Un tercio de los votantes del PSOE está dispuesto a abrir la puerta del Congreso a los “testaferros de ETA”. - La Nación Digital

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domingo, 13 de noviembre de 2011

Un tercio de los votantes del PSOE está dispuesto a abrir la puerta del Congreso a los “testaferros de ETA”.

  • El fallo auspiciado por seis magistrados progresistas del Tribunal Constitucional –Pascual Sala, Eugeni Gay, Pablo Pérez Tremps, Adela Asúa, Luis Ignacio Ortega y Elisa Pérez Vera– que, con el beneplácito del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, permitió el regreso de los batasunos a las instituciones democráticas en las elecciones municipales de mayo, va camino de tener repercusión en la formación de las nuevas Cortes.
    Si a Bildu le fue permitido estar presente en las urnas, pese a que la Fiscalía y la Abogacía General instaron a su ilegalización, ahora los servicios jurídicos del Estado ni siquiera han dado este paso ante Amaiur, marca heredera de los que el Tribunal Supremo llamó “testaferros de ETA”. Según el sondeo de la firma demoscópica Tábula-V para LA GACETA, la formación proetarra estaría muy cerca de obtener la mínima representación parlamentaria (cinco escaños) para disponer de grupo propio, con los consiguientes privilegios y subvenciones que ello conlleva.
    La encuesta atribuye a Amaiur entre cuatro y seis diputados y un 2,6% de respaldo, superando en intención de voto incluso al resultado registrado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que no pasaría del 2,4% de los apoyos. La máscara batasuna se convertiría así en la quinta fuerza más visible en la Cámara Baja.
    La irrupción de Amaiur en las elecciones generales perjudica claramente al PNV pero provoca un empate técnico entre las cuatro fuerzas del País Vasco, lo que refuerza la presencia del PP en esta comunidad autónoma, algo que sucede también en Cataluña. Este escenario es muy similar al dibujado por el último sondeo del Gobierno vasco, hecho público el viernes.
    El Gabinete de Prospección Sociológica del Ejecutivo de Patxi López pronosticaba que dicho empate técnico conduciría a que el reparto de los últimos escaños por cada circunscripción se decida en función de sólo unos cientos de votos.
    No obstante, Amaiur podrían quedarse sin escaño por la provincia de Álava, pero sí lo lograría por Vizcaya. En Guipúzcoa, la coalición compuesta por las tres formaciones de Bildu (Batasuna, EA y Alternatiba) sería la opción más votada y sacaría entre dos y tres diputados.
    La entrevista con miembros de la dirección de ETA publicada por el diario Gara el pasado viernes y adelantada la víspera no ha tenido efectos sustanciales en la intención de voto. Las exigencias de acercamiento de presos a las cárceles de País Vasco y Navarra, así como la salida de la Fuerzas de Seguridad del Estado, apenas han variado las opciones de nacionalistas y batasunos.
    En la misma línea, los dirigentes del PSOE se habían afanado días antes en cada uno de sus mítines en colgarse la medalla de propiciar el fin de la violencia de la banda asesina (con especial hincapié el ex presidente del Gobierno Felipe González, que incluso acusó al PP de intentar frenar el anuncio de los pistoleros del 20-O), pero tampoco les ha valido para reconducir su caída en picado.
    Amplio rechazo
    En este contexto, el estudio elaborado por Tábula-V se detiene en analizar la opinión de los españoles sobre la concurrencia de Bildu-Amaiur a los comicios generales del siguiente domingo. Es significativo que dos tercios de los consultados están en contra de que la marca proetarra alcance “suficiente representación como para tener voz propia en el Parlamento y en el Senado”.
    En cambio, un escaso 17% se pronuncia en sentido inverso. En esta pregunta, el sondeo indica que los antiguos votantes socialistas ven con mejores ojos que los populares la aparición de un grupo batasuno en el Congreso de los Diputados. De hecho, un tercio de los electores que confiaron en el PSOE hace tres años está dispuesto ahora a abrir la puerta de las Cortes a los “testaferros de ETA”.
    En el lado opuesto se sitúan los que apostaron por la candidatura popular en 2008, de los que un 83% no alberga dudas a la hora de mostrarse desfavorable a que los batasunos cuenten con bancada en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

    En cuanto a los partidos nacionalistas vascos y catalanes que encarnan PNV y CiU, el 68% de los españoles coinciden en que los planteamientos soberanistas de estas fuerzas no deberían condicionar la política del futuro Gobierno. Aun así, es elevado (un 22%) el porcentaje de los entrevistados que opinan lo contrario.
    Peneuvistas y convergentes darán batalla a lo largo de la próxima legislatura, sobre todo después de haber arrancado al Ejecutivo de Zapatero concesiones antes inverosímiles. En este desafío hacia el “derecho a decidir” ambas formaciones utilizarán en el Congreso los pactos alcanzados con el PP en la Cámara de Vitoria y en el Parlament.



Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)

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