Hace ya varios días, el rebaño que anteriormente era considerado como una verdadera comunidad humana presenció una actuación circense conocida con el nombre de “debate”. Tras el mismo, los dos sectores mayoritarios de los ovinos españoles proclamaron a su respectivo candidato a pastor como el vencedor del mismo. Apelando a la mejor oratoria o a la falta de programa del “adversario”, cada sector trataba de ensalzar la actuación del individuo al que pretenden autoproclamar nuevo presidente de Gobierno.
Por supuesto, yo no ví el debate. Ni iban a decir nada nuevo ni me interesaba lo que pudieran ¿proponer? los individuos Rajoy y Rubalcaba. Todos sabemos (excepto su aborregada masa de militantes y simpatizantes) que ninguno tiene principios o una base doctrinal sobre la que dirigir un proyecto político de futuro... no son más que políticos populistas que viven de lo que elijan unas masas ignorantes (lo más gracioso de todo es que esto es lo mismo que dicen ellos, tanto los del PP como los del PSOE, cuando les toca justificar sus derrotas electorales).
No soy nadie para decir a la gente a quién tiene que votar... sobre todo porque no hay nadie, pero absolutamente nadie, decente para hacerlo en estos comicios. Ninguno, ni PP ni PSOE ni IU ni UPyD ni las escasas siglas que hayan podido pasar el filtro de las firmas para poder presentar, merece el voto de la ciudadanía... a excepción de Falange Española de las JONS, claro está.
Por eso, en las provincias en las que se pueda votar a Falange Española, apoyo que se vote a dicha formación. En las demás provincias, ante la ausencia de una verdadera alternativa nacional, defiendo que se vote nulo justificándolo en que nuestro voto (un acto inútil, pero necesario para la estadística) cuente entre los ciudadanos preocupados por la situación. Sé que hay quien recomienda la abstención, pero dentro de esa gran masa de abstenedores se encontrarán tanto aquellos preocupados por la situación como los que no se molestan en nada en cuestiones política... y no es justo que ambos colectivos aparezcan juntos, aunque sea en una estúpida estadística electoral.
Definitivamente, vivimos en una sociedad compuesta por un gigantesco rebaño social.
Algunos se creen “de izquierdas”... mientras le siguen el juego al capitalismo. El PSOE, esto sólo lo negarán algunos pocos fanáticos, es un partido liberal y capitalista. Si acaso, Izquierda Unida planta algo de cara al capitalismo... pero sólo un poco (al menos, yo no recuerdo haberles escuchado nada comunista como el hecho de que toda la economía tuviera que estar en manos del Estado... será porque eso no vende ya).
Enfrente, otros se creen “de derechas”... y votan al Partido Popular, una formación que no ilegalizó el aborto cuando pudo y que lo único que tiene de católica es una parte de su militancia, fanática ante la realidad de que su partido no es lo que dice ser.
Cada vez queda menos para que algunos salten de emoción entre el recuento de cada voto. Otros, en cambio, seremos realistas y, con gesto apesadumbrado, seguiremos esperando una reacción (que nunca acaba de llegar) de carácter nacional lo suficientemente fuerte como para moviliar a una gran parte de la sociedad contra un sistema político y económico injusto y que nos transforma en un rebaño de ovejas dóciles y serviciales, impidiéndonos ser nosotros mismos.
En estas elecciones, vota nulo o no votes; pero si lo haces por algún partido parlamentario, no solucionarás el problema porque ellos lo son.
Gabriel García
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