Recordando las viejas gradas...Mundial de Francia 1938.

Después de que Italia se proclamara campeona del Mundo de futbol, diversos sucesos marcaban el rumbo de Europa.
En el corazón de nuestro continente, Alemania, con Adolf Hitler y el NSDAP al mando desde 1933, experimentaba una etapa de gran prosperidad económica y social, y el régimen recibía el apoyo y la admiración del pueblo alemán.
Por el contrario, en España, un frente popular de izquierdas parecido al que controlaba Francia había empeorado la situación y provocado que un grupo de militares bajo el mando del general Franco diera un golpe de Estado, lo que hizo que media nación los apoyara iniciándose así la Guerra Civil Española. Este suceso privó a España de participar en el Mundial de Francia en 1938 cuando tenía una de las mejores generaciones futbolísticas de su historia.
Italia acudía al Mundial de 1938 con la base de los campeones del Mundo de 1934, pero esta vez no iba a tener a favor el público y los árbitros.
Austria no pudo acudir por la anexión alemana, por lo que sus jugadores (excepto los judíos) participaron vistiendo la equipación alemana. Pese a ello, Alemania fue eliminada en la primera ronda por Suiza.
Se volvieron a repetir los saludos romanos por parte de Italia y Alemania, algo que no agradó a las autoridades francesas y a muchos exiliados italianos que vivían en Francia por que no apoyaban el gobierno de Mussolini.
Los exiliados italianos silbaron a sus propios jugadores cuando estos realizaron el saludo romano en el partido contra Noruega, a lo que el seleccionador italiano Pozzo respondió diciéndoles a sus pupilos que al terminar el himno lo hicieran otra vez.
Después de sufrir contra Noruega, eliminaron a la anfitriona Francia y en semifinales se enfrentaron a una prepotente Brasil que reservo a sus mejores jugadores pensando en una hipotética final y que había comprado billetes para viajar a la misma.
Pese a todos los inconvenientes, Italia llegó a la final contra Hungría y ganó por cuatro a dos.
En esta ocasión, el triunfo tuvo mucho mas merito debido a que esta vez lo había logrado sin ayudas arbitrales.
Italia se había confirmado como la mejor selección futbolística del Mundo. Técnicamente no eran gran cosa, pero eran muy buenos trabajadores dentro del campo. También hay que decir que jugaban algunos descendientes de italianos nacidos en Sudamérica, llamados oriundos, algo que mejoraba notablemente el equipo, en 1934 eran cinco y ya en 1938 solo uno.
El líder de aquella selección era el mítico Giuseppe Meazza, jugador del Inter de Milán y posteriormente del Milán, y que hoy da nombre al campo de San Siro donde juegan ambos conjuntos, dos equipos importantes del futbol italiano.
El estallido de la Segunda Guerra Mundial nos ha impedido saber la importancia que podría haber tenido este equipo en la Historia del futbol.