El triunfo electoral del PP y la doble vara de medir de los "demócratas".

Ya ha pasado una semana desde que el Partido Popular obtuvo su exitosa victoria electoral en las urnas... gracias, por supuesto, a la incompetencia de Zapatero en su labor como presidente de Gobierno y el silencio de los liberales respecto a las medidas que pretenden aplicar durante los cuatro años que, de seguro, les va a tocar estar en el poder. En cierto modo, la situación vivida durante esta última etapa electoral ha sido la de que el propio PSOE le ha servido el poder en bandeja a su homólogo PP sin oponerle resistencia alguna...
Todo el circo llevado a cabo durante estas últimas semanas ha servido para, una vez más, demostrarnos como el socialdemócrata (o individuo que se cree “de izquierdas”) es igual que el liberal o el conservador (tipo que se cree “de derechas”).
¿Que qué tienen en común? Diría que ambos, tanto los del PP como los del PSOE, se consideran los únicos y legitimos defensores de la “libertad” y la “democracia”. Animo al que no se lo crea a que se lea algún ejemplar de “Público” o “La Gaceta” y compare... porque ambos mantienen una misma actitud sólo que cambiando el partido político al que ensalzan y su opinión sobre la religión (ya que los seguidores de cada diario tienen ahí una opinión diferente y, por ello, tienen que venderles lo que les pidan).

Diría que, de todas las grandes similitudes que existen entre los “demócratas”, hay que destacar su visión sobre el sistema democrático. Ambos, tanto los del PP como los del PSOE, justifican y venden sus triunfos electorales como éxito de la democracia y no dejan de presumir de la legitimidad otorgada por el pueblo y de lo maravilloso que es el sistema que permite a la gente elegir a los políticos. Sin embargo, cuando el sistema democrático les es adverso, no dudan en ningún momento de calificar de “incultos” e “ignorantes” a todos aquellos que han votado al partido que no es de su gusto.
Otro punto en común que tienen los demócratas es la vara de medir que tienen respecto a los casos de corrupción, utilizados frecuentemente como baza electoral. Nunca les faltará tiempo a la hora de calificar de ladrón a un político de la oposición, pero cuando el que tiene la mano larga es uno de los suyos... difícil, muy difícil, será escucharles alguna queja sobre el asunto. Vuelvo a remitir a “Público” y “La Gaceta” para confirmar todo esto.

Pero lo más interesante de todo no es lo que hacen para llegar al poder, sino lo que montan cuando están al mando...
Hace unos meses, los políticos reformaron la Ley Electoral. Gracias a eso, los partidos extraparlamentarios no pudieron presentarse, excepto si lograban reunir un determinado número de firmas (con su Documento Nacional de Identidad correspondiente). El caso es que los mismos que nos hablan de libertad nos vendieron que esa Ley era muy buena para ahorrar dinero en papeletas que no irían a las urnas (olvidándose de que más caro nos sale a los españoles el pagar pensiones vitalicias a los políticos que los “demócratas” han votado; sin olvidar las subvenciones a los partidos políticos parlamentarios).
Como los del PSOE y los del PP son unos vividores a los que les importa casi nada el pueblo (y digo “casi nada” porque, evidentemente, sí les interesa el que les podamos votar cada cuatro años) les preocupa la posibilidad de que puedan irrumpir fuerzas políticas alternativas en el Congreso. Para justificar el bipartidismo populista en el que se encuentra nuestro sistema, ambos nos quieren hacer creer que ese modelo es el mas estable para la sociedad (ya puestos, diría que más estable que el bipartidismo sería un régimen de partido único, ¿o me van a negar que exista algo más estable que un sistema así?) y, para mantener esa famosa “estabilidad”, se hace muy necesario algo como la famosa Ley de Hon´t, encargada de llevar a cabo un desigual reparto de diputados según el recuento de votos en diferentes provincias.
La Ley de Hon´t es esa medida tan nefasta que otorga tanto poder a los separatistas regionales... y a los demócratas únicamente les resulta molesta cuando su opción pierde y el opositor victorioso obtiene una victoria tan abultada que ni llegando a acuerdos de coalición pueda haber una mínima posibilidad de agarrar el sillón de la Moncloa.

Tras haber expuesto todo lo anterior, podemos llegar a la conclusión de que un servidor ya consideraba injusta y penosa la Ley de Hon´t... y no porque Izquierda Unida se haya quedado con menos diputados de los que podría haber obtenido con una medida más lógica por la cual un voto valiera por eso mismo, por uno (es “curioso” que la Ley no fuera tan “injusta” cuando la mayoría absoluta fue obtenida por el PSOE).
Además, también tengo que recordar que siempre he criticado a los políticos vividores y aficionados a meter la mano en el dinero público, al margen del partido que fueran; igual que siempre he mostrado mi opinión sobre la ignorancia del pueblo español por seguir alimentando a una élite de zoquetes y usureros sin darse cuenta de cuál es la situación real, en lugar de ensalzar una determinada opción y echar pestes de la de otros después de haberme autoproclamado “demócrata defensor de la libertad de expresión”.
Sinceramente, me encuentro con la conciencia muy tranquila por no ser un “demócrata” que defiende en público una cosa y luego piensa y actúa de otra forma. Es más, me alegro de no ser “demócrata” en el sentido en el que actualmente se entiende la palabra.

Los españoles decidieron entregar la mayoría absoluta al Partido Popular y veremos los efectos de todo esto en los próximos años. De momento, hay que decir que las leyes más serias, las orgánicas, podrán ser promulgadas sin problema por el PP, debido a que necesitará la mayoría absoluta de la que dispone y no tendrá que buscar apoyos (a cambio de dinero) en los grupos minoritarios.
Ahora bien: ¿alguien espera que el PP, disponiendo de una mayoría absoluta con la cual pueda hacer todo lo que quiera en el terreno legislativo, dará pasos como la ilegalización del aborto, la derogación de la “memoria histórica” o la abolición de las uniones matrimoniales entre individuos del mismo sexo? Menciono estas tres leyes porque ya sería mucho pedir el proponer la nacionalización de la banca (imposible en el Partido Popular, lo sé), la prioridad nacional de los españoles en el empleo y en los servicios sociales, o la supresión del Estado de las Autonomías (simplemente, he mencionado el aborto, el sectarismo histórico y las uniones homosexuales porque son los tres aspectos legislativos que pueden ser aprovechados por el Partido Popular para tratar de sacar tajada entre los futuros votantes).
De momento, supongo que el PP y sus “católicos” votantes se conformarán con que las menores de edad aborten siendo los padres conocedores de la situación, con que se derogue la Ley de Memoria Histórica pero sin permitir en el Valle de los Caídos los actos de homenaje a quienes se encuentran allí enterrados, y con que a los homosexuales se les retire la denominación de matrimonio pero a cambio de otra que, en la ley y en la práctica, tendrá la misma validez que una unión matrimonial auténtica entre hombre y mujer.

España, prepárate. Si Zapatero, Bibiana Aido, Leire Pajín, José Blanco, María Teresa Fernández de la Vega, José Bono, Pedro Zerolo, Rubalcaba, Chacón... te han dejado coja, tuerta, infectada de ETS y camino del cementerio... ¿qué podrá salir de un gobierno formado por Rajoy, Esperanza Aguirre y Cospedal, por citar a los cabecillas más notables a la espera de que otros parásitos más se incorporen a la lista?
¡Gracias a Dios doy de que mi España, la nación con la que sueño a diario, sea una faldicorta y juvenil y no la podrida por el liberalismo y la socialdemocracia! ¡Y también doy gracias a Dios de no ser un “demócrata” y de tener fe, principios y dignidad sobre los que guiar mi existencia!