El 64% de los vascos no se siente libre para hablar de política.

La legalización de Bildu y su toma del poder en la Diputación de Guipúzcoa y en más de cien ayuntamientos, incluido el de San Sebastián, es visto por uno de cada dos vascos como una oportunidad para la paz. En concreto, el 56 por ciento de la sociedad vasca cree que el asentamiento de los radicales en las instituciones, tras recibir un 25% de los votos el 22-M, supone un avance de cara al cese de la violencia. Ello pese a que la mayoría considera insuficientes los movimientos emprendidos por ETA y por la propia «izquierda abertzale», que sigue sin condenar a la banda (un 69% y un 58%, respectivamente) y desconfían del impacto negativo que su gobierno pueda tener en proyectos estratégicos.Como dato preocupante, empeora el sentimiento de libertad para hablar de política en el País Vasco (solo el 36% lo hace tranquilo), sobre todo entre los no nacionalistas (29%), por lo que el 64% no se siente libre para compartir sus reflexiones políticas.

Estas son las principales conclusiones extraídas del último Euskobarómetro, el estudio semestral sobre la opinión pública vasca que dirige el catedrático de Sociología de la UPV Francisco Llera. En este sondeo, realizado a 1.200 ciudadanos nada más celebrarse las elecciones municipales de mayo, «se dispara» el optimismo sobre el final de ETA, cuyo respaldo social se reduce a mínimos históricos. Sólo un 1 por ciento de la población dice apoyar de forma total y explícita a la banda. Entre el electorado de Bildu («engordado» por votantes del PNV y antiguos abstencionistas seducidos por su nuevo discurso pacifista) solo un 4% es incondicional a ETA.

Pese a que la violencia sigue desaparecida de los primeros puestos en preocupación ciudadana (gana el paro por goleada), persiste la desconfianza (52%) en la voluntad de ETA de bajar la persiana y también en la predisposición de Batasuna de respetar las reglas de la democracia (un 45 % tiene dudas).


Fuente: ABC (www.abc.es)