franco hizo lo que creyó más oportuno, por que antes que hacer una revolución o los cambios que se quisieran, estaba el objetivo prioritario de ganar la guerra.
Ahora bien, pese a que Franco liderara al bando nacional con gran éxito, he de decir que me defrauda su actitud respecto a la Segunda Guerra Mundial. España, tras la ayuda recibida del Eje, tendría que haber entrado en el conflicto de una forma mucho más directa. Aunque si lo pensamos de otra manera…¿Qué podía ofrecer la España de 1939 a la Alemania del III Reich?. Al parecer, Franco quiso entrar pero exigiendo los territorios del norte de África, a lo que Hitler se negó por que estaban bajo control de la Francia de Vichy, gobierno a favor del Eje. Yo me alegro de eso. Actualmente, Francia se ha convertido en una colonia de africanos, al igual que Inglaterra recibió grandes oleadas de jamaicanos y paquistaníes. ¿Acaso no hubiera recibido España toda esa inmigración musulmana de haber tenido algún tipo de control sobre esas tierras?.
De todos modos, pocos personajes históricos pueden presumir de haber aguantado casi 40 años en el poder como Jefe de Estado, sobreviviendo a innumerables cambios políticos y con una defensa del orden público que ya nos gustaría tener hoy (dudo mucho que en la España de 1939-1975 los homosexuales salieran a la calle envueltos en plumas a bailar encima de carrozas).
Pese a mi defensa de la revolución nacionalsindicalista, firmaría otro régimen como el de Franco si esta no pudiera ser posible. Mejor un Franco que un Zapatero, un González, un Aznar o un Rajoy (si llega a ser presidente, cosa que dudo mucho).
Este año hemos llegado al 20 de Noviembre con los ataques al Valle de los Caídos. En el Gobierno, que se cree representante de toda España para lo que quiere, hay personas que odian a los que murieron por sus ideales. De no ser así, jamás hubiera habido ninguna “Ley de Memoria Histórica”. Revanchismo, odio e incultura. Las banderas de los que pretenden cambiar la Historia aprovechando el olvido y la ignorancia de nuestro pueblo.
Esa ignorancia es la que lleva a creer la Leyenda Negra de que el Valle de los Caídos fue construido por presos políticos en condiciones de esclavitud. Para empezar, los presos políticos que trabajaron en las obras cobraban una pequeña cantidad, 7 pesetas, (no sé cuanto sería hoy en día) y se les rebajaba un día de la condena. Y en los 18 años que duró la construcción únicamente hubo 14 muertos en accidentes laborales (según los “progres”, todos los días morían muchos presos). Lo más irónico de todo es que los mismos “progres” que se quejan de la supuesta esclavitud luego van encantados a Egipto para sacarse fotos con las pirámides, que si que fueron construidas con un sistema esclavista. Y “olvidan” (o desconocen, algo típico también de ellos) que el escultor principal fue un militante del PSOE, Juan de Avalos.
Tal y como escuché hace unos días a Eduardo García Serrano, los que les ofende y molesta es la Cruz. Esa Cruz gigantesca que se alza hacia el cielo, sobre el edificio donde descansan los resto de José Antonio y Franco. Además de que el Valle de los Caídos es uno de los monumentos más visitados de España y el templo católico más grande del mundo.
Los “progres” no quieren la reconciliación de la que hablaba Franco cuando inauguró el Valle de los Caídos, diciendo que es un monumento al fascismo. Pues bien, yo tampoco quiero la “Ley de Memoria Histórica”, y me parece algo fantástico que en España exista un monumento de esas características en homenaje a los caídos por Dios y por España.
Lo que tiene que hacer el Gobierno es dejar de buscar confrontaciones entre los españoles con intereses electorales, por que algún día puede acabar volviéndosele en contra todas aquellas “sugerencias” vertidas desde diferentes colectivos acerca de volar la Cruz con dinamita o de celebrar “¿orgullos?” en el Valle de los Caídos.
Por mi parte, quiero terminar con palabras de José Antonio y de Franco, que por algo esta entrada es un homenaje para ellos:
“No es menester que repita ahora lo que tantas veces he dicho y escrito acerca de lo que los fundadores de Falange Española intentábamos que fuese. Me asombra que, aun después de tres años, la inmensa mayoría de nuestros compatriotas persistan en juzgarnos sin haber empezado ni por asomo a entendernos y hasta sin haber procurado ni aceptado la más mínima información. Si la Falange se consolida en cosa duradera, espero que todos perciban el dolor de que se haya vertido tanta sangre por no habérsenos abierto una brecha de serena atención entre la saña de un lado y la antipatía de otro. Que esa sangre vertida me perdone la parte que he tenido en provocarla, y que los camaradas que me precedieron en el sacrificio me acojan como el último de ellos”. Estas palabras de José Antonio encajan perfectamente con lo que sucede hoy. La ignorancia del pueblo español le impide conocer y comprender en que se basa el nacionalsindicalismo.
“No olvidéis que los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta. Velad también vosotros y para ello deponed frente a los supremos intereses de la Patria y del pueblo español toda mira personal. No cejéis en alcanzar la justicia social y la cultura para todos los hombres de España y haced de ello vuestro primordial objetivo. Mantened la unidad de las tierras de España, exaltando la rica multiplicidad de sus regiones como fuente de la fortaleza de la unidad de la Patria”. Franco no se equivocaba. Los enemigos de España siempre estarían esperando su oportunidad. Aunque uno de ellos ya se había introducido entre los españoles tras unirse España al capitalismo tiempo antes de la muerte de Franco. Pero los objetivos de la justicia social, la cultura y la unidad de España…a día de hoy siguen siendo igual de importantes.
¿Podemos ver a España alguna vez como Una, Grande y Libre?. Hace un año me mostraba muy optimista, ahora ya no tanto…En el día de hoy, únicamente me puedo limitar a rendir homenaje a dos grandes hombres que, con defectos y virtudes (igual que los demás), quisieron algo mejor que el frío materialismo para todos los españoles.