El Papa apela a que los avances médicos respeten la vida.

El Papa ha comido con unos cien obispos, arzobispos y cardenales en el Arzobispado. En este encuentro Benedicto XVI ha podido degustar comida típica de la ciudad condal, y como postre, una reproducción de la Sagrada Familia hecha de chocolate y crema catalana.

Después de descansar unos instantes, el Obispo de Roma ha partido desde el palacio episcopal hacia la Obra Benéfico Social del Nen Déu, perteneciente al Arzobispado de Barcelona, que atiende a discapacitados físicos y psíquicos agudos, con el objetivo de mandar un mensaje de "sí a la vida", en sintonía son las palabras que ha pronunciado esta mañana durante la homilía en en la Sagrada Familia.

Benedicto XVI ha sido recibido con la efusividad, los gritos, vítores y cantos de un millar de alumnos y familiares, así como por las religiosas que atienden la Obra benéfica de los Sagrados Corazones. El Papa se ha saltado de nuevo el protocolo para acercarse y saludar cariñosamente a la multitud.

Los niños de la sede han adornando el patio con grandes imágenes de la Sagrada Familia y otros edificios típicos de Barcelona. Además, los pequeños han obsequiado al Papa con un regalo manual.

Después de que el Santo Padre rezara ante el Santísimo, el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, ha pronunciado unas palabras sobre la caridad, la cual “no puede faltar en ningún lugar de nuestra Iglesia". En esta línea ha emitido un discurso la Madre Superiora, Rosario Hidalgo, en el que ha dicho que los discapacitados “son los que dan todo sin esperar nada”, y ha incidido en su “dignidad como Hijos de Dios”, y por esta condición se hace necesario, dice la Madre Superiora, “hace falta un servicio de Sanidad responsable”.

Pero especialmente emotivas han sido las palabras de Antonio Gómez y María del Mar Gajo, dos niños discapacitados psíquicos: “Aunque somos diferentes nuestro corazón ama como todos los corazones y queremos ser amados”, “queremos dar las gracias a nuestros padres nos han regalado el don de la vida”. Este testimonio ha hecho saltar de la silla a Benedicto XVI, que se ha levantado imediatamente para saludar emocionado a la joven que hablaba.

Acto seguido, alumnos y maestros han entonado una canción con melodía alemana y letra catalana.


Palabras del Santo Padre en Nen Deus
El Obispo de Roma ha tenido unas palabras muy especiales para los presentes en la Obra Benéfica Nen Deus. En primer lugar el Papa ha agradecido la comida que le han ofrecido en el Arzobispado y la labor que las religiosas llevan a cabo en el centro.

Benedicto XVI ha recordado las palabras del Señor: “os aseguro que cuando hagáis con uno de esto mis humildes hermanos conmigo lo hicisteis”, en relación a los más débiles ha proseguido diciendo que “es imprescindible que los nuevos avances en el campo médico no vayan en detrimento de la vida y dignidad humana”, sino en pro de que los que sufran minusvalías se sientan “valorados y útiles”.

Muy especial ha sido en momento en el que el Santo Padre ha dicho emocionado “ocupáis un lugar muy importante en el corazón del Papa, rezo por vosotros todos los días” y “doy gracias a dios por vuestra vida, tan preciosa”.



Posteriormente, padres, educadores y alumnos han rezado unas preces. El rezo unitario de un padrenuestro ha seguido la ceremonia, que ha proseguido con la bendición de la primera piedra de un nuevo edifico, que llevará el nombre del Sumo Pontífice.

La bendición y clausura del acto ha finalizado con la presentación de obsequios por parte de las familias.

Este discurso pronunciado por el Papa ratifica cuál es el mensaje que Benedicto XVI quiere dejarnos en esta visita a Barcelona: el respeto por la vida humana.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)