Efectivos del Ejército e integrantes de la Policía de Ecuador penetraron en la tercera planta del Hospital Metropolitano de Quito, donde agentes sublevados de la Policía Nacional mantenían retenido al presidente del país, Rafael Correa, informó la cadena ecuatoriana Teleamazonas.
Los militares consiguieron ganar posiciones y entrar en el centro médico tras mantener fuertes y continuos intercambios de disparos con los sublevados, una batalla que duró más de media hora y que se mantenía en las afueras del hospital, mientras los efectivos del Ejército abandonaban el edificio tras la evacuación de Correa.
Al menos tres personas han muerto y otras 17 han resultado heridas en el operativo, según indicó el ministro del Interior ecuatoriano, Gustavo Jalkh, en declaraciones recogidas por el diario 'El Universo'.
El responsable de Interior informó de que durante toda la tarde permaneció junto a miembros de la prensa en el cuarto piso del hospital policial de Quito en el que Correa fue retenido durante más de siete horas por miembros sublevados de la Policía Nacional, quienes reclamaban al Gobierno que diese marcha atrás en su decisión de suspender bonos y condecoraciones para el cuerpo policial.
Por su parte, el fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez, anunció la apertura de una investigación para determinar quiénes fueron los instigadores de la revuelta policial contra el Gobierno del presidente Rafael Correa.
Pesántez indicó la voluntad de la Fiscalía de esclarecer quiénes "utilizaron" a los agentes de la Policía Nacional y anunció también el inicio de acciones contra los agentes policiales que atentaron contra la vida de Correa y otros dignatarios del Estado.
El fiscal general ecuatoriano hizo además un llamamiento a la paz, el diálogo y el respeto institucional. "Hago este llamado a aquellos policías que están siendo engañados por elementos ajenos a la institución", indicó en declaraciones recogidas por EcuadorInmediato.
Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)
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