Los responsables universitarios critican las novatadas.

A las autoridades académicas no les gustan las novatadas. Es más, están en contra de ellas, tal y como se escenifican ahora. Pero las sufren. Las normas y el reglamento de las Universidades quedan en papel mojado. Se ignoran, sin más, por parte de los estudiantes que, por miles, se dan cita en explanadas y descampados de los campus. Rectores, vicerrectores y responsables universitarios declaran la guerra a las novatadas. Las califican de «disparate» y, además, insisten en que con estos actos humillantes, vejatorios y peligrosos hay que tener «tolerancia cero».

José Carrillo, rector de la Complutense —que ayer inauguró, como tal, su primer curso académico—, es tajante: «El botellón es una cosa y las novatadas otra, pero cuando se unen es una mezcla mucho más peligrosa. Con ambos hay que tener “tolerancia cero”. Hay que ser intransigente», indicaba ayer a ABC. «Sin embargo —añade—, soy consciente de que los temas relacionados con el acoso son difíciles de constatar. Hay miedo a denunciar. De hecho, prácticamente no hay denuncias».

Como informó ayer este periódico, el campus de la Complutense se ha convertido en el «templo» de las novatadas de este curso. Como casi todos.Ahí, en un terreno entre el colegio mayor «Jaime del Amo» y el Hospital Clínico, se dan cita, cada día, miles de estudiantes de todas las universidades madrileñas, públicas y privadas, para participar —o sufrir—en unos «comités de bienvenida» que traspasan la pura broma y dan paso al sufrimiento y el peligro: a muchos «pardillos» se les obliga a rodar por un terraplén y acaban con heridas.

El pasado 27 de septiembre, la Complutense envió una circular a todos sus colegios mayores (propios y adscritos) recordando las normas contra las novatadas. Se insta a «detectar», «erradicar» y «prevenir» estas prácticas «contrarias al principio de igualdad real o a la dignidad, el respeto a la intimidad o a cualquier otro derecho fundamental».

Y añade que la «participación, activa o pasiva, dentro o fuera de las instituciones de los colegios y/o de la Universidad» se considera una falta «muy grave» que puede acabar en expulsión tanto de la residencia como de la Universidad. Pese a todo, las novatadas están en el campus todos los días. Desde la Universidad se recuerda que la Policía Nacional tiene permiso del Rectorado para actuar en estos casos, como ya hizo el invierno pasado con los botellones junto a la estatua del caballo.
«No se deben permitir»

También es muy crítico con las novatadas Jesús Núñez Velázquez, presidente de la Universidad Alfonso X El Sabio. «Me parecen un disparate. Hay un reglamento de disciplina que, sobre todas las cosas, se tiene que cumplir. En nuestro campus de Villanueva de la Cañada tenemos cuatro colegios mayores. Por fortuna, no hay grandes problemas. Una cosa son las bromas y otra las vejaciones. Estas últimas no se deben permitir bajo ningún concepto».

«No deben permitirse ni camufladas como una broma con final feliz. No nos engañemos: ya no son eso». Lo dice María Teresa González Aguado, defensora de la Universidad Politécnica de Madrid. «Considero que las novatadas son una demostración de inmadurez a nivel colectivo y social. Hay otras formas de divertirse y dar la bienvenida».



Fuente: ABC (www.abc.es)