Zapatero se jacta de ofrecer a ETA la anexión de Navarra al País Vasco.

El presidente del Gobierno reconoce que, a su juicio, los dos logros más importantes de su mandato son la abrupta retirada de la tropas de Irak y su negociación política con ETA, que, dice, supone la “solución definitiva” a la actividad criminal de los terroristas. Éstos, por su parte, auguran en un comunicado conocido ayer que “Euskal Herria está a las puertas de vivir un periodo de cambio”, vanagloriándose del “resultado fructífero” de su sanguinario historial.

Con el inmediato precedente de los beneficios penitenciarios que el Ministerio del Interior que dirige Alfredo Pérez Rubalcaba acaba de otorgar a nueve presos terroristas que acumulan penas de 785 años de cárcel y 38 víctimas mortales, las constantes apelaciones a un próximo fin de la banda en boca del presidente de los socialistas vascos –negociador en el último falso proceso de paz–, Jesús Eguiguren; y sus contactos con miembros del ilegalizado brazo político de ETA, dibujan un escenario de negociación que, tal y como ya ha relatado este diario –además de contactos con socialistas–, parte sobre la base de los acuerdos de Loyola.

El falso proceso de paz del que se felicita Zapatero, incluyó, como relató El Mundo, la oferta del Gobierno de Zapatero a ETA para la creación de un organismo común vasco navarro, la modificación de los estatutos de ambas comunidades y la creación de una comisión interparlamentaria, entre otros. Los negociadores de Zapatero también esgrimieron sus iniciativas para que no prosperaran procesos judiciales contra la banda



Fuente: La Gaceta de Intereconomía (www.intereconomia.com)