Abre la primera clínica abortiva en un municipio socialista en Navarra.

Este viernes ha abierto sus puerta la primera clínica abortiva en suelo navarro desde hace 24 años. La apertura de la clínica privada en Ansoáin pretende atender a unas 800 mujeres al año. Hasta ahora las mujeres navarras que deseaban interrumpir su embarazo, entre 600 y 700 al año, eran derivadas a centros de actividad similar en el País Vasco, Aragón y Madrid.

La nueva clínica realizará interrupciones por debajo de las 14 semanas y los procedimientos empleados por sus profesionales serán el aborto farmacológico, si el embarazo es de hasta siete semanas, y la dilatación, aspiración y legrado, por encima de las siete semanas.

La clínica está dirigida por el ginecólogo José Miguel Gurrea, conocido en el sector abortista por ser administrador y socio de numerosas sociedades relacionadas con otras clínicas abortistas.

La nueva clínica opera bajo mínimos. "Se está empezando porque no se puede comenzar a pleno rendimiento", explicó Gurrea. Aún así, ya se han realizado una doncena de interrupciones voluntarias del embarazo en sus primeros días de actividad. Se espera que el centro opere con normalidad a principios de 2012.

De momento la clínica dispone de un ginecólogo, el propio Gurrea, un anestesista, dos enfermeras de quirófano, un psicólogo, un recepcionista y un auxiliar de clínica. El centro dispone de un quirófano y cuatro salas de reposo.


El negocio del aborto

"No vengo a Navarra a hacer negocio, pero me tienen que salir las cuentas", precisó en mayo el ínclito ginecólogo. La tarifa de cada intervención será de 400 euros. Teniendo en cuenta que la clínica Ansoáin tiente previsto atender a unas 800 mujeres, saquen la calculadora: 320.000 euros al año, es el suculento balance que se embolsará Gurrea.

El ginecólogo aseguró cuando presentó la solicitud de apertura que una clínica privada ahorraría 100 euros por cada intervención para el sistema de Salud pública respecto al coste actual.


La 'Ley Aído' dispara los abortos

Desde la entrada en vigor de la Ley Aído en julio de 2010, ha aumentado considerablemente los abortos entre las navarras. En más de un año de vigencia de esta normativa, que reconoce el aborto como un derecho, se han producido casi 300 intervenciones más que las registradas en todo 2009.

La inmensa mayoría de las mujeres que abortaron, algo más del 97%, se acogieron al artículo 14 de la ley, que permite el aborto libre a petición de la mujer dentro de las primeras 14 semanas. Menos del 3% recurrió al artículo 15, que contempla el aborto de forma excepcional por causas médicas hasta las 22 semanas siempre que exista grave riesgo para la vida o salud de la embarazada o riesgo de graves anomalías en el feto y que también permite el aborto más allá de las 22 semanas si se detecten anomalías fetales incompatibles con la vida.


Fuente: La Gaceta (www.intereconomia.com)