La crisis espirita VII. - La Nación Digital

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miércoles, 24 de agosto de 2011

La crisis espirita VII.

Veamos este artículo:

<: Espiritismo, socialismo, socialistas utópicos, dialéctica, iluministas, franc-masones, etc… dejando claro desde el principio, algunas cosas, entre ellas, que no estamos queriendo decir que todo espiritista sea –o  deba ser- socialista (esto además no se sostendría por que como se sabe, el espiritista es ante todo, y por derecho, librepensador), ni tampoco que la masonería forme parte del Espiritismo..; nuestro único fin es intentar mostrar a los estudiantes del mismo, o interesados en general, los paralelismos históricos y teóricos existentes (no en la forma pero sí en el fondo) entre la doctrina de los Espíritus y el socialismo idealista de aquellos hombres que, en determinada época de la historia, sintieron la llamada de la unión y la lucha por los derechos que, desde centurias, le venían siendo negados al sector más amplio y necesitado de la sociedad.

Como no es un tema excesivamente divulgado y que puede despertar incómodas connotaciones personalísticas (oriundas de nuestro ego, aún no superado), utilizaremos la propia dialéctica espírita como método de entender las aparentes contradicciones y llegar a una síntesis, evitando que el dogmatismo ideológico impida la aproximación de lo que a primera vista, pueda parecer paradoxal.

Es indudable que el espiritista, tiene una labor más allá de las reuniones de estudio, mediúmnicas, etc., y esa labor es su participación en una sociedad de la que hace parte; es decir, en la familia, en la educación de sus hijos, en el medio laboral, la comunidad, etc, aspectos todos ellos inherentes al individuo como ser espiritual, social y político que todos somos.


Iluministas y franc-masones

En el s. XIX el ocultismo y la Teosofía se hermanaron con no pocos movimientos políticos de ideología liberal... Aunque tendríamos que remontarnos hasta 1766, con el nacimiento de una sociedad secreta paralela a la masonería: la Orden de los Iluminados de Baviera*, para muchos, la  primera muestra de unión entre el antiguo ocultismo de las sociedades secretas y los ideales humanitarios y utópicos que luego configurarán las características de lo que hoy conocemos como la "izquierda".

Augustin Barruel (1741-1828), sacerdote jesuita y periodista (fue quien denunció la mano de la Masonería como artífice de la Revolución Francesa), consideró la conjura de los iluminados como el ensayo general de la Revolución. Atisbos evidentes de esta suposición, se encuentran, sin ir más lejos, en la proclama Libertad, Igualdad y  Fraternidad, divisa de la francmasonería; o que, el clima que se necesitaba para la Revolución Francesa se fue generando, como todos sabemos, en los años de la Ilustración (que es un movimiento de pensamiento iluminista) y la Enciclopedia.

Sea como fuere, el iniciado espiritista sabe que ninguna revolución, ningún cambio de ideas que provoque determinado movimiento humano, se debe a la influencia (visible u oculta) de un sólo elemento social, filosófico o político. Cuando suena la necesidad de cambio general, inscrita en la ley de Progreso, la Providencia divina “acciona” todos los componentes humanos sensibles o más receptivos a esta necesidad evolutiva, de tal manera que muchas “fichas” del momento social, se ponen en funcionamiento e interaccionan dentro del aparente caos.

En la masonería cabían todos los sistemas filosóficos con tal que no tuvieran un contenido católico. Predica la moral universal; Su religión es la de la Humanidad; su Evangelio, la Ciencia; su Dios, la Razón. Ya no se trata de construir catedrales de piedra como se hizo anteriormente, sino de edificar la “catedral” humana, el hombre ideal,  para dar gloria al gran Arquitecto del Universo que es Dios.

Es de prever que la Iglesia viera en ella un peligroso y molesto enemigo que cuestionaba las bases de su hegemonía. León XIII en su encíclica Humanum Genus, puso de manifiesto que “las doctrinas religiosas, filosóficas y morales en que se inspira la masonería como tal, llevan a la negación de la existencia de Dios; a la negación de la misma moral; y abre camino al ateísmo, al panteísmo, al iluminismo, al espiritismo, etc.

Hacia mediados del siglo XIX la creencia en la reencarnación traspasó el ámbito ocultista para difundirse en los medios del socialismo utópico. Sólo más adelante, la hegemonía del marxismo en el seno de la izquierda y su materialismo dialéctico (del todo opuesto a cualquier forma de espiritualismo), obró una depuración de conceptos y la eliminación de buena parte de los residuos místicos del socialismo.


 Espiritismo y masonería

La masonería es una institución esencialmente caritativa, filantrópica, filosófica y progresista, fundada en el sentimiento de fraternidad; tiene como práctica la indagación de la verdad, el estudio de la moral, el combate de la superstición y la práctica de la caridad, y como objetivo: el mejoramiento intelectual y moral del ser humano. Aunque son dos movimientos distintos, en esencia, comparte con el Espiritismo muchos de sus planteamientos, sobre todo a nivel filosófico y moral. Esto es una realidad incuestionable. 

Algunos autores sugieren que Allan Kardec fue iniciado en los principios de alguna logia masónica, hecho nada extraordinario si consideramos los fines elevados que esta persigue y los ideales que latían en el futuro codificador de la doctrina espiritista. La Gran Logia Nacional de Francia, es fundada en 1848 y estaba compuesta por 8 logias. En esa época, casi todo aquel que se considerara progresista y/o apostara por un futuro mejor para la humanidad, era francmasón o, cuando menos, simpatizante.

No existe ningún tipo de disparidad en el supuesto de que Rivail adoptará los principios masónicos, aunque renunciara a todo formalismo, a todo aspecto de culto de la iniciación masónica una vez entregado a la causa espiritista. Algunos, recogen el hecho (probablemente nada aleatorio) de la estancia en París de Madame Blavatsky, en casa de Víctor Michal, magnetizador y espiritista, que fue quien la inició en el espiritismo y la ayuda a despertar sus facultades mediúmnicas. Este Michal, periodista de profesión, pertenecía a la masonería... igual que su amigo Rivail, alias Allan Kardec, (por aquel entonces director del teatro de las Folies-Marigny, situado en la 33 rue de Le Peletier, en los Campos Eliseos).

Sin la pretensión de sentar argumentos concluyentes, señalamos a continuación notables paralelismos entre el Espiritismo y la filosofía masónica:

- El Dios de los masones, “deístas” (como se auto definían, por cierto, no pocos espíritas españoles, como Amalia Domingo Soler) no es, en absoluto, el Dios Padre del catolicismo; sino el "Gran Arquitecto del Universo". Se trata de un Dios constructor del mundo, ordenador de la materia... No era un Dios personal y antropomorfo que juzga soberano desde el cielo. Lo entendían más como una fuerza superior, un “algo” (la 1ª pregunta del Libro de los Espíritus; “¿qué es Dios?”, sería técnicamente “masónica”).
- La expresión “religión natural” utilizada por Kardec y otros espiritistas de la época, es una expresión netamente masónica.
- Para la masonería lo que vale no es la “gracia” sino la virtud...y ésta, entendida en un sentido de auto-redención (autoreforma para los espíritas).
- La Caridad es, junto a la Fraternidad y la Verdad, una de las tres principales virtudes... El lema de la doctrina espiritista es: Fuera de la caridad no hay salvación.


 El Socialismo utópico

 Karl Marx y Engel recogieron algunas ideas de este socialismo humanista, para plantear el denominado Socialismo científico (que es el que conocemos hoy), rechazando la reconciliación de clases que propugnaban los utópicos y promoviendo la lucha de la misma como medio para instaurar un nuevo sistema político en el que el proletariado conquistara el poder. Las bases de su pensamiento las expusieron en 1848, en el Manifiesto Comunista y las ampliaron notablemente en El Capital, publicado en 1867.

Es indudable, que ante determinados acontecimientos de la historia, los movimientos de izquierda no sólo fueron válidos ante el abuso de los gobiernos y líderes totalitaristas enemigos de la libertad, sino imprescindibles, puesto que aquellos hombres y mujeres sentaron las líneas democráticas que afortunadamente disfrutamos hoy.

Aunque seguramente no guarden ninguna relación (directa.. por que ya sabemos que los acontecimientos están conectados por sutiles hilos de esa ciencia extraña llamada “azar”), es curioso que el año del Manifiesto de Karl Marx (1848) sea también el de los acontecimientos en Hydesville, en casa de la familia Fox (considerado como nacimiento del Espiritismo); y que el 1864 no sólo sea para la historia, la fecha de la Primera Internacional (la primera gran organización que trató de unir a los trabajadores de los diferentes países) sino que además, sea también la del lanzamiento del “Evangelio según el Espiritismo” (junto al “Libro de los Espíritus”, la principal obra de la codificación espiritista).

René Guénon (1886-1951) fue un conocido matemático, filósofo y metafísico; refiriéndose a los orígenes del Espiritismo francés, escribió: “el medio donde se reclutaron sobre todo los primeros adherentes de la nueva creencia, fue el de los socialistas de 1848” (sabido es que los históricos Charles Fourier y Pierre Leroux -dos de los máximos representantes del socialismo del s. XIX- explicaban a través de la reencarnación el origen de las desigualdades sociales como las consecuencias de las acciones realizadas en alguna existencia anterior).

A pesar de que la mayor carga “mística” de la doctrina política de Fourier y Jean Jaurés (de quien hablaremos en seguida), quedó diluida por los postulados marxistas del socialismo científico, aún hoy en día podemos entrever que el espíritu de aquellos socialistas utópicos pervive; sin ir más lejos en la idea de la Unión Europea. Una propuesta muy masónica. Al fin y al cabo, desde el pasado, casi todos los modelos de unión política se debatieron en las logias.  Esto no significa que este tipo de uniones o tratados estén “controlados” por masones, aunque sí que la idea es propia de la masonería. Tomás Sarobe, destacado dirigente de la masonería española, expuso a principios de 1997 que más de la mitad de europarlamentarios son masones.

El papel jugado por la masonería o el espiritismo (personalmente he conocido a más de un dirigente espírita que pertenece a alguna logia) ha sido, y sigue siendo, fundamental en la construcción de un continente unido mediante la paz y el diálogo.


Espiritismo y socialismo (II)

 Jean Jaurés (1859-1914). Líder socialdemócrata francés, aunque heredero del espíritu de 1789 (es un firme partidario de la alianza entre obreros y pequeña burguesía por el triunfo de la libertad, la igualdad y la fraternidad), se declara internacionalista y pacifista. En 1904 funda el periódico L'Humanité. Un año más tarde consigue unir bajo su liderazgo a los socialistas franceses, formando la Sección Francesa de la Internacional Obrera -SFIO- (futuro Partido Socialista francés) que unifica las distintas tendencias socialistas de Francia. Escribió La Alianza de los pueblos. Para Jaurés sólo hay una humanidad, y el hombre de izquierdas debe implicarse por la República en una revolución democrática y no violenta. Su asesinato por un fanático nacionalista, hace que los partidos de izquierda se agrupen en la llamada  “Union Sacrée” (Unión Sagrada), reticentes a la declaración de la 1ª guerra mundial.

Como dice Gaston Luce en, León Denis, el Apóstol del Espiritismo, el Socialismo de Denís, “más que una mera concepción política, constituye, ante todo, la puesta en práctica de una alta concepción del Derecho y la justicia.”

Citamos en el párrafo anterior a Denís porque, entre otras cosas, escribió: Socialismo y Espiritismo, un clásico de la literatura social espírita, estaba sensiblemente comprometido con el movimiento obrero de su país y, principalmente, por el hecho de que su idea de socialismo era la del propio Jaurés, amigo y compañero personal.

Más entrado el siglo, diversos espiritistas se destacan más por su contribución social y política (sobretodo en el sector socialista) que por las actividades realizadas en los centros donde se estudia a Kardec y la codificación: en Brasil, el profesor Eurípides Barsanulfo o Anália Franco, educadora y feminista, apuestan por una militancia espírita a favor de la educación pública y gratuita…En Argentina, los conocidos Manuel Porteiro y Cosme Mariño. Porteiro (autor de Espiritismo Dialéctico) sobre los años treinta, escribió: El Espiritismo es, por su propia esencia, revolucionario, en el elevado concepto de la palabra, lo mismo en la ciencia y en la filosofía que en la moral y en la sociología".

No podemos terminar esta breve reseña, sin mencionar a Dora Incontri (Sâo Paulo, 1962), periodista, escritora y doctora en Educación, importante figura en la Pedagogía espírita. Para ella, a pesar de ciertos trazos conservadores de determinado sector del movimiento espirita brasilero actual, existe un “Espiritismo de izquierda”, cultivado en América Latina, incluyendo Brasil, y que desciende del Espiritismo francés, entendido como propuesta social aplicada a la educación. Citamos una reseña sumamente interesante de D. Incontri, recogidas en una conferencia de marzo del 2005:

 “Kardec era un educador preocupado con las cuestiones sociales, que militaba por la educación popular. Ya a los 24 años de edad, escribió el brillante ensayo: “Propuesta para a mejora de la Instrucción Pública”, y durante décadas dio cursos gratuitos, en su propia casa, de Química, Matemática, Astronomía, Fisiología, Gramática… en un intento de democratizar el conocimiento. Al parecer, mantuvo relaciones con los socialistas (después llamados utópicos por Marx y Engels), pues en su fase espírita, los cita constantemente, entre ellos, Fourier (de quien ya hablamos en este artículo) y Saint-Simon.  (...) El pesquisidor francés François Gaudin descubrió recientemente documentos aún inéditos, que revelan la relación de Kardec con el amigo Maurice Lachâtre, conocido socialista y editor de las obras de Marx, en populares fascículos. Ambos tuvieron el proyecto económicamente fracasado de la fundación de un banco popular, posiblemente en los moldes de lo que querían los socialistas pre-marxistas

Esto evidencia que la cultura espírita es un ente multidisciplinar, que presenta muchos frentes de trabajo, análisis y perspectivas siempre en pos del bien general, siendo una doctrina espiritual y científica, esencialmente humanista y alentadora del progreso.

Hasta aquí, una pequeña ilustración de cómo la doctrina espiritista (unida o andando a la par de otras corrientes filosóficas, espirituales o políticas como la masonería) ha estado presente en diversos acontecimientos del pensamiento y la reforma social, especialmente en las etapas en las que el pueblo lo necesitaba, y en concreto, frente  al despotismo de gobiernos utilitaristas; evidenciando asi su carácter dinámico, comprometido y progresista. 

Estemos prestos, como aquellos hombres y mujeres que ya lo hicieron en el pasado en etapas más oscuras y convulsivas, para que la que vivimos ahora (sociedad del bienestar) no haga amodorrar o entorpecer la sagrada llama que debe brillar en todo aquél que se diga espírita. Recordemos siempre que nuestra labor es liberar las conciencias y elevar las mentes hacia los valores superiores, y para esto, debemos contribuir a hacer del Espiritismo una célula dinámica de intervención social al servicio del pueblo
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El capitalismo lleva en su esencia la guerra, como los nubarrones llevan la tormenta”    
      
(Jaurés)


Siendo el Espiritismo una doctrina eminentemente pedagógica, fundada por un educador,  la militancia social a través da educación ha sido una constante, desde Kardec...  

        (Dora Incontri)

                                                                                                                                   
"El hombre es libre en la medida en que pone sus actos en armonía con las leyes universales. Para reinar el orden social, el Espiritismo, el Socialismo y el Cristianismo deben darse las manos 
             
         (Arthur Conan Doyle: La Nueva Revelación)




Volviendo al comienzo. ¿Necesitó admitir que creía en Cristo, para crear un subterfugio, ósea el Evangelio según el espiritismo? O ¿el Evangelio según Kardeck?

Esto es lo que de antaño siempre ha pasado con los masones, ósea para atacar a la Iglesia Católica—que tampoco es trigo limpio como ya he anunciado mas arriba—utilizan sus mismos escritos que muy bien los conocen desde siempre, y los codifican según su criterio, tanto cuánto mas y mejor ese criterio este acomodado a la filosofía masónica y sus principios también.

Dejemos en claro que la masonería es un laicismo tanto filosófico, filantrópico y progresista como también, científico y evolucionista, cosa que cabe muy bien en la línea del pensamiento típico de Kardec, un evolucionista y positivista ya de carácter frío.

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