El Atletico de Madrid supo ganar con diez.

El Atlético de Madrid supo ganar con diez un partido que había encaminado antes de la rigurosa expulsión de Reyes. Ahí, en ese lance más que discutible de Muñiz, pudo estar la clave del partido, pero el Zaragoza se mostró inoperante en ataque y apenas complicó la vida a los de Quique Sánchez Flores durante la media hora larga que jugó con superioridad.

José Aurelio Gay, si se lo permiten, tiene mucho trabajo por delante para no volver a luchar por evitar el descenso, porque defensivamente su equipo adolece de nervio y mordiente. En ataque cuenta con efectivos para crear peligro, mas en su área deja muchísimo que desear.

Al ataque.
Se plantó el Atlético sobre el tapete del Manzanares a embotellar al Zaragoza. Quería ganar por la vía rápida. Le costó encontrar la intensidad y el ritmo adecuado para desarbolar a la destartalada defensa zaragozista (la línea de cuatro de atrás da mala impresión desde que se colocan para el saque inicial). Los maños jugaban sus bazas al contragolpe, pero salían con escasa convicción cuando se intentaban desdoblar.

Estaba el partido espeso, con Tiago desperezándose de una pretemporada tardía, con Diego Costa de meritorio, con Reyes encarando siempre y con Simao pareciéndose cada día más a su mejor versión. En esas apareció Filipe Luis. Debutaba anoche el fichaje estrella del Atlético. Quique le venía mimando y no lo ha puesto hasta que no le ha visto en las mejores condiciones. Y Filipe demostró que ya está hecho un tiro en el jugadón que se marcó para dejar en bandeja el primer gol a Diego Costa. Con un cambio de ritmo bueno y una velocidad encomiable llegó a línea de fondo y recordó al gran lateral que deslumbró en el Depor.

El gol espoleó ligeramente a los colchoneros y desarrollaron su mejor juego los veinticinco minutos que restaban hasta el descanso. Reyes se iba, Perea se incorporaba, Tiago distribuía y Diego Costa pudo hacer el segundo gol si no llega a ser por Doblas, que había sustituido al lesionado Leo Franco.

Muñiz Fernández había pasado casi desapercibido en la primera parte y apareció tras el descanso dispuesto a liarla como se la lió al Getafe en Riazor el pasado lunes. Empezó señalando una supuesta cesión de Tiago a De Gea, con el consiguiente libre directo a siete metros de la portería. Y en la contra que conducía Reyes tras el rechace del libre indirecto, Contini se plantó cual jugador de baloncesto buscando la personal en ataque y obstruyó el avance del sevillano. El colegiado asturiano expulsó a Reyes, ante el enfado monumental de los parroquianos del Atlético.

Jugando con superioridad media hora, el Zaragoza sólo tuvo una ocasión a disparo de Gabi que paró bien De Gea. El Atlético, con uno menos, pudo matar el partido. Primero Doblas paró bien un cabezazo de Godín a la salida de un córner y luego Simao y Agüero, que había entrado por Forlán, no materializaron dos contragolpes bien llevados.

El Atlético superó las adversidades con relativa facilidad y se llevó tres puntos importantes para seguir en la zona noble de la clasificación, esa que no debe dejar en toda la temporada. Y el Zaragoza dio síntomas muy preocupantes en el plano defensivo.



Fuente: AS (www.as.com)