Obama celebra su primer año en la Casa Blanca con un revés electoral. - La Nación Digital

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miércoles, 20 de enero de 2010

Obama celebra su primer año en la Casa Blanca con un revés electoral.

Barack Obama celebra este miércoles el primer aniversario de su llegada a la Casa Blanca y lo hace con un sabor agridulce ya que su partido perdió ayer el escaño que dejó vacante Edward Kennedy en el Senado, lo que le deja sin la mayoría en esta cámara necesaria para sacar adelante la reforma sanitaria que se ha convertido en su principal apuesta.

El republicano Scott Brown, senador de Massachusetts desde hace cinco años, se impuso a la demócrata Martha Coakley, fiscal general de este estado, en la pugna para hacerse con el escaño del último hermano de la saga Kennedy, fallecido en agosto y que fue durante sus más de 40 años en el Senado un firme partidario de la reforma sanitaria.

El candidato republicano, muy poco conocido, basó precisamente su campaña electoral en su rechazo abierto a la reforma del sistema sanitario que propugna Obama y ahora dará a su partido la llave para romper la llamada mayoría 'filibustera' con que contaban los demócratas en el Senado, dificultando así la aprobación de la citada medida. Su victoria, además, es histórica, ya que los republicanos no lograban un escaño en el Senado por Massachussets desde 1972.

Después de que Coakley, que ha abierto una importante brecha en las filas del Partido Demócrata por sus críticas durante la campaña, admitiera su derrota, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, emitió un comunicado en el que Obama felicita a Brown por su victoria y asegura están "deseando trabajar con él sobre los retos económicos urgentes a los que se enfrentan las familias de Massachusetts y las familias de todo el país".

Pero además de poner en peligro la reforma sanitaria, la victoria de Brown ha lanzado una señal de alarma a los demócratas. Aunque tradicionalmente el partido del inquilino de la Casa Blanca suele perder escaños en las elecciones que se celebran al Congreso a mitad de mandato, ahora se teme que esas pérdidas puedan ser aún mayores a lo que se creía el próximo noviembre.

La pérdida del escaño de Edward Kennedy se suma a los dos puestos de gobernadores que el partido perdió en noviembre, por lo que ahora algunos demócratas están empezando a darse cuenta de que los estadounidenses no están contentos con la gestión que están haciendo del país, como también lo confirma la baja popularidad de Obama.

No obstante, aunque los republicanos parecen encontrarse ahora en una posición mejor que hace un año todavía hay por delante diez meses en los que la situación podría volver a cambiar. Para ello, los demócratas deben ganarse el apoyo de los votantes independientes. "Si no encontramos un modo de hablar a los votantes independientes, estamos acabados", reconoció a la CNN un alto responsable demócrata.

Por su parte, David Axelrod, uno de los consejeros más próximos a Obama, señaló al 'New York Times' que no ve estos resultados como un rechazo hacia la Casa Blanca. "Somos el partido en el poder, y como tal hay un elemento adicional de responsabilidad", admitió. "Creo que la gente tiene que saber que sus retos y sus preocupaciones son el principal asuntos de nuestro trabajo diario", añadió.

Obama, además, tendrá que reconsiderar algunas de sus prioridades legislativas, ante la pérdida de apoyo en el Congreso. Según los expertos, ahora es menos probable que los demócratas conservadores respalden cuestiones controvertidas propuestas por Obama, por temor entre otras cosas a que pueda representar su suicidio político.

GUANTÁNAMO

La otra gran apuesta que hizo Obama nada más llegar a la Casa Blanca fue el cierre del centro de detención en la base de Guantánamo (Cuba), además de poner fin a los interrogatorios agresivos a presuntos terroristas con técnicas como el 'waterboarding' (ahogamiento simulado) y cumplir con el respeto de la ley en su política antiterrorista.

Sin embargo, Guantánamo no ha cerrado aún sus puertas ni hay una fecha prevista para su clausura, aunque en este tiempo la Administración Obama sí ha conseguido el compromiso de sus aliados de recibir a algunos de los prisioneros que aún continúan en ella. Además, el presunto 'cerebro' de los atentados del 11-S, Jalid Sheij Mohamed, y otros presuntos terroristas vinculados a él serán juzgados en un tribunal civil en Nueva York y no por tribunales militares como estaba previsto inicialmente.

Pero quizá el gran logro de Obama en este primer año ha sido su capacidad de atraer la atención de todo el mundo y de generar esperanza de que realmente un cambio es posible. El primer presidente negro de Estados Unidos ha conseguido en estos doce meses mejorar considerablemente la imagen que de su país se tenía en el extranjero, acercándose a Rusia y tendiendo la mano al diálogo a países como Irán o Cuba.

Estos gestos fueron los que le valieron ser galardonado con el premio Nobel de la Paz en 2009. "Como presidente, Obama ha creado un nuevo clima en la política internacional. La diplomacia multilateral ha recuperado un puesto prioritario, con énfasis en el papel que pueden desempeñar la ONU y otras instituciones internacionales", argumentaron los miembros del Comité Nobel Noruego que entrega el galardón.

En este año, según el recuento realizado por la CNN, Obama ha visitado un total de 20 países: Canadá, China, República Checa, Dinamarca, Egipto, Francia, Alemania, Ghana, Irak, Italia, Japón, México, Noruega, Rusia, Arabia Saudí, Singapur, Corea del Sur, Trinidad, Turquía y Reino Unido.

FALTA DE APOYO

Por otra parte, Obama celebra su primer año como presidente con unos índices de aprobación muy bajos. Según el 'Sondeo de sondeos' publicado hoy por la CNN y que engloba las últimas encuestas publicadas en el país, el presidente cuenta con un respaldo del 51%, mientras que el 42% desaprueba su gestión.

"La tasa de aprobación media de Obama se mantuvo por encima del 60% hasta mediados de junio, y era del 55% a finales de octubre", explicó el director de sondeos de la CNN, Keating Holland. "Desde noviembre, su tasa de aprobación semanal, de media, se ha movido en torno al 50%", precisó.

Comparado con sus predecesores en el cargo logra resultados similares a Bill Clinton, también demócrata, pero lejos de los logrados por los Bush, padre e hijo. En enero de 2002, cuatro meses después de los atentados del 11-S, George W. Bush tenía una aprobación del 83%, mientras que en el caso de Clinton, en enero de 2004, era del 54%. Por su parte, George Bush, tenía un respaldo del 80% en enero de 1990, mientras que su antecesor, Ronald Reagan, es quien tenía una peor valoración un año después de su llegada el poder, con el 49% en enero de 1982.



Fuente: Europa Press (www.europapress.es)

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