El extraño caso de España. - La Nación Digital

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domingo, 28 de marzo de 2010

El extraño caso de España.

Muchas veces suelo preguntarme por que está más asentado en España el nacionalsocialismo que el nacionalsindicalismo, cuando este último es una doctrina política, económica y social autóctona y que encima viene de la primera, ya que hemos de recordar que Ramiro Ledesma y Onésimo Redondo, los ideólogos del nacionalsindicalismo y fundadores de las JONS, habían sido estudiantes en Alemania en los años en los que el NSDAP crecía vertiginosamente y eso les había influido mucho en su trayectoria política.
Curiosamente, Ramiro Ledesma argumentó la imposibilidad de que el fascismo creara una especie de “Internacional”, tal y como habían hecho los comunistas, por que el fascismo tenía peculiaridades únicas en cada país, al contrario que el marxismo, que era igual en todos lados ideológicamente. Sin embargo, el nacionalsocialismo abandonó su área cultural germana y va camino de formar una autentica Internacional Nacional Socialista.
La raza crea el pueblo y el pueblo la nación. A esa nación la caracteriza una determinada cultura. Todas estas cosas, raza, nación y cultura se engloban en la Patria. Estos principios tan simples son la base del movimiento nacionalsocialista.
El problema es que en España esto no se da así: “España es un conjunto de pueblos, razas y lenguas”. Así definió a nuestra Patria Jose Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española.
No hay más que repasar nuestra Historia para confirmarlo.
Los primeros habitantes de España fueron los hombres cuyos restos han sido hallados en Atapuerca, Burgos. Lo más probable es que vinieran de alguna zona de Europa.
Mas adelante llegaron los iberos, provenientes del norte de África, y los celtas del norte de Europa. A estos se les unieron mas adelante colonias griegas y fenicias, que en principio habían llegado por motivos comerciales.
Las potencias del momento, Roma y Cartago, tuvieron una feroz disputa por los territorios de la Península, que se saldó con la victoria romana que acabó dando el nombre de Hispania (que significa tierra de conejos) a las tierras conquistadas.
La romanización no fue nada sencilla, ya que los pueblos locales resistieron fieramente, como es el caso de Numancia, que durante un año aguanto el sitio de las tropas romanas. Además de la resistencia en las ciudades no tuvieron nada fácil la lucha armada, como es el caso de los iberos, cuyas falcatas sorprendieron a los soldados romanos debido a su elaboración.
Tras conseguir someter a los pueblos locales, la sangre romana se mezcló con la ibérica surgiendo así el pueblo hispanoromano, que acabaría recibiendo el titulo de latino por parte de Roma. Esto conllevaba asumir la ciudadanía romana y sus derechos y responsabilidades. Con el paso del tiempo Hispania dio a la metrópoli dos emperadores.
En el periodo de decadencia de Roma comienzan a producirse las invasiones bárbaras por todo el Imperio. Bárbaro significa extranjero y era el nombre con el que griegos y romanos se referían a todos aquellos pueblos de diferente cultura a la suya.
En un principio, los pueblos germanos que parecían amenazar la integridad del Imperio habían sido contratados como tropas auxiliares que, a la caída de Roma, formaron sus estados propios en las tierras de este.
En Hispania se establecieron godos, vándalos y alanos, pero solo los primeros formaron su propio reino, con capital en Toledo, fusionando al cabo del tiempo la sangre germana con la hispanoromana. Entre medias convivía población judía, a quienes se les tenía prohibido emparentarse con el resto.
Si en un principio los godos eran seguidores de la religión arriana, gracias a Recaredo el catolicismo se convirtió en la fe oficial en el año 589 en el III Concilio de Toledo.
El reino de los godos se mantuvo hasta el año 711, en que las disputas por hacerse con el poder por parte de las diferentes facciones políticas provocaron la llegada de un grupo de musulmanes que cruzaron el estrecho de Gibraltar, en principio para apoyar a los hijos de Witiza.
Los musulmanes derrotaron a Rodrigo, el último rey godo, en la batalla de Guadalete y, tras comprobar la fertilidad y abundancia de las tierras hispanas, informaron a sus superiores del hallazgo. Y es que ya lo dice el refrán: “como España en ningún sitio”.
La invasión musulmana marcó la Historia de España para siempre. En muy poco tiempo se hicieron con casi todo el territorio, excepto el norte, que no les interesaba mucho por el clima y la falta de recursos existentes. Este fallo les pasó factura al cabo de los siglos, por que si bien los cristianos descendientes de hispanoromanos y godos no eran una amenaza para ellos, su valor y fe les llevó con el paso del tiempo a expulsar a los invasores musulmanes y judíos. Y es que fue la fe católica lo que hizo posible la Reconquista y el nacimiento de España como nación y estado. Este es el llamado patriotismo católico al que hacia referencia Ramiro Ledesma.
Aquí quiero hacer un apunte. Los mismos que dicen que no existen razas por que genéticamente somos iguales argumentan que según los estudios científicos tenemos sangre mora y judía. Bastante contradictorio, ¿no?. Para mi la raza se basa en una proporción aspecto físico-cultura.
Los judíos fueron expulsados en 1492. Los que se convirtieron y siguieron judaizando fueron justamente quemados en la hoguera por la Inquisición. Al cabo de los siglos, el judaísmo desapareció de España.
Los musulmanes de Granada decidieron entre convertirse al cristianismo o marcharse. También la Inquisición les vigiló. Además, la mayoría eran descendientes de hispanoromanos. Lo único que tenían de moros era la religión, no la sangre.
Resumen de todo esto: no tenemos sangre judía ni mora.
Una vez se acabó la Reconquista, España hizo patria mas allá de sus fronteras, naciendo así la hispanidad cuando entro en contacto con otras razas en otros continentes que tenían como señor a los Reyes Católicos y posteriormente al emperador Carlos I de España y V de Alemania. Aquí se produce la mezcla racial que posteriormente dará origen a los sudamericanos actuales y a sus países.
Sobre Carlos I de España hay que decir que hizo que España fuese la verdadera representante de Dios sobre la Tierra, ya que, mientras en la Iglesia los Papas se preocupaban por el poder político más que de la fe, España evangelizó el mundo a medida que sometía bajo su poder a los diferentes territorios conquistados.
Podría decirse que la hispanidad se basa en la religión católica y la lengua castellana.
Ya con Felipe II en nuestros dominios no se ponía el Sol. Esto fue gracias a que heredó la corona portuguesa, por lo que más que hablar de Imperio Español deberíamos hablar de Imperio Hispano. Pienso que esto último es un tema del que se debería investigar, ya que dudo mucho que los portugueses solo fueran parte del decorado y no actores protagonistas.
En aquellos tiempos de gloria para nuestra Patria, las naves castellanas surcaban los mares pilotados por vascos y rumbo a America para extender nuestra gloria y la de Dios, los caballeros andaluces despojaban a los indios de sus siniestros rituales caníbales y, con nuestros vecinos los portugueses, éramos la primera potencia mundial.
Y si entendemos que España hizo patria mas allá de si misma, se puede decir que también pertenecen a ella gentes de otras razas.
Pero esto no quiere decir que sea bueno que convivamos todos juntos en el mismo territorio. Eso nos llevaría a la ruina moral y a la extinción de las razas tal y como las conocemos. La diferencia racial es lo que nos hace a cada uno ser especial frente al resto. Si las relaciones humanas llegaran a tal extremo que solo se hallara en la Tierra una única raza heredera de las otras, podría decirse que el ser humano tal y como lo conocemos se habría extinguido convirtiéndose de verdad en un animal del montón.
Los españoles originales somos los descendientes de un conjunto de pueblos de raza blanca. Quizá al ser el nuestro un caso tan especial, deberíamos intentar sacar adelante un movimiento político y cultural basado en la raza, la hispanidad y el catolicismo. Incluso podría debatirse una posible unión junto a Portugal, quienes también son de cultura hispana.
Aunque me temo que esto ultimo es casi imposible, ya que seria mucho mas probable y compatible la anexión Alemania-Austria para sacar una nación germana que una España-Portugal para dar a luz un país hispano.
Pese a todo, propongo un nuevo movimiento político y cultural cuyos pilares sean raza, hispanidad y catolicismo.

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