El cáncer de Pamplona.

No pensaba publicar nada hasta dentro de un par de días, pero el reportaje emitido por los de Cuatro acerca del Osasuna-Real Madrid de anoche me ha indignado tanto que no me he podido contener.
Es bien sabido la afición ultra de Osasuna, los abertzales de Indar Gorri, sacan su lado más primitivo cada vez que el club del que soy ferviente seguidor visita ese estadio dejado de la mano de Dios. Hechos como los vistos anoche confirman la teoría de que somos descendientes de los monos, ya que algunos de nuestros semejantes todavía parecen seguir en ese estado animal.
Entre las perlitas que soltaron, estaba la de gritar a Xabi Alonso: ¡español hijo de puta!. Seguramente esto lo dirán por el fichaje del jugador por el Real Madrid este verano, ya que Xabi Alonso nació en Tolosa, un pueblo de Guipuzcoa, y comenzó su carrera futbolística en el filial de la Real Sociedad de San Sebastian, estando media temporada cedido en el Eibar y llegando al primer equipo de la Real Sociedad. Seguro que durante esta etapa de su carrera jamás recibió ese tipo de insultos, incluso seria hasta apreciado por los mismos abertzales que anoche le insultaron.
Entre todos los insultos que normalmente suelen soltar al equipo blanco y a sus jugadores (anoche sobre todo se cebaron con Cristiano Ronaldo) también añadieron algunos contra España y la selección nacional de futbol al grito de: ¡puta España, puta selección!.
Además de los insultos, también hubo gestos de amenaza hacia los jugadores del Real Madrid tales como el pulgar alrededor del cuello y lanzamiento de objetos y escupitajos.
Lo curioso es que odian mucho a España pero para insultar usan la lengua común de todos los españoles y no el euskera, como tendrían que hacer los vascos orgullosos.
Dichos sucesos me están recordando a lo vivido en la última final de Copa entre Barcelona y Athletic Club. Por supuesto, nadie se quejara de esto, y esos sinvergüenzas seguirán campando a sus anchas por nuestros campos de futbol. Encima no se pueden tomar medidas contra ellos, ya que los jugadores de Osasuna apoyan a un sector que hace muchísimo ruido y eso les permite crear ambiente en el campo, facilitando que un equipo tan pobre técnicamente aguante tantos años en Primera División.
Y todo esto pasó en Pamplona, Navarra, no es Bilbao, Álava o San Sebastian. Luego hay muchas personas que dicen que los navarros están ajenos al tema del separatismo vasco. Claramente se pudo comprobar anoche que ese cáncer también está extendido (y firmemente) a tierras navarras.
Podría jugarme el cuello, la cabeza y el cuerpo entero a que los mismos que insultaban anoche a España aprovechando la visita del Real Madrid son los que reventaron la manifestación de FE-La Falange en Pamplona del pasado 11 de Octubre con motivo del día de la Hispanidad.
Lo curioso es que cuando los incidentes se producen en el lado contrario si que hay represalias. Cuando Osasuna visito el Bernabeu hace un año, la peña Ultras Sur les dedicó una gran bienvenida en la calle, con resultado de cargas policiales y un par de detenidos. Esos chicos lo único que hicieron fue ponerse delante de la puerta destinada a la afición visitante y gritarles: ¡Española si, ikurriña no!, ¡que viva España!, ¡España una, no cincuenta y una! y ¡todos a una, puta Osasuna! (algo que se oye en todos los campos españoles para desconcentrar al rival). Yo estuve viendo todo eso y afirmo que esa gente no hizo nada para que se cargara contra ellos, incluso los abertzales bajaban con los humos mas subidos provocando con sus bufandas e ikurriñas (aunque he de decir que uno que iba con una ikurriña entró corriendo al campo).
Ya durante el partido, esos cánticos de los Ultras Sur se repitieron e incluso se gritó: ¡Euskal Presoak, cámara de gas!. Esto último le costó al Real Madrid una sanción de la Federación Española de futbol (presidida por un vasco) de 4000 euros.
Una vez más, los actos de la cantera de ETA quedan impunes. Por que por mucho que digan, los mismos individuos organizan manifestaciones a favor de presos terroristas, regentan herriko tabernas, destrozan mobiliario urbano en actos de kale borroka y sueltan gritos en contra de la unidad de España y a favor del terrorismo en el Reyno de Navarra, San Mames o Anoeta son los mismos. Y precisamente es en los campos de futbol donde tienen su particular ikastola en la que realizan las actividades extraescolares.
Gracias a Dios no todos los vascos y navarros son así. Algunos, pese a la dificultad, se mantienen fieles a España y defienden la unidad de España. Lo mismo con los patriotas españoles que resisten en Cataluña y Galicia. La situación es difícil en toda España, pero no tienen que poder con nosotros.