Estudiantes islámicos asaltaron hoy por tercera vez la embajada del Reino Unido en Teherán, donde habían tenido retenidos a seis miembros de su personal, pese a los intentos de la policía por mantenerlos fuera del recinto diplomático, informó la agencia local Fars.
Según Fars, los estudiantes habían mantenido retenidos durante la tarde a seis miembros del personal de la Embajada británica no identificados, que fueron liberados por la policía y entregados a un representante del Reino Unido pasadas las 19.00 horas.
A lo largo del día de hoy un grupo cada vez más numeros de estudiantes islámicos ha saqueado la legación británica en Teherán.
La agencia local ISNA señaló que, pese a la actuación de la Policía, que rodea la legación del Reino Unido, situada en una amplia finca del norte de Teherán, los estudiantes lograron encaramarse al muro de la embajada con banderas y pancartas y un grupo numeroso entró en las instalaciones.
La agencia Mehr indicó que unos 200 manifestantes entraron en el recinto de la embajada y que varios de ellos fueron detenidos por los agentes, que los retienen en el jardín de la legación.
Los concentrados han hecho público a última hora de la tarde un comunicado en el que reiteran la petición de que se expulse de inmediato al embajador británico y se rompan totalmente las relaciones con el Reino Unido, país al que denominan "el zorro viejo".
También afirman que no tienen intención de retirarse del lugar y propugnan la ocupación permanente de la embajada británica, como sucedió con la Estados Unidos el 4 de noviembre de 1979, que duró 444 días y llevó a la ruptura de relaciones de Washington con Teherán.
Este incidente se produce dos días después de que el Parlamento iraní ratificase por amplia mayoría una ley para rebajar el nivel de las relaciones con el Reino Unido al rango de encargado de negocios, lo que supone la retirada de embajadores.
La ley pasó ayer, lunes, su último trámite, al ser convalidada como constitucional por el Consejo de Guardianes de la Revolución iraní, por lo que, según su propio texto, el Ministerio de Asuntos Exteriores tiene dos semanas para aplicarla y reducir al mínimo las relaciones políticas y económicas con el Reino Unido.
La reducción de las relaciones se produce en respuesta a la decisión británica, adoptada el pasado día 21, de imponer nuevas sanciones financieras y a las industrias petrolera y petroquímica de Irán, medidas que también acordaron en esa fecha Canadá y Estados Unidos.
Estas sanciones se deben a la sospecha manifestada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que el programa nuclear iraní tiene una vertiente militar, lo que Teherán ha negado tajantemente y asegura que es exclusivamente civil, con fines pacíficos.
La Unión Europea estudia también la imposición de nuevas sanciones a Irán, mientras que Rusia las ha considerado ilegales e inadecuadas y ha señalado que merman las posibilidades de establecer una negociación con Teherán respecto a su programa nuclear.
Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)
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