 
 El  pasado viernes 26 de agosto de 2011, aprovechando la tranquilidad del  periodo estival, el Gobierno socialista aprobó un nuevo paquete de  medidas laborales que, con la excusa de fomentar la contratación –sobre  todo de jóvenes parados–, supone un nuevo golpe a los derechos laborales  de los españoles, precarizando aún más el empleo y condenando a miles  de jóvenes a la inestabilidad laboral y a una mayor falta de  perspectivas profesionales. Unión Nacional de Trabajadores  (UNT) rechaza esta reforma tremendamente negativa (aunque, como  siempre, algún detalle menor pueda ser positivo), muy contraproducente y  tramposa, que se ha aprobado en el mes de agosto para no dar tiempo al  debate y que se ha defendido con unos argumentos simplistas en unos  casos y abiertamente falaces en otros, engañando completamente a la  opinión pública con palabrería hueca y falsa.
1.- Contratos temporales 
El “Real-Decreto Ley de Medidas Urgentes para la promoción del empleo”  aprobado el pasado 26 de agosto suspende durante dos años la casi única  medida positiva que tuvo la reforma laboral de 2010 y que consistió en  que encadenar contratos temporales durante 24 meses o más en un período  de 30 meses dentro de la misma empresa, suponía la conversión automática  del contrato temporal en indefinido. En 2006 ya se había introducido  una medida similar, sólo que de efectos limitados (los contratos debían  ser en el mismo puesto y empresa) y que la reforma de 2010 amplió a  contratos de cualquier puesto y en cualquier empresa de un mismo grupo.
El Gobierno suspende ahora durante dos años esa medida con el argumento de que "cuando las circunstancias cambian hay que tenerlo en cuenta en nuestra legislación",  tal y como ha señalado el Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez. Es  cierto que las circunstancias condicionan la legislación en cada tiempo,  pero en UNT nos preguntamos: ¿tanto han cambiado en  2011 las circunstancias que motivaron la reforma laboral de 2010,  realizada ya en plena crisis económica, en la que se incluyó esta casi  única medida positiva? Es decir, se mantiene todo lo negativo de aquella  reforma laboral y se termina por eliminar –en principio temporalmente–  lo único positivo que tuvo… 
Que  la crisis económica ha ido a peor y que seguramente esa situación se  mantenga aún por mucho tiempo es una obviedad, pero ¿qué incidencia va a  tener la suspensión de esa medida en la contratación laboral como para  justificarla? ¿Se va a contratar más por ello? Según el Ministro, “preferimos tener un trabajador temporal antes que a un parado”,  pero él sabe que ese argumento, típicamente capitalista y propio de  quienes sólo buscan justificar la pérdida de derechos laborales, es  falaz: quien quería evitar la conversión de un contrato temporal en  indefinido no recurría simplemente a la no renovación del contrato del  trabajador afectado, sino también a la posterior contratación de otro  para sustituirle y que estaba seguramente en el paro. Es decir, la medida adoptada por el Gobierno no va a reducir el número real de parados, sino que en todo caso frenará la rotación de empleos,  algo que en nada beneficia globalmente a los trabajadores y que más  bien podría condenar a muchos desempleados a una situación más  angustiosa, permanente y duradera. Ello sólo puede tener una  consecuencia “positiva” para las arcas públicas: reducir la cantidad de  prestaciones por desempleo actuales al verse prolongado el tiempo en que  los mismos parados siguen en su situación sin poder cotizar para seguir  cobrando la prestación. ¿No será esta la verdadera intención del  Gobierno?
2.- Contrato de Formación
El nuevo contrato de formación, ahora denominado “para la formación y el aprendizaje”,  está dirigido a jóvenes de entre 16 y 25 años (hasta ahora el límite  máximo era de 21 años, incluyéndose hasta los 25 para los contratos  realizados antes del 31 de diciembre de 2011) sin cualificación  profesional (que carezcan de título universitario, de formación  profesional o de un certificado de profesionalidad), añadiéndose una  ampliación de la edad máxima hasta los 30 años para los contratos que se  celebren antes del 31 de diciembre de 2013. Es decir, que como más del  46% de los jóvenes menores de 25 años se encuentra en situación de  desempleo, el Gobierno pretende paliar su situación por la vía de  ampliar la edad de aplicación de estos contratos temporales y  bonificados. ¿Hasta qué edad se propone ampliar en el futuro este tipo  de contratos de formación? Llegará el día en que no les duelan prendas  en ampliar la edad hasta más allá de los 30 años, y si es así, ¿cuándo  esperan que los españoles tengamos un trabajo estable? La reciente  reforma de las pensiones amplió los tiempos de cotización, y  sin  embargo a la vez vemos como se alarga más y más la incorporación de los  jóvenes al mundo laboral en unas condiciones mínimamente aceptables de  estabilidad, y eso no es sino una muestra clara de la contradicción que  vive el actual modelo de producción capitalista que nos toca padecer.
Este  contrato, si se realiza con un desempleado, estará en gran medida  exento de cotizar a la Seguridad Social durante su vigencia, ya que las  pequeñas empresas, de menos de 250 trabajadores, no cotizarán nada  (exención del 100%) y el resto se beneficiarán de un descuento del 75%.
El  nuevo contrato de formación tendrá una duración mínima de entre 1 y 2  años frente a los 6 meses mínimos previstos hasta ahora, con posibilidad  de prórroga hasta un tercer año. Si una vez finalizado el contrato se  convierte en indefinido, tendría una reducción en las cotizaciones  sociales de 1.500 euros durante tres años (que ascendería a los 1.800 en  el caso de contratos de mujeres).
La  retribución de los trabajadores con este contrato será la misma que la  establecida para cualquier otro trabajador en el convenio colectivo  aplicable y no tendrán ninguna diferencia en cuanto a protección social  (desempleo, etc.). 
Otra  novedad es la reducción del porcentaje de jornada hasta el 75% de la  jornada laboral frente al 85% anterior. El restante 25% restante se  dedicará a formación en un centro autorizado.
3.- Conversiones
Se  amplían las bonificaciones a la conversión de los contratos temporales,  celebrados antes de la entrada en vigor del Real Decreto Ley, en “contratos de fomento de la contratación indefinida”  (que tienen una mísera indemnización por despido de 33 días por año  trabajado y un máximo de 24 mensualidades), conversiones que podrán  realizarse hasta el 31 de diciembre de 2011. Dicho plazo se amplía hasta  el 31 de diciembre de 2012 para los contratos temporales celebrados a  partir de la entrada en vigor de la norma, siempre que su duración no  exceda los 6 meses.
La  conversión de contratos temporales en indefinidos por esta vía que  pretende abaratar los despidos, tendrá una bonificación en las  cotizaciones a la Seguridad Social de 1.500 anuales durante 3 años y de  1.800 anuales en caso de las mujeres.
4.- FOGASA
Se  extiende hasta 2013 la posibilidad de que el Fondo de Garantía Salarial  (FOGASA) financie a los empresarios 8 días de la correspondiente  indemnización al trabajador por despido. Desde el 1 de enero de 2012  sólo se realizará dicha financiación en los casos de extinciones  objetivas procedentes, único matiz interesante en la medida en que  reafirma el importante principio –cada vez más cuestionado– de la  causalidad del despido. No olvidemos que la tendencia a la “descausalización”  de los contratos y del despido (es decir, que se puedan realizar sin  necesidad de una causa que los justifique) es una constante en todas las  reformas laborales que se van haciendo en las últimas décadas, si bien  afortunadamente nunca se ha llegado a consagrar y hasta ahora sólo se ha  limitado a ir mitigando sus consecuencias.
También  está previsto que el FOGASA se integre con el Servicio Público de  Empleo Estatal (antiguo INEM) en un único organismo en el plazo de seis  meses, de forma que se racionalicen mejor los recursos humanos.
5.- Plan Prepara
Se confirma la prórroga por 6 meses más del pomposa y ridículamente denominado "Plan Prepara"  (que sirve para subsistir más que para preparar), que incluye una ayuda  de 400 euros para parados que hayan agotado toda prestación. Cerca de  128.000 personas se encuentran en esta situación, según los datos del  Gobierno, un  número verdaderamente considerable.
6.- Fondo de capitalización del despido
Se traslada el compromiso de presentar un Proyecto de Ley para crear el “Fondo de Capitalización” individual de cada trabajador para costearse la prestación por desempleo (según el conocido “modelo austríaco”  aprobado en la Reforma Laboral de 2010) al primer semestre de 2013,  dado que la situación de la economía española, según Valeriano Gómez, no  permite ponerlo en marcha actualmente.
Conclusión
En definitiva,  esta última pequeña Reforma Laboral del Gobierno es negativa,  restrictiva de derechos laborales (especialmente para unos jóvenes que  parecen abocados a la precariedad indefinida), con matices positivos  meramente anecdóticos y que vuelve a ser un parche que no resuelva  absolutamente nada.
La  economía capitalista está pasando por una fase de crisis sistémica que  no puede afrontarse con medidas antisociales y de alcance tan limitado  como estas o las de la anterior Reforma Laboral de 2010. Este es el  fondo del asunto: el capitalismo está fracasando como sistema económico,  se hunde y en vez de buscar alternativas reales, los diferentes  gobiernos sólo ponen parches antisociales con los que están logrando  hundirnos a todos. ¿Por qué tenemos que pagar los trabajadores siempre  los platos rotos del Sistema? ¡¡¡Ya está bien!!! ¡¡¡Es hora de buscar  alternativas!!!
Pues bien, guste o no guste UNT seguirá apostando por un sistema económico alternativo,  basado en el trabajo, en el crecimiento natural de la economía, en la  propiedad privada de las cosas y la social de los medios de producción,  en un mercado intervenido pero no dirigido, en un sistema monetario  basado en la productividad real y no en el interés y la especulación, en  una banca nacionalizada que ponga el dinero en manos de la sociedad, en  la recuperación de la soberanía nacional en todos sus ámbitos  (económico, político, militar, judicial y administrativo), en una  estructuración de la economía de tipo sindicalista, en un sistema en el  que la economía esté al servicio del hombre y no el hombre al servicio  de la economía, etc. Es decir, desde UNT afirmamos con toda rotundidad  que la única solución es el Nacionalsindicalismo.
Fuente: Blog de Unión Nacional de Trabajadores (sindicatount.blogspot.com)
 


 
 
 
 

 
 
 
 
 

No hay comentarios:
Publicar un comentario