Rammstein... ¿Grupo identitario?

Reconozco que últimamente no me encuentro muy inspirado a la hora de escribir. Tengo alguna que otra idea suelta sobre algún tema a tratar, pero no lo suficientemente fuerte como para poder dedicarle una entrada buena, típicamente de las mías (de esas que alcancen dos folios cuando las redacto antes de publicarlas). Supongo que todo se deberá a una mezcla de estrés, mal humor, pesimismo vital y la apatía constante que tengo desde que me levanto por las mañana hasta que me vuelvo a refugiar en las sábanas calientes de la cama por la noche de madrugada.
Pese a todo, obligatoriamente tendré que forzar la máquina ante los próximos, inminentes y nefastos (para España) resultados electorales de este 20 de Noviembre y, especialmente, por la conmemoración del 75º aniversario del asesinato de José Antonio Primo de Rivera. Pero antes de adelantar acontecimientos, prefiero centrarme en el tema a tratar.

Creo que no hace falta recordar que la última entrada que escribí trató sobre el sectarismo de ciertos colectivos políticos y su apropiación del mundo de todo lo que suene a cultura. Actualmente, en todos los sectores artísticos, nacionales e internacionales, se hayan bajo el dominio del marxismo cultural más arraigado en nuestra sociedad. Y, en ocasiones, existe alguna que otra excepción que nos demuestra que un grupo musical de masas, “políticamente correcto”, puede ser excelente en alguno de sus temas. Hoy me he levantado con ganas de tratar este asunto con el grupo alemán Rammstein.
No soy uno de esos aficionados que se conocen todos los temas de la banda, pero tampoco los calificaría de “marxistas culturales” precisamente. He escuchado algunas canciones que me han parecido estupendas y sé también que el grupo ha cargado contra la Iglesia y tiene otras de contenido más obsceno y vulgar. Como suele ser habitual, toca valorar lo que consideremos positivo y lo que vemos como negativo.
Entre las canciones que destacaría como positivas, me gustaría poner estas cuatro, que conocí gracias a los videos que algunos usuarios colgaban en la red social Facebook:

Reise, reise:


En “Reise, reise” me encanta el sonido de la música y la letra, muy alejada del meapilismo de los actuales cantantes de música pop y ensalzando valores heroicos y viriles (esos mismos que colectivos como las feministas y los homosexuales pretenden destruir para acabar con lo que nos diferencia en cuestiones de carácter y forma de ser a los hombres de las mujeres y viceversa; lo cual no es algo malo, sino natural, por mucho que algunos se empeñen en criminalizarlo).

Ich will:


Parece ser que este video causó cierta polémica en Estados Unidos al ser estrenado poco antes del 11-S. De todos modos, tampoco diré que vea como algo negativo el hecho de hacer estallar un banco (hay que ver más “El Club de la Lucha” y menos “Crespúsculo”).

Mutter:


Tengo entendido que este tema trata el espinoso asunto de la clonación humana. Otro aspecto positivo por el que puedo llegar a valorar la obra de este grupo. Jugar a ser Dios puede suponer un grave peligro para el hombre, especialmente en el terreno moral.

Amerika:


Rammstein también ha cargado contra el materialismo y la sociedad de consumo que encarnan los Estados Unidos de América, títere del sionismo internacional y las oligarquías capitalistas que desangran al Tercer Mundo (para luego culparnos a la ciudadanía, hacernos responsables del problema y continuar lucrándose los oligarcas con ello).


Pero el objetivo de esta entrada no es decir que me parecen estupendas cuatro canciones de Rammstein. Hace ya varios meses leí (entre los muchos comentarios que allí llegan a vertirse) en el “Círculo Identitario Nietzsche” como se calificaba a Rammstein como un grupo de música identitario. Confieso que me extrañó, más que nada porque se trata de una banda con mucho seguimiento entre colectivos pseudomarxistas y “progres”.
Investigando lo suficiente, me encontré con que el grupo había sido acusado de simpatizar con el nacionalsocialismo en alguna ocasión (como todos sabemos, eso hoy en día se considera algo muy grave); principalmente, por el video de “Stripped” en el que salían imagenes de un documental de Leni Riefenstahl (una de las encargadas de filmar los actos propagandísticos del NSDAP; ¡para que luego digan que las mujeres en el III Reich estaban esclavizadas en su casa y no podían hacer nada importante!):

Stripped:



¿Cuál es la verdad? Según el grupo, no serían nacionalsocialistas: “Rammstein no es nazi sino que le gusta burlarse de los sistemas impuestos en la actualidad. Nosotros como grupo nos oponemos tajantemente a toda discriminación, racismo, fascismo. Nosotros no somos nazis por nacer en Alemania”. En resumen, todo lo hecho sería para provocar, llamar la atención y darse una publicidad adicional y gratuita. Y estoy convencido de que es así; ya que, de ser verdaderamente nacionalsocialistas, no tendrían tanta fama ni podrían organizar macro-conciertos.
El caso es que a estos tipos no les irá ninguna tendencia identitaria (así al menos lo veo yo); pero, al menos, nos han dejado una buena melodía que dedicar a alguna ex novia resentida que quiera cruzársenos por en medio de nuestro camino y arruinarnos la vida (por suerte, no es mi caso; pero alguien habrá a quien le venga bien):

Te quieto puta: