El Baúl de la Historia: "La batalla de Gaugamela. Parte II". - La Nación Digital

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miércoles, 26 de octubre de 2011

El Baúl de la Historia: "La batalla de Gaugamela. Parte II".

En la noche anterior al combate Alejandro se dispuso a planificar la batalla y a efectuar el reconocimiento del terreno mientras las tropas descansaban. Mientras tanto, Darío ordenó la posición de la guardia nocturna para sus soldados mientras defendía su posición para evitar un ataque nocturno.



Como dije, el ejército de Darío estaba formado por una caballería de, aproximadamente, 30.000 hombres, una débil infantería por falta de instrucción militar y 15 elefantes indios para ahuyentar a los caballos de la caballería de Alejandro.

El ejército de Darío se disponía de la siguiente manera: en el ala izquierda y bajo el mando de Bessos, se encontraban las tropas bactrianas, escitas, daeas, cadusianas y persas y más de 100 carros con guadañas. En el ala derecha y bajo el mando de Maceo, se encontraban las tropas sirias, tibarianas, mesopotamias, albanias, sacesianas, hircanianas, medas y partas. Justo en el centro se encontraba el rey Darío con las tropas persas más los indios y los carios. Detrás de estos, en formación cerrada, se encontraban los uxianos, los sitacenios, las tribus del Mar Rojo y los babilonios. Delante del escuadrón real se encontraban los 15 elefantes indios y 50 carros con guadañas.



Como señalé, el terreno había estado nivelado por el propio Darío III para facilitar el movimiento de su caballería pesada, por lo que Alejandro, en uno de sus movimientos iniciales en la batalla, se dirigió hacia el ala izquierda persa, donde el terreno no había sido nivelado, para dificultar el movimiento de la caballería de Darío. El movimiento táctico de Alejandro fue contenido por dicha ala, pero finalmente Alejandro rompió la formación y los macedonios abrieron las filas de los carros del ejército persa y luego abrieron una brecha la en la caballería persa central.



Alejandro se dirigió con los Compañeros hacia Darío por la brecha que habían abierto en la caballería persa. Éste abandonó el campo de batalla seguido por la caballería persa del ala izquierda, quienes fueron ahorcados por los macedonios.



Tras la persecución de Darío por Alejandro, el ala izquierda del ejército macedonio quedó en una pequeña desventaja respecto al ala derecha, lo que permitió que la caballería del ejército persa se abriera camino en la brecha que había entre ambas alas con el propósito de liberar a la familia de Darío que Alejandro tenía presa, pero no llegaron al sitio. La falange de reserva atacó a la caballería india y persa por la retaguardia; con esto la falange se vio rodeada por la caballería persa del ala derecha y Parmenión tuvo que solicitar la ayuda inmediata de Alejandro, quien dejó de perseguir a Darío y acudió en su ayuda junto a los Compañeros.

Los persas quedaron derrotados y Alejandro reanudó la persecución de Darío por Arbelas, pero no lograron capturarle.



Tras la batalla, Alejandro se dirigió a Babilonia, donde mandó reconstruir el templo de Marduk, deidad patrona de la misma ciudad, y luego conquistó Susa, Persépolis, donde quemó el templo de Jerjes, antiguo rey persa que había luchado contra Grecia en las conocidas Guerras Médicas, y Ecbatana, donde se enteró de que Darío había sido asesinado por el noble persa y sátrapa Besso. Alejandro mandó buscar y ejecutar al asesino de Darío y enterró a éste con los honores dignos de un rey, y luego pudo proclamarse oficialmente rey del Imperio Persa.





Hélena López

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