El MSR ante la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el nuevo Estatut de Cataluña. - La Nación Digital

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miércoles, 30 de junio de 2010

El MSR ante la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el nuevo Estatut de Cataluña.

El MSR ve en la sentencia del Tribunal Constitucional una solución política para contentar a todos y que no contenta a nadie. Como siempre, los intereses políticos han pesado más que la justicia y nos encontramos ante un nuevo aborto jurídico, tal como el nuevo Estatuto de Andalucía, que encamina al régimen autonómico a un reino de taifas insolidario y que presta a confusiones e interpretaciones libres muy poco serias para garantizar la justicia y la libertad de todos los españoles. A esto se le llama ambigüedad y café para todos los políticos, menos para la población.

Compartimos que la lengua catalana sea considerada una lengua vehicular, cooficial en Cataluña con el castellano, porque es la lengua propia y común entre la población catalana, sin implicar por ello, tal y como afirman algunos separadores, actitudes separatistas.

El catalán no debe en ningún caso solapar al castellano en la educación escolar o superior, fundamentalmente en la etapa básica: aumentar las horas de docencia en castellano, impartiendo otras materias en esta lengua, supondría equilibrar el uso y el respeto hacia las lenguas oficiales, el castellano y el catalán. Lo mismo afirmamos en relación a todos los organismos oficiales.

Celebramos que no se hayan permitido las relaciones bilaterales Generalitat- Estado, porque esta competencia es solamente propia de los Estados independientes o de regímenes confederales que no tienen nada que ver con la esencia y evolución de España. De la misma forma, un doble nivel en la Justicia es impensable, por lo que la Justicia Autonómica debe de seguir bajo el ya de por sí amplio marco común de la Justicia Española y su Poder Judicial.

No podemos estar de acuerdo en la idea de contentar a todas las facciones de los actuales políticos, declarando a Cataluña como “nación” pero “dentro de la indisoluble unidad de España”. Esta ambigüedad ya está presente en el artículo 2 del Título Preliminar “reconociendo” algo tan absurdo como “nacionalidades” dentro de la “unidad de la Nación española”. El MSR tiene claro que la nación española no puede albergar en sí misma otras naciones, por ser una contradicción manifiesta e insultante. España es varia y plural, y esa variedad y pluralidad debe de ser respetada y potenciada por enriquecedora, pero sin crear ficticias instituciones tales como el mapa autonómico español producto de la nefasta política de la UCD.

Lamentablemente, este Estatut lleva en marcha ya cuatro años, y algunos artículos declarados ahora inconstitucionales ya están siendo aplicados y desarrollados en el marco jurídico catalán. Esta situación devendrá en un auténtico caos jurídico impropio de un país avanzado – o eso nos dicen - y dentro de la Unión Europea.

Un Estatut votado por menos de la mitad de la población catalana – 49% - de la que solamente un 73% dijo que quería un nuevo Estatut. Exactamente, 1.882.650 personas, ínfima parte de Cataluña, que son casi 7 millones y medio de habitantes y un censo electoral de 5 millones.
La realidad es que, aunque se hayan dado pequeños pasos contra la independencia institucional en Cataluña, los independentistas están en el fondo contentos: van cerrando “instituciones de Estado”, como decía Jordi Pujol, para el día de mañana llegar a la independencia, y también están presionando al Partit Socialista de Catalunya de Montilla a que adopte posturas soberanistas por puro electoralismo, acercando así un mensaje insolidario y exclusivista catalán a una población que en su amplísima mayoría se considera catalana y española.

Como siempre, este asunto sirve para tapar temporalmente a ojos de la población los problemas que día a día sufrimos: paro, delincuencia, bancos que nos estrangulan, políticos corruptos que nos roban, inmigración masiva, ausencia de valores. Es el juego de siempre en el que los separatistas sacan tajada paso a paso a sus aspiraciones egoístas de crear más poltronas para ellos mismos, y en el que los separadores manchan la unidad de España con el desprecio a la riqueza lingüística y cultural de nuestro país.

El MSR condena firmemente todas las aptitudes cerriles y hostiles que han aparecido, con más insistencia, en estas últimas horas, en las que los insultos contra España, por parte de unos, y contra Cataluña, por parte de otros, deben merecer el desprecio de todos aquellos, los más, que amamos a Cataluña por española y a España por Europea. Ser catalán es otra forma más de ser español y europeo. En nuestra variedad reside nuestra riqueza, y en la unidad nuestra fuerza.

Ahora y siempre: ¡Ni separatistas ni separadores!

Jordi de la Fuente Sec. Nac. de Acción Política



Fuente: Web del Movimiento Social Republicano (www.msr.org.es)

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