El Barcelona pincha en Getafe. - La Nación Digital

topads

Ads Here
LightBlog

domingo, 27 de noviembre de 2011

El Barcelona pincha en Getafe.

Quizá la trampa sea enredar al Barcelona en partidos sin emoción. Sin épica, sin explosiones, sin una voz más alta que las demás. Hipnotizarle en ambientes gélidos, nocturnos. Lo hizo el Getafe y con eso, una tonelada de trabajo de basculación y albañilería, una pizca de suerte y un remate de Valera mediado el segundo tiempo, sumó tres puntos que le dan oxígeno y autoestima y se los quitó a un Barcelona que, de repente, se descubre con el agua al cuello: a dos semanas del Bernabéu y a seis puntos del Real Madrid.

El asunto es peliagudo porque el Barcelona no sólo perdió su primer partido de la temporada en competición oficial sino que confirmó una tendencia peligrosa: seis partidos de Liga fuera de casa, tres empates y una derrota. Nueve puntos de dieciocho, una cuenta imposible para ganar este campeonato en el que el Real Madrid marca un paso marcial. El partido del Bernabéu es ahora absolutamente trascendental, todavía más, para un equipo que pareció aburrirse en un día en el que no debía porque se jugaba mucho. Que pareció no querer cuando podía y que no pudo cuando quiso. Creó poco peligro en el primer tiempo y otro tanto, al margen del toque de corneta final, en los minutos que siguieron al gol del Getafe, que llegó, tenía que ser así en el día de los talones de Aquiles, a balón parado.

Por lo demás, el partido del Barcelona fue extraño por la falta de tensión y de alma. Getafe no es San Siro y el Barcelona no fue el de Milán ni el de cualquier otra gran ocasión. Ni siquiera fue el Barcelona de los días de diario en Liga. Fue un equipo plano y previsible, sin fuelle y, pareció, sin demasiada gasolina. Quizá fue sólo un mal día que recordó a la madre de todos los malos días: el partido de vuelta de semifinales de Champions ante el Inter de Mourinho. Ese libreto fue el de Luis García: todos por detrás del balón con Miku como boya, un ejército sellando el juego por el centro. Con eso le llegó al Getafe, que ni siquiera sufrió de forma exagerada y que se encontró con el premio de un gol que apenas buscó.

El Barcelona, por lo demás, ni compareció. Y seguramente Messi definió a su equipo en lo malo como tantas veces lo ha hecho (y lo hará) en lo bueno y en lo excelente. Lento, desconectado, destensado, ausente. El argentino falló una montaña de pases, no encaró, casi no remató, no acompañó en las jugadas. Soltó el balón de refilón y se apartó de las jugadas. E incluso sin suerte: se estrelló contra el poste sobre la hora y cuando intentó como un mal estudiante solucionar el imperdonable sesteo de tantos minutos. Rodeado por una muralla de piernas cada vez que lo intentó del mismo modo que Xavi se encontraba con media docena de rivales que le sellaban cada línea de pase. Igual que Villa falló por el centro y por la izquierda, que las bandas no existieron y que Guardiola se equivocó poniendo a Alexis de salida fuera de su sitio natural, la banda derecha. El chileno, todavía fuera de forma, lo intentó sin suerte, cosa que no hicieron todos sus compañeros. O al menos no lo pareció.

Así que el Barcelona, ante un generoso y ultraconservador Getafe, no tuvo ideas ni ritmo, y se hizo un nudo en un partido impropio de su bien ganada leyenda en el que durante más de una hora pareció que podía jugar y jugar con el mismo resultado: pases contra el rival, pérdidas, malas caras. Sólo al final apretó y hasta en eso fue difícil de reconocer, a la heroica con Keita y Piqué buscando balones por alto. En la última jugada del partido Messi disparó al palo y Moyá salvó el rechace de Pedro. Hubiera sido el empate, un mal menor para un equipo que, entre méritos del Getafe y deméritos propios, se dejó jirones de campeonato en el Coliseum. Ahora sólo le queda recuperarlos y eso pasa por una fecha todavía más ineludible ahora: el Santiago Bernabéu, 10-D. Órdago a la Liga.



Fuente: AS (www.as.com)

No hay comentarios:

© 2011 La Nación Digital /La Nación Digital y la administración se reservan los derechos de opinión y no tienen por que coincidir ni se responsabilizan de las opiniones vertidas por los colaboradores y/o visitantes en el interior de la web. A su vez se reservan los derechos para colaborar con las autoridades en caso de infracción de cualquier artículo del código penal.

Estadísticas lnd