Es algo muy habitual el ver a personajes dedicados a estudiar la Historia culpar a Alemania de lo sucedido en las dos guerras mundiales, responsabilizando de tan horribles matanzas al pueblo germano. Pero pienso que si repasamos la Historia podremos comprobar como Alemania no entró por gusto en ambos conflictos bélicos, sino para defenderse.
La Primera Guerra Mundial viene del periodo conocido como “paz armada”. Todos los grandes imperios europeos realizaban una gran política de armamento en previsión de las posibles luchas futuras, dando importancia también a las alianzas con los vecinos que les pudieran resultar útiles.
El gran artífice de la paz armada fue Otto von Bismarck, uno de los grandes responsables de la unificación alemana bajo el trono imperial de Guillermo I. A la muerte de este, ascendió al trono su hijo, Guillermo II, quien prescindió de Bismarck.
Durante el mandato de Guillermo II, Alemania tenía de aliados en Europa a sus vecinos del Imperio Austro-Húngaro e Italia.
El 28 de Junio de 1914 visitaba Sarajevo (Bosnia) el heredero del trono austro-húngaro, Francisco Fernando, que se encontraba de visita por diferentes lugares de su futuro reino. Un estudiante bosnio, Gavrilo Princip, relacionado una organización terrorista (Mano Negra) que buscaba unificar Bosnia con Serbia, disparó sobre Francisco Fernando y su esposa, matándoles a ambos.
Austria culpó a Serbia del asesinato. Los serbios se desentendieron, y Rusia, aliado de los pueblos del este, y seguramente quien estaba detrás del asesinato, amenazó con la guerra a los austriacos si atacaban a Serbia. Por otra parte, los alemanes amenazaron a los rusos con intervenir si atacaban a sus vecinos.
Lo que sucedió fue una reacción en cadena de todas las alianzas europeas. Austria declaró la guerra a Serbia, Rusia se la declaró a Austria, Alemania a Rusia, y acabaron interviniendo Inglaterra y Francia ante la declaración de guerra de los alemanes a los franceses por que estos apoyan a Rusia. Como se ve, esto es un complicado rompecabezas en el que se ponen en marcha las alianzas y donde Alemania se ve obligada a intervenir por tratados políticos firmados antaño. Un caso curioso es el de Italia, que como deseaba anexionarse territorios en poder austriaco, acabó cambiando de bando.
A partir de aquí, ya sabemos como continúa la Historia: Alemania invade Francia rápidamente, parece que va a ganar sin hacer mucho desgaste, pero los frentes se estabilizan durante cuatro años. Rusia entra de manera desastrosa debido a su anticuado ejército y los comunistas aprovechan la oportunidad para tomar el poder derrocando al zar Alejandro II. Y, tras acabar una guerra sangrienta, trágica y en la que se emplean por primera vez armas como los gases lacrimógenos y los bombardeos a las poblaciones civiles, Francia e Inglaterra salen como grandes beneficiadas imponiendo a Alemania un injusto tratado de paz (el de Versalles) donde se le culpa de todos los males ocurridos en el mundo en aquellos cuatro años, obligando a los alemanes a pagar cuantiosas cantidades de oro para saldar la deuda con los vencedores.
Alemania fue considerada la única culpable cuando la mayor responsable de todo fue Rusia, que apoyaba en secreto a grupos terroristas eslavos y fue quien decidió que el archiduque Francisco Fernando debía morir, provocando la reacción en cadena que originó el conflicto. Y no solo eso, sino que el estado de hambre en el que el zar ruso mantenía a su pueblo provocó la revolución bolchevique, que comenzó a ceñirse como una amenaza sobre toda Europa.
Las humillaciones llevadas a cabo por los vencedores hacia Alemania no tardaron en notarse. La República de Weimar, surgida antes de la finalización de la guerra y que fue quien negoció el vergonzoso tratado, no era capaz de resolver el problema de la inflación económica. La moneda se había abaratado tanto que se llegó a comprar una barra de pan por un millón de marcos.
Añadido a la situación económica, grupos de extrema derecha y nacionalsocialistas (que no tenían nada que ver entre si) culpaban al gobierno de ser el responsable de la derrota alemana y de la vergüenza nacional, acusándoles de marxistas.
Entre la minoría nacionalsocialista antes mencionada se encontraba un joven voluntario del ejercito alemán llamado Adolf Hitler, quien había decidido enrolarse en las filas alemanas tras negársele un puesto en el ejercito austro-húngaro por motivos de salud.
Durante su etapa como soldado voluntario, Adolf Hitler sufrió en su propia persona los efectos nocivos de los gases empleados por el enemigo y la dureza de las trincheras. Todas estas experiencias las recoge en “Mi lucha”, donde culpó de la derrota a los marxistas y a la prensa alemana, que según él, “había mostrado a los enemigos de manera ridícula, relajando a los soldados antes de entrar en combate, al contrario que la prensa francesa o británica, quien había mostrado a los alemanes como enemigos difíciles”. Todo esto fue escrito durante una estancia en prisión tras un intento de golpe de Estado contra la República de Weimar llevada a cabo por militantes del NSDAP, formación nacionalsocialista en la que Adolf Hitler se había afiliado con el número 7 y que había conocido cuando sus superiores del ejército alemán le mandaron a investigarla.
El nacionalsocialismo había surgido durante la guerra y tenía similitudes con el fascismo italiano, movimiento que también está relacionado con la guerra y sus consecuencias, con la diferencia de que los fascistas italianos protestaban por la poca recompensa que se le había dado a Italia pese a haber estado en el bando de los vencedores y exigían que fueran ellos quienes llevaran el control de la nación italiana ante la inestabilidad provocada por los comunistas por que ellos eran quienes habían arriesgado sus vidas luchando por su patria, mientras que los nacionalsocialistas alemanes querían eliminar la vergonzosa condena impuesta a su país por la guerra y recuperar su puesto de potencia mundial.
Adolf Hitler se encargó de la propaganda del entonces Partido Obrero Alemán y comenzó a crecer su número de afiliados y simpatizantes. Los detractores de estos movimientos lo justifican como la desesperación de la gente cuando pasa hambre…y yo añadiría que cuando no tiene nada que llevarse a la boca la gente puede razonar mas seriamente por que se juega su vida.
Tras comprobar que la vía golpista no serviría de nada, el NSDAP cambió su política. A comienzos de la década de los 30, eran la segunda fuerza política en Alemania, donde habían conseguido arrebatar las masas obreras a las formaciones marxistas.
La democracia estaba muriendo en toda Europa debido a que no tenía un estado del bienestar sobre el que mantener engañada a la población tal y como sucede hoy.
En 1932, mientras en España teníamos un gobierno de coalición entre socialistas y republicanos de izquierda, en Alemania se producía el ascenso de Hitler a la cancillería, y un año después, a la jefatura de Estado, que unificó tras el incendio del Reichstag por parte de los comunistas. Este hecho es negado, acusándose a los nacionalsocialistas de haber sido los responsables, pero no tiene sentido alguno. Si ya estaban en el poder, no necesitaban excusa alguna para ilegalizar a la oposición, y más cuando iban de frente y anunciaban claramente sus objetivos en su programa político de los 25 puntos.
Nada más llegar Hitler a la cancillería, los judíos sabían que sus planes económicos internacionales serían frenados en seco por Alemania, por lo que decidieron crear una propaganda alarmista y de descalificación contra los alemanes. Sin embargo, la apuesta les salió mal, por Alemania resurgió económicamente gracias a la labor del nacionalsocialismo, que potenció la cultura alemana, una economía agrícola e industrial más fuerte, e inició una política social brillante, como la creación de un coche barato para que todo ciudadano se lo pudiera permitir (el primer Volkswagen), consiguió el pleno empleo gracias a eficaces políticas laborales (cosa que ya nos gustaría a los españoles) y construyó la mejor red de carreteras de Europa (que fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial y que hasta los 60 no se igualó en Francia) y muchísimas viviendas de protección oficial. Se podían añadir muchas más cosas, como el “auxilio de invierno”, creado para ayudar a los más desfavorecidos y que no se murieran de hambre, siendo de aquí de donde Mercedes Sanz Bachiller tomó la idea para crear en España el “auxilio social”. En resumen, Hitler vencía a la banca judía.
Evidentemente, tanto bienestar social y económico sin capitalismo ni comunismo no agradaba a los judíos, quienes controlaban tanto Estados Unidos (la mayor potencia capitalista) como la URSS (la gran bestia comunista). Y quien no se lo crea, que mire que origen tenían Lenin o Stalin, o incluso el propio Marx. Es demasiado “sospechoso” que siempre estén los mismos detrás del comunismo.
La URSS amenazaba con expandir el comunismo por toda Europa, pero tras el ascenso de Stalin, su política se limitó en parte a estabilizar el comunismo en Rusia mientras ayudaba a sus aliados extranjeros, sobre todo por que debido a las purgas apenas podía contar con un ejército. Temerosos de que Alemania les destrozara, Stalin pactó con Hitler el reparto de Polonia.
Antes de invadir Polonia, Alemania ya se había anexionado Austria y Checoslovaquia, con el objetivo de crear la “Gran Alemania”.
En un principio, Hitler no quería el enfrentamiento directo con la URSS, prefiriendo ganar territorios para su pueblo antes que ir a combatir al comunismo. Stalin, conocedor de la poca fuerza del Ejército Rojo, quería ganar tiempo.
Y en Septiembre del 39 se invadió Polonia, en mi opinión, un fallo gordo de Hitler, por que Polonia era un país tradicionalmente católico y que podía haber sido un fiel aliado en la lucha contra el comunismo. Al final del conflicto, Polonia acabó siendo un régimen comunista títere de la URSS, culpable de genocidios como el de Katyn. En esta ocasión los comunistas también acusaron a los nacionalsocialistas de ser los culpables cuando habían sido en realidad los rusos. Volvía a repetirse el hecho de que los comunistas mintieran culpando a otros.
Una vez repartida Polonia, la guerra continua, formando dos bloques, el Eje y los aliados.
En el Eje estaban Alemania, Italia y Japón apoyados por los regimenes fascistas surgidos en el este tras la invasión alemana de aquella zona de Europa. España se declaró neutral, pero envió voluntarios a combatir a los comunistas en Rusia.
La entrada de los alemanes en Rusia fue el mayor fallo de Hitler. Sin pensar en que a las tropas alemanas les podía atrapar el invierno, entraron en Rusia conquistándolo casi todo, pero quedándose a las puertas de Leningrado. Los alemanes y sus aliados sufren el duro invierno ruso, el mismo que había derrotado al ejército de Napoleón un siglo antes.
A estas alturas, Alemania ya había invadido Francia, consiguiendo la revancha del tratado de Versalles.
Sin embargo, con el paso del tiempo las trincheras comenzaron a retroceder en dirección a Berlín, donde acabó todo. La versión oficial es que Hitler se suicidó en el bunker donde se refugiaba junto a su amante Eva Braun, aunque otras versiones dicen que huyó a Sudamérica. Antes de llegar a Berlín, el Ejército Rojo (con la presencia de frentepopulistas españoles) se dedicó a violar en masa a millones de mujeres alemanas, a la vez que los defensores de la democracia bombardeaban una población civil con artefactos incendiarios.
Respecto a sus aliados, Mussolini había sido asesinado por los comunistas italianos y todos los regimenes pro-germanos del este habían sido reemplazados por gobierno comunistas títeres de la URSS, mientras que los japoneses habían sufrido los efectos de la experimental bomba atómica.
Rápidamente, los desagradecidos hicieron acto de presentación diciendo que Hitler los había engañado, que ellos no sabían lo que pretendía, que jamás le habían apoyado…todo esto lo decían los mismos que se habían beneficiado de sus políticas sociales y que antes de la guerra presumían de ser los más nacionalsocialistas.
Alemania fue acusada de nuevo como la gran culpable, cuando solo se había limitado a unificar a su pueblo y salvarlo de las potencias internacionales que querían hundir un régimen que podía vivir sin la Bolsa de Nueva York. Fue dividida en dos, quedando el lado oriental en garras comunistas, algo que se sigue notando a día de hoy por la presencia del comunismo en esa parte del país.
¿De verdad es Alemania la culpable de todas esas catástrofes?. ¿No sería más lógico pensar que el responsable es Rusia?.
viernes, 2 de julio de 2010
Alemania no fue la culpable.
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