Repunta el extremismo en las escuelas religiosas de Israel.

Padres y madres de alrededor de 400 niños del sistema de escuelas religiosas del Estado israelí se han unido para protestar por lo que entienden como un repunte del extremismo en el modelo educativo, según ha informado el diario israelí 'Haaretz'.

"La gente está enfadada por el asunto de (la prohibición impuesta a) las mujeres en el Ejército --a las que no se permite cantar--, pero nuestra lucha es contra la prohibición contra niñas de guardería --a las que se quiere imponer la misma medida--", ha dicho Ariela Miller, madre de tres niños que estudian en el sistema de escuelas ortodoxas.

"Los niños están acostumbrados a que los rabinos sean la única fuente de autoridad, muy por encima de los educadores. No hay duda de que cuando luego llegan a una elección en la vida, no pueden usar su propio juicio", ha añadido Miller.

Al contrario que Miller, muchos de los padres no hay querido revelar su nombre por temor al impacto negativo que esto pudiera tener en la escolarización de sus hijos. Una de los activistas, que trabaja en el Ministerio de Educación, ha dicho que fue convocada a una reunión y se le dijo que detuviera sus actividades.

Otra madre ha señalado que la principal influencia extremista proviene de grupos ortodoxos organizados dentro de la comunidad con el propósito de incrementar la observancia religiosa en la misma. "Sin lugar a dudas, el Ministerio de Educación les acompaña y les empuja hacia ello", ha agregado.

Los progenitores han puesto múltiples ejemplos de estas situaciones. Un padre, cuya hija acude a la escuela Moriah, ha especificado que en el último Día de la Patria, algunas de las niñas no pudieron cantar en la ceremonia porque "va contra la modestia" y que en la escuela se ha empezado a hablar de que los padres no podrán ver la presentación de las niñas y que incluso habrá eventos separados por sexos.

En este sentido, ha especificado que el director del colegio no tiene más opciones que aceptar las exigencias del grupo ultraortodoxo, ya que "en caso de que no sea así, llega una orden del supervisor (del Ministerio de Educación)". Además, ha dicho que, cuando protestó por la situación, le dijeron que, si no le gustaba, se llevara a su hija a otra escuela.

Otras quejas han llegado por modificaciones de las imágenes masculinas en los libros (totalmente ocultas) y la eliminación de toda referencia a las madres. Además, en algunas escuelas no se permitirá a los padres acudir a las celebraciones en las que participen sus hijas "porque va contra la moral de las niñas bailar y cantar en presencia de los padres, que podrán también prohibir a las madres bailar".

El Ministerio de Educación ha dicho que "la educación religiosa estatal da soluciones a una variedad de comunidades y grupos que estudian dentro del programa". "Se están llevando a cabo discusiones para tratar el asunto en todos sus aspectos", ha apostillado.