Editorial 8/07/2010.

Anoche España entera fue una fiesta en la que multitud de personas se sintieron parte de una misma identidad. La Selección Española de Fútbol se clasificaba para la final del Mundial de Sudáfrica tras eliminar a Alemania por un gol a cero. Desde aquí, felicitamos a los jugadores y al cuerpo técnico por llevar oleadas de ilusión a los hogares españoles.
Es un serio motivo de reflexión el que los españoles solo sepamos unirnos para acontecimientos deportivos de primer nivel en detrimento de otras cosas que nos suelen afectar más a lo largo de la vida diaria, como son aquellos campos dejados en manos de políticos profesionales que utilizan al pueblo español como si de un instrumento para tener el poder se tratara.
Sin embargo, al igual que en la política, siempre hay excepciones en el fútbol. Al parecer, hay colectivos políticos a quienes la buena marcha de la Selección Nacional les ofende y molesta, llegando incluso a apuñalar a una persona por llevar una camiseta del equipo de España. Este desagradable suceso no ha ocurrido ni en Bilbao ni en Barcelona, capitales predilectas de los separatistas, sino en Pamplona, durante el transcurso de los San Fermínes.
Lo único que podemos pedir desde “La Nación Digital” es el cese inmediato de este tipo de sucesos, por que es vergonzoso, lamentable y preocupante que una persona sea agredida en su propio país por llevar un símbolo nacional.