Tony Blair ya era partidario de la guerra de Irak antes de reunirse con George Bush. - La Nación Digital

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martes, 12 de enero de 2010

Tony Blair ya era partidario de la guerra de Irak antes de reunirse con George Bush.

El ex primer ministro británico Tony Blair no cambió de posición respecto a Irak y respaldó la intervención militar en este país a raíz del encuentro que mantuvo con el entonces presidente estadounidense George W. Bush en abril de 2002, sino que ya antes era partidario de actuar militarmente contra el régimen de Sadam Husein si la vía diplomática fracasaba.

Este fue el mensaje que Alastair Campbell, portavoz de Blair en la época, dio este martes a la investigación oficial que se está llevando a cabo en Reino Unido sobre los motivos que llevaron al país a respaldar una ofensiva militar contra Irak en 2003 y que preside Sir John Chilcot. Asimismo, defendió la veracidad del controvertido informe sobre las armas de destrucción masiva iraquíes que sirvió de argumento para justificar la invasión.

Campbell, director de comunicación de Downing Street entre 1997 y 2003, es la figura más relevante que ha comparecido hasta la fecha ante la comisión de investigación y desempeñó un papel clave en la redacción del citado dossier. A este respecto, "defendió todas y cada una de las palabras" que éste incluye, aunque admitió que podría haber sido "más claro". No obstante, incidió, en ningún caso el documento infravaloró la amenaza que suponían la armas iraquíes.

Según el ex portavoz gubernamental, las acusaciones de que Blair "endureció" su postura respecto a Irak tras su encuentro con Bush en el rancho de éste en Crawford (Texas) que realizó el ex embajador británico en Washington Sir Christopher Meyer no son "precisas" y afirmó que éste ofreció "un retrato equivocado" del encuentro durante su comparecencia ante la comisión, diciendo que Reino Unido estaba entonces centrado en desarmar a Irak a través de la ONU.

"No acepto este análisis de que hubo un cambio fundamental en el enfoque y la política del primer ministro", aseveró Campbell, según la BBC, insistiendo en que Blair no creía que había que hacer frente a Sadam simplemente porque Bush "quería" que se hiciera. En este sentido, dijo que Blair escribió de forma privada a Bush en varias ocasiones durante 2002 asegurándole que Reino Unido "estaría allí" si fracasaba la vía diplomática y era necesario recurrir a una acción militar contra Irak.

El entonces primer ministro "creía genuinamente" que la falta de respeto por parte de Bagdad a las resoluciones de la ONU y su deseo de dotarse con armas de destrucción masiva eran cuestiones que debían abordarse, explicó, si bien confió que la cuestión pudiera "resolverse pacíficamente" hasta la víspera de la guerra.

ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA

En cuanto a las armas de destrucción masiva, Campbell afirmó que éstas se convirtieron en un tema central porque existía el sentir de que constituían una "amenaza seria y creíble" y así lo entendía también Blair. En cuanto al informe británico al respecto, subrayó que éste fue elaborado por el Comité Conjunto de Inteligencia y Downing Street no intervino en ningún momento para potenciar o minimizar sus afirmaciones.

Así, dijo que "nunca se dudó" que Irak tenía armas de destrucción masiva. "La creencia de que cuando las fuerzas entraran (en Irak) encontrarían las armas químicas y biológicas, todo el material recogido en el informe de septiembre (de 2002), era real, era profunda", aseguró.

Por otra parte, respecto al preámbulo de Blair que incluía el informe en el que éste afirmaba que estaba "fuera de dudas" que Sadam había seguido produciendo armas químicas y biológicas, el ex portavoz, que precisamente fue el encargado de redactarlo con posterior aprobación del primer ministro, defendió que los mandos de Inteligencia pudieron quejarse y no lo hicieron.

En su comparecencia del mes pasado, el presidente del Comité Conjunto de Inteligencia, Sir John Scarlett, consideró que el preámbulo de Blair era "abiertamente político" y estaba "bastante separado" del resto del informe.

NO HUBO PRECIPITACIÓN

Asimismo, Campbell negó hoy que hubiera precipitación en la decisión de invadir Irak. "Parece que quieren que les diga que Tony Blair firmó sin tener en cuenta los hechos, sin tener en cuenta las armas de destrucción masiva, vamos a deshacernos de este tipo (Sadam). No fue así", aseguró.

En cuanto a su relación con Blair, Campbell señaló que ésta era cercana si bien él formaba parte de un "círculo" de distintas figuras en Downing Street entre los que también había ministros, consejeros y responsables de inteligencia. En este sentido, aclaró que él nunca fue "un político" sino que su implicación en las discusiones políticas respecto a Irak tenía más que ver con cómo se comunicarían las decisiones que se tomaran.

Además, puntualizó que acudió a reuniones clave porque Blair así se lo pidió igual que estuvo a su lado "cuando Tony tomó la que claramente fue la decisión más difícil de su vida y de su carrera".

Está previsto que el propio Blair comparezca ante la comisión de investigación a finales de este mes, mientras que para la próxima semana se espera a los ex ministros de Defensa Geoff Hoon y de Exteriores Jack Straw.



Fuente: Europa Press (www.europapress.es)

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