Ser Borbón es un chollo.

No hace falta decir que la fortuna de la Familia Real es una de las mayores de España. Debido a los altos sueldos militares que ganan el Rey el Príncipe por desfilar de vez en cuando y acudir a actos oficiales, añadiendo que los gastos de la casa los pagamos los españoles con nuestros impuestos, es normal que puedan disfrutar de esos veraneos por Mallorca que hacen todos los años.
Precisamente de las Baleares les ha llegado un “regalito”. Un empresario menorquín ha dejado en herencia una buena suma a los Príncipes de Asturias y a los nietos de los Reyes. En principio, la Familia Real jamás había conocido a dicho empresario.
Según han comunicado, una parte irá a asociaciones de ayuda a los necesitados. Permítanme que lo dude.
Los Borbones no son gente de fiar. No me puedo creer que los descendientes de una estirpe que vendieron a España a los franceses a cambio de un exilio dorado vayan ahora a rechazar dinero que les han regalado de sorpresa. De la misma manera, un Borbón juró seguir los principios del Movimiento Nacional y lealtad a Franco y al poco tiempo de su reinado permitió la llegada a España de criminales como Santiago Carrillo, quienes estaban detrás de matanzas hacia personas que habían defendido la monarquía.
Con frecuencia vemos banderas republicanas a cada sitio al que van. Ese trapo (al que jamás consideraré bandera de España) lo detesto, pero cuando veo que se lo sacan a los Reyes pienso que se lo tienen merecido. Pudieron impedir el retorno de esa gente a la sociedad española y, sin embargo, no lo hicieron.
Para esta gente no existe la crisis. Viven del cuento, de ostentar un titulo que ya, con el paso de los tiempos, causa más problemas de los que soluciona.
Un Borbón no es un Carlos I o un Felipe II. Solo es alguien que vive de la fama. La única diferencia que existe entre la Familia Real y Belén Esteban es que los primeros tienen más dinero y saben ser presentables.
Y no hablemos ya de las facilidades que tienen en la vida. Los “infantitos” siempre tendrán amigos detrás (aunque sea solo por su dinero y lo que representan) y vivirán rodeados de comodidad, disfrutando de los flashes de las cámaras.
Yo mañana podría pretender estudiar en la Universidad y quizá no pudiera por problemas económicos. En cambio, un infante de la Familia Real no solo entrará por que tendrá dinero de sobra, sino que le darán prioridad para todo e incluso le será mucho mas fácil aprobar que el resto. Podría existir la posibilidad de que le dejaran entrar gratis, pero no voy a aventurarme demasiado por que no tengo pruebas, sino suposiciones.
Aunque estos Borbones ya no son lo que eran: si Fernando VII se enterara de que uno de sus descendientes se ha casado con una mujer casada a los ojos de Dios, a ese señor le hubiera dado un infarto ante tal “pecaminosa” acción cometida por uno de los suyos.
Con frecuencia oigo que la monarquía es lo mejor por qué esa gente está muy bien educada. Y es verdad, con ese dinero se pueden permitir algo así. También si yo hubiera sido educado en ese ambiente podría ser igual o más educado ellos.
“Consideremos a la monarquía como gloriosamente fenecida”. Estas palabras de Jose Antonio son tan ciertas hoy como en el día en que las pronunció. La monarquía dio tiempos buenos a España históricamente hablando. Lo reconozco, es la verdad. Pero a partir de cierto momento, comenzó a suponernos una losa muy pesada para el pueblo español: escándalos sexuales, traiciones, intrigas…Todo esto hecho por los Austrias menores (Felipe III y IV) y los Borbones.
Ideológicamente, me considero partidario de un sistema republicano. Como siempre, he de aclarar que con esto no me refiero a una II Republica gobernada por marxistas.
Grandes hombres como Jose Antonio Primo de Rivera y Onésimo Redondo fueron monárquicos antes que nacionalsindicalistas. Creyeron que la monarquía todavía podía solucionar los problemas de la Patria. Cuando vieron que no era así, defendieron la bandera del nacionalsindicalismo poéticamente.
Los tiempos cambian y hay que buscar lo mejor para España. Por ahora, lo más urgente es intentar restaurar un mínimo sentimiento nacional. Pero entre las medidas a tomar no descartaría la abolición de la monarquía, siempre y cuando sea para instaurar la Republica Sindical. En el caso de una republica socialista bajo el amparo de la tricolor, preferiría el sistema político actual incluso. Como dice el refrán, mas vale lo malo conocido que lo malo por conocer.