Cuando se leen historias como la de Gulnaz no puedes más que pensar que la justicia es justa depende del país en el que se aplique. En Afganistán, de donde procede este cruel testimonio, el sentido de justicia es bastante cuestionable. Gulnaz ha sido condenada a 12 años de cárcel, ¿su delito? esto es lo sorprendente, por ser violada.
A sus 19 años, fue declarada culpable por tener sexo fuera del matrimonio, y adulterio, ya que su verdugo estaba casado. Sentada con su bebé en su regazo, su rostro cuidadosamente cubierto, Gulnaz explica que la única opción que tiene para terminar con su encarcelamiento y restaurar su honor, es contraer matrimonio con su agresor.
Recuerdo imborrable
La cadena estadounidense CNN ha difundido las imágenes de Gulnaz relatando su violación. A pesar de que ha pasado dos años del suceso, la joven recuerda hasta el olor y la ropa de su violador. “Tenía la ropa sucia por su trabajo en la construcción. Cuando mi madre salió, él entró en mi casa, cerrando las puertas y ventanas. Empecé a gritar, pero me tapo la mano con sus manos”, relata. El violador era el marido de su prima.
El miedo le impedía denunciarlo. Pero los vómitos y las señales de embarazo evidenciaban las consencuencias de esa violación. El hijo de su agresor estaba en camino. Actualmente, Gulnaz sufre su condena junto con su hija en una fría y desolada prisión de Afganistán.
La alternativa de Gulnaz es cruda. Las mujeres en su situación son generalmente asesinadas por la vergüenza y la deshonra que supone haber mantenido relaciones sexuales fuera del matrimonio.
El Código Penal afgano no reconoce la violación como un delito. En cambio, sí es punible el delito de adulterio. Así lo establece los artículos 426 y 42, que establecen que la relaciones sexuales entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio son castigadas con penas de cárcel que van desde los cinco año a los quince como pena máxima.
Escasos avances en los derechos de la mujer afgana
La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció hoy que queda un "largo camino por recorrer" en la aplicación de la legislación que protege a las mujeres afganas contra la violencia de género.
"Jueces, fiscales y policías han comenzado a aplicar la ley en muchas partes de Afganistán, pero sólo en un pequeño porcentaje en casos de violencia contra las mujeres", dijo en rueda de prensa la responsable de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Navi Pillay.
Según un comunicado emitido por UNAMA, en Afganistán se hace una pobre aplicación de la legislación que protege los derechos femeninos, que además chocan con prácticas socialmente aceptadas en este país. La implementación de la ley es claramente creciente, aunque según Pillay "todavía existe un largo camino por recorrer antes de que las mujeres afganas estén completamente protegidas de la violencia".
El informe presentado detalla los mecanismos legales con los que se quieren combatir fenómenos como la compra-venta de mujeres para el matrimonio, las bodas infantiles o forzadas, las violaciones y el "baad" (regalo de una mujer para resolver una disputa familiar).
La Comisión Afgana de Derechos Humanos registró entre marzo de 2010 y marzo de 2011 2.299 casos de violencia contra la mujer que pueden ser definidos como delito según la Ley de Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en Afganistán.
Según el estudio, la mayoría de los casos de abuso contra la mujer en Afganistán no son investigados por la policía, por lo que UNAMA recomienda que se instruya a funcionarios, jueces y policías para que apliquen la ley de manera rápida y eficiente.
La directora de Derechos Humanos del organismo multilateral en Afganistán, Georgette Gagnon, subrayó que mientras esta violencia se ejerza con impunidad "no habrá progresos significativos en los derechos de las mujeres en Afganistán".
Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)
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