El Espanyol vence al Málaga con un gran gol de Javi Márquez. - La Nación Digital

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domingo, 7 de noviembre de 2010

El Espanyol vence al Málaga con un gran gol de Javi Márquez.

Ni siquiera un minuto necesitó el Espanyol para solucionar su codiciado acceso a los puestos de Champions al tiempo que condenaba al Málaga a seguir en el descenso, pues a los 58 segundos de partido Javi Márquez superó a Arnau con un trallazo desde unos 30 metros. Bastó ese gol para certificar el repóker de triunfos pericos esta temporada en Cornellà-El Prat -quizá Benedicto XVI también debería convertirlo en basílica- y para reivindicar el retorno de un canterano que el viernes ya avisaba en AS: "Quiero devolver todo su cariño a la afición". Fue la Quinta de Cornellà, por la cantidad de victorias, y por la exhibición de esa hornada liderada precisamente por Márquez que debutó en el nuevo estadio.

La prontitud con la que llegó el 1-0 atenazó al Málaga casi tanto como lo había hecho Márquez sobre el sorprendido Arnau con su lejano pero certero zurdazo. El mediocentro condujo el balón, dribló a Baha hacia atrás y, sin meditarlo, disparó de lejos. Entró el primer aviso y los pericos se sintieron más cómodos que nunca -si esto es posible este año- sobre el verde de Cornellà-El Prat.

Con ese desparpajo que concede ir por delante casi sin buscarlo, Verdú probó una vaselina (9') y Osvaldo se marcó una tremenda jugada personal -con sotana incluida, como si se tratase de un guiño al Papa- que Arnau, recompensando su error inicial, salvó con una mano milagrosa.

El ítalo-argentino y Javi López protagonizaron un par de combinaciones de vértigo, reivindicando su titularidad a golpe de látigo, tal como había logrado con extraordinaria precocidad su compañero Márquez. Lo mismo que ya en la reanudación intentaría Baena, con una gran conducción.

Cambio de papeles.
Pero el Málaga despertó a la media hora. Y supo buscar el punto débil al Espanyol. Con una presión defensiva bien avanzada que iba ahogando la creación malacitana, Sandro Silva y Apoño buscaron con pases al espacio a Eliseu, quien ganó la espalda a Dídac con relativa facilidad. Kameni salvó la primera y la segunda se marchó fuera. También desviado salió un cabezazo de Baha. Si fuera un combate de boxeo, el Málaga hubiera podido ganar a los puntos al descanso... o al final.

En la reanudación, los malacitanos se fueron creciendo con timidez como deseosos de gustar a Pellegrini (presente en la grada) aunque sin demasiado que ofrecer. El Espanyol sólo apareció en un cabezazo de Víctor Ruiz. La tuvo Quincy, quien -como si el partido fuera un palíndromo- emuló al perico Márquez en las postrimerías con un trallazo desde lejos que estalló en el larguero. Y, como diría el Papa, amén.

El detalle. Hubo banderas del Vaticano
Coincidiendo con la visita del Papa a Barcelona, a donde llegó a las 21:10, algún hincha llevó al estadio banderas del Vaticano. El aterrizaje de Benedicto XVI también provocó problemas en los accesos.



Fuente: AS (www.as.com)

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